Se quedó con las ganas de sumar el cuarto título de su carrera Diego Schwartzman. El 14° del ranking y máximo favorito perdió en la final del Abierto de Córdoba (546.355 dólares; polvo de ladrillo) ante el chileno Cristian Garín (tercero), que levantó una desventaja de un set en contra y terminó imponiéndose por 2-6, 6-4 y 6-0 en un duro partido que se extendió por dos horas y cinco minutos.
A puro quiebre arrancó la final en la cancha principal del estadio Mario Alberto Kempes. Un break por lado dejó el marcador 1-1 tras los dos primeros games. Pero con el aliento de la gente el argentino se agrandó, hilvanó otros dos quiebres consecutivos para adelantarse 5-2 y luego cerró el set con su saque.
En el segundo parcial el juego se emparejó y el partido se transformó en una batalla mental que terminó ganando Garín. Porque el 31° del ranking aguantó la presión de estar abajo en el resultado y sacó una ventaja de 4-2 al quebrar en un game caliente en el que discutió por un fallo del umpire con su adversario.
Schwartzman intentó levantar a la gente para hacer valer la localía y pudo recuperar el break, justo cuando Garín sacó para el set, y así se acercó al 5-4 en el marcador. Pero el ganador no acusó el golpe, le quebró el saque otra vez en el juego siguiente y llevó la definición a un tercer capítulo.
En el parcial decisivo Garín -campeón el año pasado en Houston y Munich, sus dos únicos títulos hasta el de ayer- arrancó en ventaja. Se quedó con dos largos games de saque de Schwartzman y así sumó otros dos quiebres consecutivos para adelantarse 4-0.
Muy sólido con su drive y muy concentrado, dominó en ese último set a un Schwartzman que se desmoronó de a poco y no encontró la forma de volver a meterse en el partido.
El perdedor no pudo sumar un nuevo título luego de los que conquistó en 2016 en Estambul, en 2018 en Río de Janeiro y el año pasado en Los Cabos. Y tampoco pudo pegar un salto en el ranking ya que los puntos que se pudo haber llevado si levantaba el trofeo le habrían permitido ubicarse 11° desde hoy.
Por ahora su posición en el ranking no cambiará, aunque su buena semana en Córdoba -más allá de la derrota, alcanzó una nueva final y mostró un buen nivel- le permitió agrandar su cosecha de puntos e ilusionarse con alcanzar ese ansiado top 10 en un futuro cercano.
¿Podría cumplir ese objetivo sobre el polvo de ladrillo del Buenos Aires Lawn Tennis Club? Sí, aunque para eso deberá coronarse campeón y aún así no dependerá de sí mismo.
En Buenos Aires defenderá los 150 puntos de la final del año pasado, en la que perdió ante Marco Cecchinato. Suponiendo que pueda conquistar el título, alcanzaría los 2.425.
Eso le serviría para llegar al 11° lugar siempre que el italiano Fabio Fognini (en ese puesto, con 2.400) y el español Roberto Bautista Agut (12° con 2.360) no sumen demasiado en Rotterdam. Pero no para desplazar al belga David Goffin, que está décimo con 2.600 unidades y como no defenderá nada esta semana podría sumar mucho en el torneo holandés.
Sin embargo, si el francés Gael Monfils no se corona en Rotterdam, donde defenderá el título, perderá 500 puntos. Así, quien está noveno con 2.860 quedaría con 2.360 unidades, no podría sostener su lugar entre los mejores diez tenistas del mundo y abriría la puerta para el ingreso de Schwartzman.
¿Podrá el porteño sacudirse rápido la bronca por la dura derrota en la final de Córdoba ante Garín, dar vuelta la página y conquistar el título de Buenos Aires que además vendría con yapa? Se verá.
Clarín/Deportes