
Del hotel al club y del club al hotel. Bajo un estricto protocolo de prevención del coronavirus y aislados en una burbuja sanitaria, Los Pumas se entrenan para el debut en el Rugby Championship, que será el 7 de noviembre ante Sudáfrica en Brisbane. Lo curioso es que no están en Argentina sino en las afueras de Montevideo, alojados al lado del aeropuerto internacional de Carrasco.
Tras volver a las prácticas a mediados de agosto y luego de un par de semanas complicadas por los positivos de varios jugadores, el seleccionado argentino de rugby se instaló en tierras uruguayas donde los jugadores pudieron retomar los entrenamientos de contacto y las prácticas de partido, importantes para llegar de la mejor manera al primer compromiso en el torneo que reúne a las cuatro potencias del hemisferio Sur.
¿Cómo funciona esa burbuja? Los Pumas están alojados en el hotel Hampton by Hilton, el mismo en el que se concentra Argentina XV de cara al Torneo Cuatro Naciones sudamericano aunque los dos equipos no tienen contacto entre sí. Los dirigidos por Mario Ledesma usan un comedor y un gimnasio sólo para ellos.
Los entrenamientos los realizan en doble turno en Old Christians, el club que quedó en la historia por el llamado “Milagro de los Andes”. El 13 de octubre de 1972 un avión con 40 jugadores de Old Christians y familiares además de cinco tripulantes se estrelló en la cordillera. El rescate se abandonó, pero 72 días después 16 sobrevivientes fueron salvados y a partir de ahí transmitieron un mensaje de hermandad inolvidable.
El traslado ida y vuelta de Los Puron entre los lugares de alojamiento y entrenamiento, el único permitido para no romper la burbuja, lo realizan en un micro propio. Y tanto jugadores como cuerpo técnico se cuidan permanentemente con barbijos -Ledesma y su staff incluso los usan durante las prácticas- y alcohol en gel.
“Estamos felices de estar en Uruguay y de que haya un montón de chicos nuevos que están haciendo un gran papel en el plantel. Hoy es todo alegría porque tenemos la oportunidad de entrenar y estar en una cancha de rugby junto con amigos y compañeros. Hoy nos damos cuenta de los privilegios que tenemos”, comentó Jerónimo de la Fuente.
Antes de tomar el barco para cruzar el río de la Plata, todos los integrantes de la comitiva se realizaron los tests de coronavirus y todos diemas negativo. Los controles los repiten en Montevideo cada tres días y no hubo nuevos contagios.
El grueso del plantel llegó el 21 de septiembre. Días después se sumaron Julián Montoya, Domingo Miotti y Sebastián Cancelliere, los últimos jugadores que habían dado positivo durante las semanas de entrenamiento en Buenos Aires.
Ellos transitaron la enfermedad sin síntomas, cumplieron con los 14 días de cuarentena y tras dar negativo en los nuevos PCR recibieron el alta epidemiológica y cardiológica. Y el viernes partieron luego de dar negativo en las nuevos controles.
“Estamos contentos de poder acomodar todo un poco después de casos positivos de coronavirus en el plantel. Ahora, con todo el equipo junto, es mejor porque podemos entrenar y trabajar más en detalles”, contó Emiliano Boffelli, uno de los que tuvo Covid-19.
Y agregó: “Ahora hay que enfocarse en la parte mental. Estamos laburando en células, en lo que es semi ataques, y viendo un poco el plan de juego que vamos a desarrollar”.
Sin fecha confirmada para el viaje a Australia, allí se sumarán los europeos. De la Fuente aseguró que ello dará una inyección de energía. “Ellos se mueren por estar con nosotros. Hablamos mucho. Están volviendo al nivel que supieron tener. Cuando nos juntemos van a darnos una inyección anímica y deportiva. Van a traer aire fresco para seguir preparándonos lo que viene”, anticipó.
Clarín/Deportes