Inicio / Teatro / Reabre Clásica y Moderna con sus seis mil libros intactos

Reabre Clásica y Moderna con sus seis mil libros intactos

El espacio cultural estuvo cuatro años cerrado.

Poner en valor y reabrir Clásica y Moderna parecía una quimera. Sin embargo, será realidad el lunes, cuando Raquel Rodrigo, alma mater de este proyecto, ilumine de nuevo uno de los reductos culturales y gastronómicos más queridos de Buenos Aires, el mismo que la inolvidable Natu Poblet –fallecida en 2017– convirtió en una marca de la Reina del Plata.

Rodrigo recibe a Clarín en el subsuelo del restaurante El Tropezón, otro emblema porteño que rescató hace seis años, y nos advierte que tengamos cuidado al bajar y subir la escalera “que es de 1896”. Madre de tres hijos, abuela, docente y fundadora de una escuela modelo en Morón, fue desde 2003 y 2019 –cuando la artista se retiró– la productora en Argentina de Carmen Flores, hermana de Lola Flores. Con ella recorrió desde La Quiaca a Ushuaia en giras artísticas. Es, además, parte de una pyme familiar de alimentos.

-¿Cómo se decidió a poner en valor Clásica y Moderna, que cerró en 2019 con muchas deudas?

-La clave es recuperar estas joyas de Buenos Aires que están cerradas por distintas razones. Yo amo lo porteño y me parece fundamental reabrir estos espacios. Un día pasé por Clásica y Moderna, en avenida Callao 892, y vi que las cortinas estaban bajas, muy feas, con grafitis, y me pregunté por qué estaba cerrado. Allí comencé a buscar a la dueña de la propiedad y le dije que quería comprar o alquilar. La familia, que es del interior, no quiso vender, pero aceptó alquilarme el espacio y yo compré todo lo que está adentro.

Cuenta Rodrigo que, previo a todo, hubo que resolver el entuerto judicial –que no era menor– y a partir de allí puso manos a la obra. “Quiero reabrir Clásica porque es un símbolo, una joya de Buenos Aires”, se dijo la flamante dueña de Clásica. Este 2023, recuerda, “se cumplen 85 años desde que Emilio Poblet la fundó como librería”.

Hubo que realizar muchos trámites judiciales para liberar el pesado embargo que había sobre Clásica, hasta que Raquel obtuvo la llave para levantar la persiana y entrar al reducto cultural al que Natu Poblet le imprimió un sello de encuentros y tertulias sin tiempo.

Rodrigo se alegra porque uno de los rescates que se hizo fue el del piano de media cola, un regalo de Sandro a Clásica y Moderna. “Tenían un piano vertical y Sandro les regaló este otro que es precioso y está en muchas fotografías”, narra.

Todo fue recuperado, restaurado y puesto en valor. Llevó su tiempo, con una inundación hace unos días que hubo que sortear con mucha ayuda: “Éramos 16 personas limpiando y poniendo a punto durante doce horas para llegar con la fecha de reapertura”, cuenta.

Un dato que emocionará a los habitués de Clásica es que “la librería está intacta”. Increíblemente, dice Raquel, todo estaba como si el espacio no hubiera permanecido cerrado tanto tiempo. Como si el espíritu de Natu se hubiera quedado cerca de lo que más amó en la vida –los libros– hay más de seis mil volúmenes en perfecto estado.

“No tienen olor a humedad, no fueron comidos por las polillas, la librería tuvo un ángel aparte porque se conservó tal cual, y no hubo que tirar ni un solo libro”, dice con expresión sorprendida.

Una de las anécdotas que la conmueven es que el último sábado, mientras se acondicionaba Clásica y Moderna para su reapertura, “pasaban los vecinos, no uno o dos, sino muchos, que nos decían que era una felicidad y una alegría que volviera Clásica. Eso me da mucha fuerza para seguir”.

Lo mismo le pasó con la reapertura de El Tropezón, que llevaba 34 años cerrado cuando Raquel puso manos a la obra. “Vi mucha gente llorando de emoción cuando reabrimos las puertas”, recuerda.

Dice Rodrigo que aún le queda por inaugurar -en marzo de 2024- otro espacio cultural que supo ser un hito de la noche porteña: el antiguo Teatro 35, en Callao y Corrientes. “Mi familia tiene un estacionamiento al lado y un día fui a ver la propiedad porque queríamos ampliarlo. Ahí me encontré con este antiguo teatro francés en un subsuelo. Allí debutaron Rodolfo Bebán, Virginia Lago, Norberto Suárez. Es otra joya y se va a llamar Albur, por la letra de la canción El corazón al sur, de Eladia Blázquez, porque lo mío es parte del azar, y ese es el significado de albur”.

A la cabeza de la restauración y puesta en valor de Clásica y Moderna –así como de Albur– está el reconocido arquitecto, artista visual y escenógrafo Alberto Negrin, y Ayelén Coto coordina el equipo que trabaja con Raquel Rodrigo.

A la inauguración asistirán el próximo secretario de Cultura de la Nación, Leo Cifelli; la ministra de Cultura de la Ciudad, Gabriela Ricardes; el filósofo Santiago Kovadloff –amigo de Natu Poblet– quien hará una interpretación con su trío Orfeo, y Sandra Mihanovich, que cantará Honrar la vida.

La flamante dueña del espacio dirá unas palabras “basadas en el agradecimiento a Dios y a la vida, que me pone estas cosas en las manos”. Previamente, sonará el Himno Nacional en la voz de un tenor. La magia de Buenos Aires reaparecerá el próximo lunes sobre avenida Callao casi Paraguay.

Susana Reinoso/Especial para Clarín

Compruebe también

Luciano Castro hace el unipersonal Caer (Y Levantarse) en Mar del Plata.

Luciano Castro hace el unipersonal Caer (Y Levantarse) en Mar del Plata.

En este último tiempo, es noticia casi todos los días. Y no precisamente por su …

James Brown usaba Ruleros vuelve al Sarmiento. Nos lo cuenta Marcos Montes

James Brown usaba Ruleros vuelve al Sarmiento. Nos lo cuenta Marcos Montes

Regresa este jueves al Teatro Sarmiento James Brown usaba ruleros, la excéntrica y polémica comedia de Yasmina …

Dejanos tu comentario