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Ley Ómnibus: sigue el INCAA, desaparecerían el FNA y el Instituto del Teatro

La Casa de la Cultura, donde funciona el FNA, dejaría de funcionar como tal.

Javier Milei envió al Congreso el proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, la comúnmente denominada Reforma del Estado, entre los que incluyó la derogación del Fondo Nacional de las Artes y del Instituto del Teatro. En cambio, mantendrá el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) con modificaciones en su composición y financiamiento, propone cambios en la administración de las Bibliotecas Populares y reduce drásticamente el ámbito de participación del Instituto Nacional de la Música (INAMU).

El Gobierno reconfiguró el Ministerio de Cultura a secretaría y nombró allí al productor teatral Leonardo Cifelli, quien ya le había adelantado a Clarín que la cartera sufriría un “ajuste y reducción”.

Tal será el caso del Fondo Nacional de las Artes (FNA), creado en 1958 con el objetivo de “otorgar créditos destinados a estimular, desarrollar, salvaguardar y premiar las actividades artísticas y literarias en la República y su difusión en el extranjero”, según se indica en el decreto 1224/58. En la práctica, otorga becas, subsidios y préstamos y organiza concursos.

Funciona, hasta en tanto Milei consiga los votos para aprobar su derogación en el Congreso, como organismo autárquico en el ámbito de la Secretaría de Cultura con, según se consigna en el sitio oficial, “recursos financieros propios dispuestos en nuestra Carta Orgánica”, sumados a lo recaudado a través del gravamen denominado dominio público pagante, que se cobra por las obras una vez vencido el plazo de protección del derecho de autor. También percibe ingresos obtenidos por las tasas y multas de la Ley de Propiedad Intelectual, entre otros.

La noticia de la derogación del FNA llama la atención ya que se había designado al cineasta y escritor Javier Torre como director, en reemplazo de la gestora cultural Diana Saiegh, que ocupó ese cargo en la gestión de gobierno saliente.

El otro organismo que podría correr la misma suerte que el FNA es el Instituto Nacional del Teatro. El proyecto pide la derogación del organismo y la reasignación de los recursos humanos, presupuestarios y materiales con motivo de la derogación prevista. En el artículo 588 se precisa que esta reasignación estará a cargo del Poder Ejecutivo, pero no especifica el destino de los recursos.

El Instituto Nacional del Teatro fue creado por ley en 1997. Tiene como objetivo la promoción y apoyo de la actividad teatral. Goza de autarquía administrativa y funciona bajo la órbita de la Secretaría de Cultura. Laura Vinaya es su actual directora. Para el caso de las Bibliotecas Populares, el proyecto propone reducir la cantidad de categorías de clasificación de las bibliotecas; y percibir como beneficios solo “los subsidios que a tal fin defina el Congreso Nacional en su presupuesto” y derogar el Fondo Especial para Bibliotecas Populares.

A su vez, mantiene su organigrama en un presidente, un secretario y cinco vocales designados por el Ejecutivo, con la diferencia que de aprobarse la reforma, a excepción del presidente, el resto de los cargos serán ad-honorem.

En el INCAA

Milei definió mantener el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), para el cual aún no definió director. Durante la gestión de Tristán Bauer en el Ministerio de Cultura el INCAA mantuvo una guerra sin cuartel contra las plataformas digitales de streaming ya que nunca consiguió cobrarles de manera eficaz derechos de transmisión, lo que representó una importante pérdida para sus arcas.

Entre los principales cambios propuestos por la ley figura la reducción del Consejo Asesor que pasará de 11 a 8 miembros y que ya no representarán a distintas áreas de la industria cinematográfica, sino que serán designados a discreción por el director del instituto.

Se elimina, en tanto, la obligatoriedad de tramitar una autorización ante el INCAA que en la actualidad deben cumplir las empresas comercializadoras de películas que quieran difundirlas a través de otros medios audiovisuales, terrestres o satelitales.

A su vez, mantiene la obligatoriedad del INCAA de mantener la Cinemateca Nacional y una biblioteca especializada, pero elimina de este grupo a la prestigiosa Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), según se desprende del texto elevado al Congreso.

También propone cambios en la forma de financiarse del INCAA. Al 10% que se cobra sobre las entradas de cine le sumará partidas del Presupuesto Nacional y le retira el 25% de lo percibido por el Comité Federal de Radiodifusión que en la actualidad recibe.

Drástica reducción al INAMU

En tanto, el INAMU funciona en la actualidad como un ente público no estatal en el ámbito de la Secretaría de Cultura. A partir de la reforma enviada por Milei al Congreso, en caso de aprobarse, pasará a ser un organismo descentralizado bajo la órbita de la misma cartera y se financiará con partidas asignadas por la Secretaría de Cultura en el marco del presupuesto nacional.

Los mecanismos de promoción que podrá autorizar el INAMU serán de dos tipos, de acuerdo al proyecto. Con el objetivo de garantizar la libertad de la creación individual los subsidios para la actividad musical deberán hacerse mediante mecanismos equitativos con igualdad de acceso a todos los espectáculos musicales. En este sentido, los subsidios solo podrán tomar la forma de subsidio al espectador. Por otra parte, apuntan a garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso musical para lo cual se podrán otorgar subsidios a institutos de formación musical a través de concursos abiertos y por alumno.

A su vez, se eliminan las sedes regionales del INAMU y el Registro Único de Músicos Nacionales y Agrupaciones Musicales Nacionales; y la obligatoriedad de actuación de un músico nacional en conciertos de músicos o agrupaciones extranjeros.

La reforma de Milei propone derogar el Museo, biblioteca y archivo del Trabajo y del Movimiento Obrero Argentino creado por ley 24.905 en 1997 que tiene entre sus objetivos “testimoniar el esfuerzo humano cumplido en nuestras tierras desde las épocas primitivas hasta nuestros días”.

Su organización recae sobre una comisión ad-honorem integrada por representantes de cada una de las Cámaras del Congreso, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, del Ministerio de Cultura y Educación y del Movimiento Obrero Argentino. De todos modos, todo tipo de gastos que demanda son atendidos por el Ministerio de Trabajo.

Se deroga la Ley 14.800 sancionada en 1959 la cual dispone que en caso de demoliciones de salas teatrales, el propietario tiene la obligación de construir en el nuevo edificio otra sala con las mismas características. Se deroga la Ley 21.145 sancionada en 1975 que beneficiaba a actores, artistas y técnicos de compañías de teatro de reconocida idoneidad y antecedentes artísticos con la reducción del 50% sobre el precio de pasajes y fletes en las empresas estatales de transporte que utilicen para la realización de sus desplazamientos, y de tarifas especiales en hoteles que dependan del Estado.

Belén Papa Orfano/Clarín-Espectáculos

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