
El Súper TC2000 surfea tiempos de una incertidumbre generalizada con actividades jaqueadas por el confinamiento y cambios de hábito según las circunstancias. Cambios de sede (originalmente la fecha estaba pactada en Paraná) y hasta de fecha, modificando la costumbre de competir el fin de semana para pasar a días hábiles llenos de vértigo en el autódromo porteño.
Y bajo esas circunstancias marcadas por la pandemia y con el Covid-19 siempre como protagonista, la categoría ejecutó la quinta fecha de una manera atípica. Bajo esas características, un nombre protagónico dominó la particular escena: Damián Fineschi aprovechó las virtudes propias y las del equipo oficial Renault para llevarse todo en lo que participó.
Es verdad, no hay público, por lo que todos los días en el predio de villa Lugano parecen ser iguales. Las tribunas vacías se contrastan con las últimas experiencias allí mismo, donde el automovilismo dio el punta pie inicial entre las actividades deportivas cuando la pandemia había congelado toda la actividad en 2020. Y en el Oscar y Juan Gálvez también se recibió por primera vez al público.
Ayer el piloto quilmeño se llevó la clasificación y la carrera clasificatoria y ganó sin oposición la gran final, con un andar imbatible e inalcanzable.
La largada, quizá, fue el momento más llamativo. El Súper TC2000 suele generar esos momentos iniciales producto del arranque con los autos detenidos en la grilla.
Fineschi picó en punta sin sobresaltos, aunque desde el equipo Honda se sospechó sobre una supuesta maniobra de adelanto. Sin embargo, quedó en la inquietud de los rivales nomás ya que en ningún momento hubo una sospecha por parte de las autoridades deportivas.
A partir de allí el vencedor manejó los tiempos. Detrás fue Juan Angel Rosso con uno de los Honda mientras su compañero Fabián Yananntuoni sufrió un toque por parte de Marcelo Ciarrocchi (Citroën), que luego se despistó y abandonó.
Ello originó la salida del auto de seguridad que no afectó el rendimiento del líder, que volvió a imprimir su superioridad pese a la neutralización.
Detrás, el ex campeón Leonel Pernía lidió con ciertos inconvenientes con el Renault cuando marchaba octavo. Una rotura en un neumático lo empujó a un despiste y luego motivó el ingreso a los boxes para el cambio del caucho.
En la pista Agustín Canapino evidenció su potencial con el Chevrolet. Desde el cuarto puesto avanzó hasta superar al mismo Rosso y ubicarse segundo, a sólo 1s8/10 de Fineschi.
Pese al accionamiento del sistema de “push to pass”, Canapino, al que le quedaban algunos tiros en su favor, no logró acercarse como para poner en zona de riesgo la condición del puntero.
Más allá del podio, un resultado llamativo en Toyota. Julián Santero terminó cuarto y fue seguido por el campeón Matías Rossi. Aquí no hubo una orden de equipo en favor de Rossi. Y según se indicó no la habrá durante la temporada salvo alguna circunstancia de fuerza mayor.
Pese a ello, Rossi recuperó el liderazgo del campeonato con 73 puntos y tiene apenas uno más que Facundo Ardusso (terminó sexto con el Honda) y le lleva ocho Pernía, el tercero.
Damián Fineschi. El ingeniero que ejercía su profesión en Europa y que, tras el llamado de Renault, volvió a Argentina para cumplir el sueño de ser su piloto oficial. Disfruta de su mejor momento deportivo con una victoria inapelable en el competitivo Súper TC2000. El que sae animó a correr un jueves en Buenos Aires.
Roberto Berasategui/Clarín