Fue la mujer más poderosa de Hollywood. Y es argentina. Cuando Victoria Alonso quedó desvinculada de Marvel, en marzo de 2023, la sorpresa fue generalizada. Ocupaba el rol de presidenta ejecutiva de producción física, postproducción, VFX y animación en las oficinas de Marvel Studios, y entre los motivos de su alejamiento primero se argumentó que algunos efectos visuales de las últimas producciones no habían tenido la calidad esperada. Y tan solo ocho días después de la entrega del Oscar, donde compitió Argentina, 1985, coproducida por ella, fue supuestamente despedida por incumplimiento de contrato al producir la película de Santiago Mitre, según publicó Variety.
Desde entonces, la productora nacida en La Plata no dio ninguna entrevista. La productora estuvo en José Ignacio, Uruguay, participando del JIIFF (José Ignacio International Film Festival) y accedió a conversar con Clarín.
-¿Qué estuviste haciendo desde la última vez que nos vimos? Fue un día antes de… –
… la entrega del Oscar. Fue un momento muy lindo. Y representamos de la mejor manera que pudimos, pero no trajimos el tercero (se refiere al tercer Oscar, tras los ganados por La historia oficial y El secreto de sus ojos). Pero bueno, ahí vamos. No importa: ahora, el año que viene, te prometo que sí.
-Epa, ¿por qué tanta seguridad?
-Porque estoy determinada a nunca más quedarme en el pasillo de los Oscar, con ganas… Yo me había levantado, porque estaba en el asiento del medio. Y cuando la vi a Salma (Hayek) y a Antonio (Banderas) ahí arriba (del escenario, para anunciar el premio a la mejor película internacional), dije “Ya está, ¿cómo no va a ser nuestro?”. Te imaginás, yo en mi cabeza me había hecho toda la película.
-Sí, claro. No fuiste la única.
-Y estaba ahí, lista para correr e ir a buscarlo. Y en lugar de correr para ese lado, corrí para el otro. Y me fui al bar. Y mirá que no tomo alcohol.
-¿Qué estás produciendo?
-Estoy haciendo un montón de cosas. Nada que vayamos a anunciar ahora. Sí puedo adelantar una película, Baton, que estoy haciendo con Danny Ramírez. Danny está actuando en la nueva de Capitán América. Pero Danny va a dirigir Baton y va a ser su ópera prima.
-Y también la va a protagonizar.
-Actúa, es el personaje principal. Es una película que hacemos en asociación con David Beckham y su compañía productora. Y es una película de fútbol, sobre una hermana y un hermano y su recorrido para ser atletas, y cómo pueden llegar a tener el éxito frente a todas las barreras de la vida.
-Tenés una productora, ¿no?
-Yo no anuncié nada. Sí, la tengo. Cuando tenga todo organizado va a ser un gran anuncio. -Pero esa productora tiene que ver con esto que estás planeando, para hacer que Argentina gane su tercer Oscar. -Sí. Estoy determinada, quiero ganar, ¿eh? Yo quiero que Argentina gane el Oscar todos los años. No voy a parar. Me parece que nos quedamos en el altar, sin la novia.
-…
-Me dolió mucho. Argentina, 1985 se lo merecía. Por lo que era la peli, por lo que decía, por lo que representó para nuestro país, para nuestra juventud, para nuestra gente, para las Madres, para las Abuelas. Lo que representaba a nivel sociedad, ni siquiera por lo político. Hubiera sido el moñito del regalo. Pero tuvimos un regalo muy lindo, una película que abrió la conversación, y el haber podido abrir ese tipo de conversación para las nuevas generaciones fue algo gigante.
-Contame qué estuviste haciendo desde ese momento hasta el presente.
-He jugado al tenis, mucho. Yo juego de tres a cuatro veces por semana, 2.500 pelotas por sesión.
-Epa, epa, epa. ¿Algo más?
-Y escribí un libro. Va a salir en algún momento. Tampoco te lo puedo decir. Es un libro muy lindo. Y si todo sale bien, vamos a estar en Buenos Aires. He descansado y he planificado cosas muy lindas. Se vienen cosas muy diferentes. La versión Victoria Alonso 2.0 va a ser una versión muy linda.
-¿Estás pensando reinventarte como productora?
-No sé si reinventarme. Uno es quien es, pero sí. En nuestras películas en Marvel había ciertos temas debajo de la capa y detrás del escudo, pero ahora no voy a hacer películas de superhéroes y todas tienen temas que me interesan, me inspiran, me conmueven. Y es lo que va a sentir el resto de la audiencia. Los temas que me importan son de tipo global. Tengo una mirada con respecto a quiénes somos como seres humanos, lo que significa el factor humano dentro de la cotidianidad de ciertas cosas, sea algo ordinario o extraordinario.
-Fuiste una precursora de promulgar la diversidad en producciones de entretenimiento masivo. ¿Cuál es la situación hoy en Hollywood? También está Emilia Pérez, con sus 13 nominaciones al Oscar. ¿Cómo ves todo esto?
-Emilia Pérez es un éxito total. Acabo de estar con el director, con Jacques Audiard, y con Karla Sofía Gascón, que están acá en el JIIFF. Es una película muy audaz, que se permitió abordar temas muy grandes. Y darle visibilidad a eso es un gran regalo para la audiencia. Aunque Hollywood está dando medio paso para atrás en lo que es la inclusión de ciertas cosas. Pero no creo hayamos vuelto a 1960.
