
Santiago García fue el culpable de devolverle la sonrisa a Godoy Cruz en el Malvinas Argentinas y de profundizarle la crisis a Huracán. El Morro fue decisivo con sus intervenciones en las que demostró su enorme calidad. Hizo uno de zurda e hizo hacer el segundo con una asistencia de primera a su compatriota Miguel Merentiel. Cortó con una racha de 416 minutos sin convertir del Tomba y frenó la hemorragia de cuatro derrotas consecutivas. El Globo elevó su mal momento a nueve encuentros sin ganar, con seis caídas y tres empates.
Ese festejo en el clásico ante San Lorenzo fue el último de los de Parque Patricios en la Superliga. Lejos quedó esa alegría y hoy el panorama es más sombrío. Más allá de las ganas y buen manejo de Rodrigo Gómez, a Huracán le cuesta muchísimo ser punzante y llegar al gol.
El que estuvo encendido en la noche mendocina fue García. Y estuvo secundado por Merentiel. En el epílogo de un primer tiempo parejo en el que hubo situaciones repartidas, Merentiel la armó y el Morro definió cruzado abajo para romper el cero.
Antes de que se cumpliera el minuto del complemento, García le devolvió a Merentiel una pared magistral para que liquidara la cuestión. El descuento de Juan Vieyra sobre la hora (golazo de tijera) sólo le puso suspenso a los segundos finales.

Todos hablan del Clásico de Avellaneda, pero Arsenal tampoco pudo 11 contra 9. Empató 1-1 con Talleres, en Sarandí, en un partido dramático y repleto de emociones desde los minutos iniciales.
En el Viaducto, el equipo de Córdoba logró abrir el marcador con un gol de rebote del brasileño Guilherme Parede tras el remate que le desvió, desde los doce pasos, Daniel Sappa a Franco Fragapane. La ventaja parecía posicionar en el sendero de la victoria a los cordobeses, pero la expulsión de Diego Valoyes a los 40 minutos del primer tiempo marcó un quiebre. A partir de ese momento, Talleres apostó a replegarse cerca de Guido Herrera y tener alguna contra en los pies de Fragapane o Jonathan Menéndez, que quedaron muy aislados.
El primer tiempo tuvo un ritmo frenético en el que la mitad de la cancha fue una zona de transiciones rápidas. La pausa y elaboración no fue una de las características que resaltó en las ideas de Arsenal y Talleres, al punto de que ambos conjuntos contaron con diversas chances para abrir el marcador. Pero la contundencia es una parte esencial de este juego y allí fue donde los dirigidos por Alexander Medina se hicieron fuerte al cabo de los 45 minutos iniciales.
En el segundo parcial, Juan Manuel García aprovechó un centro desde la derecha y puso el empate para los locales, que aspiraban a lograr los tres puntos para quedar en la zona de clasificación de Copa Libertadores. Con el 1-1, Talleres intentó hilvanar algunas embestidas individuales que generaron Fragapane y Menéndez, pero las buenas intenciones se fueron desdibujando por el cansancio que conllevaba jugar con 10 jugadores.
Todo se puso más cuesta arriba, ya que Leonardo Godoy- lateral derechovio la tarjeta roja por doble amarilla y debió abandonar el duelo a falta de 15 minutos para que finalizara el partido. Quedarse con nueve hombres no fue la única complicación para la T: Darío Herrera cobró penal de Rafael Pérez, en una contra comandada por García. Pero el punto para Tallares se sostuvo en las manos de otro Herrera, Guido, su arquero, quien se transformó en héroe y figura, luego de desviarle el disparo a Nicolás Giménez desde los doce pasos y más tarde, taparle un mano a mano al número nueve del Arse.
Los de Rondina dejaron pasar la posibilidad de alcanzar a Argentinos Juniors en la pelea por los puestos de clasificación a las copas, mientras que Talleres siguen sin poder ganar y cada vez parece más lejos del sueño internacional.
Clarín/Deportes