Tras la aburrida carrera en Suzuka, la Fórmula 1 recuperó las emociones en el Gran Premio de Bahréin, cuarta cita del año, en la que hubo varios equipos con razones para celebrar. El festejo mayor fue, sin dudas, de McLaren, que consiguió un doble podio por tercera fecha consecutiva, disfrutó con la victoria de Oscar Piastri y le sacó provecho al tercer lugar de Lando Norris, que se afianzó como líder del campeonato. Pero también se fueron con una sonrisa Mercedes, por el segundo puesto (con suspenso) de George Russell, y Ferrari, que fue más competitivo y empieza a ver la luz al final del túnel.
“Fue un fin de semana increíble, empezando por la clasificación de ayer y con el gran trabajo de hoy. Estoy orgulloso de mi gran carrera”, comentó Piastri, que consiguió su cuarta victoria en al F1 y la segunda de esta temporada, tras imponerse en la cita de Shanghai.
El australiano, poleman del sábado, dominó cómodamente, mientras detrás sus rivales se disputaban el resto de las posiciones. Ni siquiera peligró su liderazgo cuando el SafetyCar apareció en escena en la 32ª vuelta tras un toque entre Yuki Tsunoda y Carlos Sainz, que dejó la pista llena de pedazos de fibra de carbono del pontón derecho del Williams del español. En el relanzamiento, Piastri logró mantenerse adelante y se encaminó a un inobjetable triunfo.
Quien no la pasó tan bien en pista fue su compañero Norris, que tuvo una “carrera desordenada” con varios incidentes -recibió, por ejemplo, una penalización de cinco segundos por largar “fuera de posición”- y se quedó rápido sin chances de pelear por el primer lugar del podio.
“Fue una carrera dura y al límite. Cometí demasiados errores en los adelantamientos, estuve fuera de posición… Estoy decepcionado. Aunque tuvo algunos aspectos positivos, así que no me quejo”, dijo quien con el tercer lugar se confirmó como puntero y amplió la distancia con un Max Verstappen que vivió un día para el olvido.
Sin ritmo, con problemas en los frenos, mala estrategia de neumáticos y muchísimo tiempo perdido en las paradas en boxes, el neerlandés se tuvo que conformar con un sexto puesto, que lo relegó al tercer lugar del campeonato. Pero al menos pudo rescatar ocho puntos, que evitaron que Norris se alejara demasiado en la tabla.
“No esperaba que el ritmo fuera tan malo. Todo lo que podía salir mal, salió mal. La sexta posición era probablemente lo máximo que podíamos hacer”, dijo frustrado.
Insólito fue lo que vivió Russell. “Parecía que todo estaba bajo control y de repente empezamos a tener todo tipo de fallos”, contó el británico, que igual se las ingenió para mantenerse en la pelea toda la carrera. En un momento, desde el box de Mercedes le avisaron que se le iba a apagar el tablero y en otro, contó después, apretó el botón de la radio y se abrió el DRS, falla que lo tuvo en vilo porque fue investigada por los comisarios y amenazó con costarle el podio. Algo que finalmente no ocurrió.
Ferrari dio un paso adelante y vio como sus dos coches fueron protagonistas por momentos. Leclerc luchó por el podio, aunque finalmente no pudo con Norris. “Necesitamos más carga aerodinámica, más agarre”, dijo el monegasco, un poco decepcionado. Y Hamilton, que largó noveno y logró remontar hasta el quinto puesto, fue elegido como PilotodelDía. “Creo que ya descubrí qué estilo de conducción necesita este auto. Espero poder aplicarlo la semana que viene. Sé que puedo y lo haré”, se ilusionó.
De la alegría de McLaren a la esperanza de Ferrari, en el GP de Bahréin hubo emociones para todos.
LA ACTUACIÓN DE ALPINE
Con un sabor agridulce se fue Alpine de Bahréin, porque sumó los primeros puntos en la temporada de la mano de Pierre Gasly -y con una ayudita de Franco Colapinto, pero cerró el día con una nueva sanción a Jack Doohan.
“Le pagamos el sueldo, algo tiene que hacer”, bromeó Flavio Briatore cuando en ESPN le preguntaron sobre Colapinto.
El argentino pasó muchas horas el fin de semana en el simulador de la fábrica de Enstone y colaboró de esa manera para la puesta a punto de los coches, que rindieron bien en Sakhir.
Gasly fue séptimo y sumó 6 puntos, los primeros del equipo en el año. Y Doohan arrancó bien y llegó a estar noveno, pero no pudo sostener el ritmo y cruzó la meta 13°. Al final fue penalizado con cinco segundos por haber superado los límites de la pista -había sido sancionado ya dos veces en China- y cayó hasta el 15° puesto.
Clarín/Deportes