
El 3 de mayo de 2014, Marcos René Maidana perdió por puntos frente a Floyd Mayweather en Las Vegas. La muy buena actuación del noqueador de Margarita le valió una revancha cuatro meses más tarde que también favoreció al estadounidense, por entonces considerado el mejor boxeador libra por libra del planeta. Cinco años después, una boxeadora argentina, santafesina como el Chino Maidana, también tendrá la chance de su vida: enfrentará a la indiscutida reina del deporte de los guantes. La propietaria de esa sortija es la rosarina Victoria Noelia Bustos, que hoy medirá fuerzas en la glamorosa Salle Médecin del casino de Montecarlo con la noruega Cecilia Braekhus, campeona welter de los cuatro grandes organismos rectores del boxeo mundial desde hace más de un lustro.
“Es la mejor del mundo”, reconoció Bustos, de 30 años, quien ya fue monarca en ligero y superligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y que ahora trepará a los 66,678 kilos para el combate más importante de su carrera profesional que incluye 19 victorias y cinco derrotas. “Me siento mejor que nunca, fuerte, rápida y potente. Será una noche histórica y no la voy a desaprovechar”, se ilusionó la Leona Bustos.
¿Cuán difícil es el reto? Muy difícil. Para entenderlo basta repasar el recorrido de Braekhus, quien en marzo de 2009 conquistó los títulos welter de la Asociación Mundial de Boxeo y el Consejo Mundial de Boxeo al vencer a la danesa Vinni Skovgaard. Un año después sumó la corona de la Organización Mundial de Boxeo tras derrotar a la estadounidense Victoria Cisneros. Y en septiembre de 2014 completó el poker con la faja de la FIB que logró con su triunfo ante la croata Ivana Habazin. En la década ganada desde su primera consagración protagonizó 25 combates mundialistas y siempre terminó con el brazo en alto. Entre sus rivales estuvo la bonaerense Erica Anabella Farías, a la que superó por puntos en 2017.
Pero no sólo los resultados dan forma a la figura de la multicampeona, cuya historia incluye, al igual que la de tantos boxeadores, pinceladas de dolor y de azar. Nacida el 28 de septiembre de 1981 en la tórrida Cartagena de Indias, a orillas del Caribe, quedó huérfana de madre antes de cumplir 2 años. Vivió unos meses en un orfanato antes de ser adoptada por Marthin y Jorun Braekhus, una pareja noruega con la que se mudó a la bellísima Bergen, la segunda ciudad más poblada de ese país, abrazada por fiordos, montañas y mucho frío.
Comenzó practicando kick boxing a los 13 años y luego incursionó en el boxeo. Con un detalle nada menor: el boxeo profesional estaba prohibido en Noruega desde 1981. Por eso cuando Braekhus decidió dar el salto al campo rentado debió armar el bolso y probar suerte en otros países. Si bien debutó en Suiza y se presentó en Bélgica, Estados Unidos y Finlandia, sus bases fueron Alemania y Dinamarca, donde empezó a construir su leyenda. Hasta allí llegaban miles de noruegos para verla.
Los triunfos, los títulos y el magnetismo de la Primera dama, como se la conoce, ayudaron a que el 16 de diciembre de 2014 el Parlamento noruego, por iniciativa de la primera ministra Erna Solberg, derogara la ley que prohibía el boxeo profesional.
La cuatricampeona mundial no pelea desde diciembre de 2018 y en este largo paréntesis radica la leve esperanza que puede tener la boxeadora nacional para quedarse con los cuatro cinturones que pone en juego la noruega.
La pelea podrá verse a las 17 hs. por la pantalla de TyC Sports.