Lo que tanto temía Julio César Falcioni, sucedió ayer: la venta de Alan Franco al Atlanta United del Gringo Heinze. ¿Y ahora? El entrenador de Independiente tendrá que resolver cómo llenar el hueco que le quedó en la defensa en el mejor momento del equipo. No tiene mucho tiempo, ya que el sábado visitará a Vélez, con el que comparte el liderazgo del Grupo B de la Copa de la Liga Profesional.
El anhelo de Franco se cumplió. Luego de llegar a un acuerdo total por la transferencia del 50 por ciento del jugador de 24 años en 2,8 millones de dólares brutos (el 20 por ciento es de San Telmo), los directivos del Rojo comenzaron con el intercambio de la documentación para oficializar la operación que le traerá mayor calma ante las obligaciones a cubrir en la FIFA por viejas deudas.
Una vez que todo quede formalizado, el zaguero que disputó 122 encuentros, marcó un gol y ganó dos títulos (Copa Sudamericana 2017 y Suruga Bank 2018) vestido de Diablo, viajará de inmediato.
Independiente está dulce: acumula cinco triunfos al hilo y ahora se le viene una seguidilla para medir sus fuerzas. Visitará al Fortín, recibirá a Boca, irá a Córdoba para jugar con Talleres y luego pisará el Cilindro para el clásico con Racing.
Franco no era una pieza más; era un eslabón clave en la defensa de tres centrales y dos carrileros. El jugador nacido en Villa Tranquila era el el líbero y presentaba un muy bien nivel al lado de Sergio Barreto y de Juan Manuel Insaurralde.
Si Falcioni pretende mantener el esquema 3-4-3, reemplazará nombre por nombre. Aunque analiza modificar el dibujo y pasar a defender con cuatro hombres. De este modo, la última línea le quedaría compuesta por Bustos, Barreto, Insaurralde y Rodríguez.
Clarín/Deportes