-¿Tiene que ver con la llegada de Trump a la presidencia? ¿Te referís a la política o estás hablando de algo más en particular?
-Es Hollywood en particular. Hemos pasado por situaciones muy intensas y dolorosas, como fue el Covid, como las dos huelgas por las que estuvimos diez meses sin trabajar. Y hay mucha gente que ha tenido que irse de las casas donde estaban, especialmente en California, ahora por los incendios. Entonces quizás la audiencia en este momento lo que quiere ver es una película un poco más liviana, una comedia, una película de acción. Y quizá no quiera pensar tanto. Y eso es lo que la gente está comprando.
-¿Se retrocedió en términos de inclusión?
-Un gran logro es haber llegado a un lugar en donde ya no entra en la conversación el “tenemos que incluir”, porque el protagonista ya es hispano, ya es sordomudo o es una mujer. O sea que ya está. Hemos creado una pista por la que podemos contar historias. Pero sí creo que en este momento la gente no está preparada para hablar de temas tan densos, y da ese medio paso para atrás que me parece que estamos dando.
-Ya se van a cumplir dos años desde que te fuiste de Marvel. ¿Qué te quedó?
-Estuve ahí 18 años y lo recuerdo todo con muchísima alegría. Con muchísimo amor. Una de las cosas que no extraño es el hecho de que ahora puedo dormir más de 4 o 5 horas por día. Extraño el estar constantemente saltando de una película a la otra, algo que también tiene su desgaste. Pero bueno, si todo sale bien, con todo lo que vengo planeando, me parece que voy a volver a ese trajín muy, muy rápido. Y en la próxima entrevista me vas a preguntar “¿Qué extrañás de tu tiempo de descanso?”, y te voy a decir lo mismo. Te voy a decir dormir, dormir más y dormir menos.
-¿Seguís viviendo en Los Ángeles?
-Sí, entre el humo y las cenizas en este momento.
-¿Los incendios te afectaron?
-No. Bueno, tengo amigos que han perdido todo, y es un dolor muy grande el que, además, la ciudad entera, y esto no es metáfora, está en llamas. Ha sido un momento aterrador, apocalíptico, muy de esas cosas que Hollywood trata de recrear en las películas. Y nos tocó vivirla. Hace mucho que me radiqué en Los Ángeles y nunca viví un momento tan aterrador.
-¿Cómo quedó tu relación con la gente de Marvel?
-Yo quiero mucho a esa gente.
-Supongo que igual quedaste dolida por cómo terminó el vínculo.
-Yo sigo siendo eternamente agradecida por todo lo que me dio el estudio, Marvel, Disney, las historias, los por superhéroes. nada del mundo. No lo Crecí, cambiaría aprendí y creo que el nuevo capítulo es muy lindo e importante para mí. Hay que tener actitud y gratitud.
-Y vos tenés las dos.
-Actitud, la tengo. Y gratitud, diez veces más. Estoy eternamente agradecida de haber podido tener el lugar que tuve por el tiempo que tuve. Contar las historias que contaba. Y haber podido crear con el nivel que tuvimos. -Supongo que te habrá sorprendido el final de la relación. No te esperabas eso… -Mirá, como dice Iron Man, “part of the story…” ¿Cómo que es que dice?
-“Parte del viaje es el final”.
-Claro, es parte de todo. Todo tiene un final. Todo termina. Y uno tiene que mirar y ver el camino. Y te das cuenta de que a veces las cosas terminan, y está bien. Yo, muy agradecida de haber tenido mis dieciocho años allí, ¿eh? De haber podido llegar dónde llegué. De llegar a una posición que ninguna mujer había tenido. Ninguna argentina, obvio, tampoco.
-Exacto.
-El poder habernos representado y haber tenido el privilegio de hacer Argentina, 1985 y de llevarnos a ganar un Globo de Oro, de ganar el Goya, de tener la nominación al BAFTA, la misma nominación al Oscar. Es una trayectoria hermosa, y continúo en la gratitud de haber tenido esa posibilidad. Es algo que me enorgullece y agradezco profundamente.
-¿Cómo te llevás con las redes sociales? No publicás nada vinculado al cine.
-Nunca puse mucho en las redes. Todo lo que yo hacía en cine, había una máquina que lo ponía. Y como yo no soy actriz, tampoco necesito ponerlo. Cuando llegue el momento, cuando haya que poner algo de marketing, lo ponemos y ya. Entiendo que las redes tienen que existir, pero no han sido mi herramienta.
-Cahiers du Cinema les preguntaba a los directores por qué eran directores. Quería preguntarte por qué sos productora.
-Me encanta el grupo, el equipo. El equipo de desarrollo, el equipo de producción, el equipo de filmación. Me encanta el equipo de postproducción. Yo soy diez veces mejor como persona cuando estoy en equipo. En la parte de tener la visión general que tienen los directores y las directoras, no es como yo me veo. Pero sí tengo la capacidad de ver el paquete de lo que es la peli, toda junta, de la mano de una directora o un director, y tener esa colaboración creativa. Producir y contar historias y poder llegar a las casas de cierta gente a la que por ahí no se hubiera llegado de otra manera, para mí es un privilegio.
Entrevista de Pablo O. Scholz/Clarín-Espectáculos