No existe el silencio en los lugares públicos de cualquier lugar del planeta si en escena aparece Lionel Andrés Messi. Acaso ese sea uno de los tantos precios a pagar por ser el mejor futbolista del mundo, posiblemente el mejor de la historia. Se hacen potentes los gatillazos de las cámaras de los fotógrafos cada vez que la Pulga toca la pelota en el picado de la práctica de la Selección en Ezeiza. Descansan las manos de los reporteros gráficos cuando el balón lo tienen otros, no importan que sean Enzo Fernández, Alejandro Garnacho o Lautaro Martínez. Que Leo genera magnetismo, se sabe. Aunque nunca deja de sorprender.
Se lo ve feliz a Messi jugando en una de las muchas canchas que tiene el predio que desde hace unos meses lleva su nombre. Y el entrenador Lionel Scaloni decidió mandar un claro mensaje para el afuera: dejó que los periodistas vean que el jugador de Inter de Miami está perfecto y que puede trabajar a la par de sus compañeros sin problemas. Así, pueden celebrar los más de 80.000 que pudieron conseguir entradas para el jueves: Leo será titular contra Paraguay en el Monumental.
No se vislumbraron rastros de la molestia en la cicatriz de la vieja lesión muscular en el isquiotibial derecho que lo marginó en el último mes. Leo corrió, las pidió a todas, gambeteó, chocó y no sé guardó nada cuando tuvo que patear al arco defendido por Juan Musso. Una peculiaridad: estrelló tres remates en los palos. Vale recordar que el rosarino sólo disputó 72 minutos desde que jugó contra Ecuador en el Monumental, el pasado 7 de septiembre. Ese poco rodaje con el que llegó al país planteaba la duda de cara al duelo de mañana. Pero Scaloni mandó el mensaje y la Pulga evidenció que está tan bien como siempre.
Sólo jugó 72 minutos desde su último partido con Argentina.
Una cuestión no menor para entender las ganas de jugar de Messi es el calendario flaco de partidos que le resta ahora que Inter Miami se quedó sin chances de ingresar a los playoffs de la MLS. Su equipo en Estados Unidos jugará las últimas dos fechas de la temporada regular contra el mismo rival, Charlotte FC. El primer duelo será en Miami el 18, un día después de que Argentina se mida contra Perú en Lima; es decir, no estará disponible. Leo sí podría despedirse el 21, en condición de visitante, aunque las posibilidades de que se suba tan pronto a otro avión son pocas.
En la Selección, por su parte, jugará el jueves 16 de noviembre contra Uruguay en la cancha de River y el martes 21 ante Brasil en el Maracaná. Será, sin dudas, un fin de año atípico para Messi, acostumbrado a jugar y jugar y a ponerse a punto desde lo físico a partir de la acumulación de juegos. ¿Influirá esto en el rendimiento de Leo?
“A Leo lo notamos con las mismas ganas siempre que viene acá. Quiere jugar y nosotros lo disfrutamos. Es el mejor jugador del mundo y cada vez que lo tenemos lo aprovechamos. Estamos contentos porque se recuperó de la lesión y porque lo tenemos para el partido contra Paraguay”, dijo Cristian Romero. “Leo está entrenando normal, calculo que jugará; el entrenador aún no dio el equipo”, sumó Nicolás Tagliafico. Y cerró: “Sabemos lo que es Leo para nosotros, pero también sabemos que cuando él no está el equipo sigue siendo intenso y trabajando de la misma manera. Es cierto que Leo te da el toque diferente, pero estamos muy bien. Hay que seguir así”.
Maximiliano Uría/Clarín-Deportes