A los 39 años y en su quinto Mundial, fue la figura del triunfo de Argentina sobre Nigeria, en China. Y se convirtió en el segundo goleador histórico de los mundiales, detrás del brasileño Oscar Schmidt.
Luis Scola agranda su leyenda. A los 39 años, en su quinto Mundial de básquetbol, el capitán de la Selección argentina fue la figura en la victoria por 94-81 sobre Nigeria y, gracias a los 23 puntos que anotó, subió un peldaño más entre los mejores de la historia de este campeonato. Es que Luifa, emblema de la inolvidable Generación Dorada, se transformó en el segundo goleador histórico en Mundiales, porque con 611 puntos superó los 594 que acumuló el australiano Andrew Gaze entre España 1986 y Grecia 1998. Arriba suyo sólo aparece el brasileño Oscar Schmidt, inalcanzable porque anotó 906 tantos en los 34 partidos que disputó en seis Copas del Mundo, entre Filipinas 1978 y Grecia 1998.
“Estoy emocionado. Es algo importante, porque me da una perspectiva de que conseguí mantenerme en un nivel alto durante mucho tiempo y eso es bueno”, reconoció Scola.
Aunque también afirmó: “Siento que no es el momento para disfrutar de estas cosas. Ahora estamos viviendo cosas importantes y tenemos otros objetivos. Pero en un par de semanas, tal vez en un par de años, voy a mirar para atrás y voy a pensar ‘Oh, Dios. