
Vélez logró una victoria clave ante Liga de Quito que le permite mantener sus chances de clasificación a octavos de final, que conseguirá el próximo miércoles si le gana a La Calera y el equipo ecuatoriano no vence a Flamengo.
El comienzo furioso, intenso, dominador del equipo de Mauricio Pellegrino no encontró el premio del gol en el lo inmediato. Estuvo muy cerca, a los cinco minutos, cuando Quinteros intentó rechazar y lo bajó a Janson. Thiago Almada se hizo cargo del penal y el remate pegó en la base del poste.
Vélez no se desesperó por la falla, por el contrario, siguió muy concentrado en la búsqueda del objetivo. Fueron 25 minutos de mucha superioridad, con Guidara y Ortega subiendo siempre por los laterales y un equipo ecuatoriano muy retrasado, intentando meter al menos una contra.
Bajó la presión el equipo local, emparejó Liga, pero siempre lejos del arco de Hoyos. Apenas un remate desde lejos y desviado tuvo en la primera etapa. Durante un buen rato, el cerrojo defensivo visitante funcionó (llegó a tener seis hombres atrás) y entonces Vélez no fue tan profundo.
Lo tenía relativamente controlado Liga, pero una doble falla de Picante Muñoz le permitió a Vélez encontrar el gol que merecía por ese dominio inicial. Primero, el delantero desperdició una buena chance ofensiva por intentar una gambeta más. Y después, dio un mal pase hacia atrás que terminó en el festejo de Almada. La pelota le quedó a Lucero, profundizó para Janson, quien de memoria metió el pase hacia atrás y la joya de Vélez definió con un derechazo certero.
Vélez no tuvo la misma intensidad en la parte final. De a poco la Liga comenzó a acercarse al arco de Hoyos, con buenas proyecciones de Quintero, quien una vez se metió en el área pero definió mal y después forzó varios tiros de esquina en favor de su equipo.
El Fortín, más retrasado, tenía intenciones de resolverlo de contra. Pero se repetía en imprecisiones, con un evidente bajón futbolístico de Almada, quien preocupó a los 20 minutos cuando se quedó clavado contra el césped. Esta vez Pellegrino no esperó para los cambios. Envió a la cancha a Centurión por Almada y a Brizuela por Bouzat.
Ricky pagó con creces la confianza del técnicor. Mulet, siempre bien ubicado, cortó rápido una salida rival, cedió a Centurión, quien metió la pared con Guidara y se metió en el área, enganchó, esperó y el centro para la cabeza de Janson se transformó en el segundo de Vélez.
La tranquilidad del 2-0 duró poco. La Liga se repitió en centros al área local y en un rebote la pelota le quedó a Zunino, que descontó. Se animó la visita a buscar el empate con el mismo desorden e ímpetu. Pero la tranquilidad para Vélez llegó tras el regalo de Ordoñez a Mancuello, quien marcó y cerró victoria importante.
Oscar Barnade/Clarín
LANÚS Y NEWELLS QUEDARON CERCA DE LA DESPEDIDA
Cuando se sorteó la Copa Sudamericana, Lanús supo que su grupo se lo iba a debatir mano a mano con Gremio de Porto Alegre. En la Fortaleza, hace un par de semanas, los brasileros ganaron 2-1. Y ayer, en una suerte de revancha, también se volvieron a imponer, esta vez por 3-1, y quedaron a un paso de clasificar a los octavos de final: debe sacar tan solo un punto de los 6 que le quedan en juego para pasar a la siguiente ronda.
Dos cabezazos fueron los que sorprendieron a Lanús en los primeros minutos del juego. Iban apenas 2 minutos cuando Matheus Henrique entró en soledad al corazón del área para mandar a la red un centro de Ferreira desde la izquierda. Logró empatar Guillermo Burdisso con un cabezazo al ángulo luego de un córner de De La Vega, pero otra vez durmió la defensa de Lanús y Ferreira conectó un envío desde la derecha y cabeceó casi en las narices de Morales. Todo eso sucedió en algo más de 20 minutos. En el tiempo restante, Lanús le jugó de igual a igual a Gremio, aunque la sensación de superioridad fue muy grande a favor de los brasileros.
Y esa sensación se profundizó en la segunda etapa, cuando los locales se plantaron para contragolpear. Intentó Lanús, con más corazón que ideas, pero las ilusiones se le esfumaron a los 32 minutos, cuando Ferreira -el mejor de la cancha- tocó al arco sin arquero tras un pase de Diego Souza, que arrancó un pasito adelantado.
Cayó Lanús ante un rival superior y fue justa la derrota. Poco pudo hacer ante Gremio, uno de los grandes candidatos. Ahora, el Grana depende de un milagro: debe ganar los dos y que los brasileños pierdan también.
La derrota de Newell´s en Asunción dejó al conjunto de Germán Burgos sin otro de los objetivos que tenía en el semestre. Es que con la caída quedó tercero con 4 puntos, por detrás de su rival de anoche por lo que su sueño continental se diluyó, aunque todavía le resten dos fechas por jugar (ambas como local) y la matemática todavía no lo termine de eliminar.
El tempranero gol de Carlos Ferreira golpeó el ánimo y el entusiasmo de un equipo que cerró la Copa de la Liga con una dura derrota en el clásico ante Central. Así, solo le queda apostar a la Copa Argentina ante Sarmiento de Junin.
Clarín/Deportes