La adrenalina bajó y luego de ganar su segundo Rally Dakar en motos, Kevin Benavides descansa en Salta, donde en la noche del miércoles fue recibido junto a su hermano Luciano, quien terminó sexto en la carrera más dura del mundo en la que por primera vez pudo ganar una etapa (venció en tres). Se vivió una fiesta en la capital provincial donde ambos vibraron con el calor de su gente. Durante toda la competencia en Arabia Saudita Infobae estuvo muy cerca de ellos y en el avión que los trajo de regreso al país también habló con ambos.
Este medio compartió el vuelo AF 228 de Air France y unos minutos después del despegue pudo charlar de forma amena. Primero fue Kevin: “Cayendo más en la realidad. Sigo viviendo este sueño que es real. Siempre nos toca un viaje largo. Tratando de disfrutarlo y de ver cosas que durante la carrera no ve porque está muy enfocado. Viendo muchos mensajes y tratando de responder”.
Sobre la histórica definición en la que salió a descontarle a su compañero de equipo en KTM, Toby Price, sostuvo: “Fue épica. Haber salido detrás de Toby en la etapa no era fácil porque también es un piloto que cuando tiene que definir es fuerte. Me concentré en hacer mi carrera. Me levanté bien ese día, sentía internamente que lo podía hacer. Creía en mí. Dije ‘voy a salir a hacer lo que mejor sé hacer que es andar en moto’. Y ahí estuvo la clave, no pensar, hacer. Al final sabía que lo había hecho bien a pesar que fue una etapa muy difícil, técnica, con mucho barro. Fue muy complicada para definir una carrera. Pero cuando llegué sabía internamente que lo hice bien y que lo podía lograr. Hasta que tuvieron que pasar más de los 12 segundos de diferencia y ahí explotó toda la emoción”.
En confianza el piloto de 34 años reveló el por qué de una frase que se usa en la jerga de los motociclistas. Fue el ‘le chupe la … al diablo”, (segundo video) que se lo reveló al chileno Pablo Quintanilla y al francés Adrien Van Beveren, ambos referentes de Honda, y tiene que ver con el peligro al que estuvo expuesto en la definición. “Es un dicho porque varias veces fui a fondo y tuve sustos. Tuve que darlo todo. Fue una carrera en la que fui bastante conservador sobre en las etapas sobre cómo posicionarme. En los últimos días lo di todo y ganando y en la última fui a un 110 por ciento mío. Con mucho susto porque el terreno cambió mucho, había barro, estaba muy complicada la pista, muchas huellas porque habían largado en orden inverso, sabíamos que había problemas con el barro”, explicó.
Confesó que en la previa el resultado suyo y el de Luciano “eran inimaginables”, aunque aclaró: “Trabajé mucho para poder conseguirlo. Obviamente que luego estamos en el Dakar, que tiene vida, es una carrera, como dice mi psicólogo (Gustavo Ruiz), que uno va aprendiendo a leerla y verla. Mi hermano estaba muy fuerte, yo también. Yo gané dos y logré mi segundo Dakar. Mi primer triunfo con KTM. Muy poca gente sabe del sacrificio que esto lleva y que es diario. Me entreno cuatro horas diarias. No sé cuánto tiempo me va a llevar caer en esto, pero quiero disfrutarlo”.
En tanto que Luciano sostuvo: “Fue una carrera increíble para mí. Fue mi mejor Dakar, por lejos. Haber logrado tres victorias en etapas no me lo imaginaba antes de largar. Si bien el resultado final fue sexto, como el de 2020, este año lo superé por rendimiento. Fue el año más competitivo de todo el Dakar. Quedé a 20 minutos de la punta y después de tantas horas (más de 44) es muy poco tiempo”.
Antes y durante la carrera, el menor de los hermanos hizo énfasis en el aspecto mental, algo le permitió pegar un salto de calidad: “En una carrera como esta el tema mental es el 60 por ciento. Realmente tenés que estar muy fuerte de la cabeza porque si no la carrera que va ganando y te va comiendo. En cuanto dejaste que te coma un poco, te aplasta. Tenés que estar muy bien, con la idea clara, estar muy frío y saber cuándo la cabeza está pensando en otra cosa, en otro piloto, el resultado. Cuando decís ‘estoy cansado’, chau, estás mal y cuando uno está cansado hay un porcentaje más que se puede dar y en esta carrera vas descubriendo eso, cuánto sos capaz de mantener y lograr cuando el cuerpo y la mente y todo el contexto que tiene el Dakar. Siento que en esa parte es lo que más crecí en este Dakar”.
“Estoy con mucha confianza y madurez. Me hubiese gustado estar más adelante, pero estoy tranquilo porque va a llegar ese podio y ese título que tanto quiero. Trabajamos mucho para esto con Kevin”, agregó.
“Fue durísima esta edición con muchas horas, calor, frío, cansancio, todo extremo y encima tanta competencia con tantos pilotos con tiempos parejos y cuando te equivocabas un poco la pagabas muy caro. Eso me pasó la primera semana con un poco de desconcentración ese primer día y después también el día cinco. Pienso que también es un poco normal por la edad, traía mucha expectativa antes de la carrera y no estar tan enfocado en mí y no en otras cosas. Di vuelta la página y fue increíble. Gané tres etapas, casi cuatro por la que me penalizaron”, culminó.
Cabe recordar que Kevin lidera el Campeonato Mundial de Rally Raid cuya primera fecha fue en el Rally Dakar. Defenderá la punta del certamen del 26 de febrero al 3 de marzo en el Abu Dhabi Desert Challenge. El certamen se compone de cinto eventos y uno de ellos serán en la Argentina, del 26 de agosto al 1 de septiembre y culminará en Salta, donde ahora los hermanos Benavides disfrutan de unas merecidas vacaciones.
Darío Coronel/infobae.com-Deportes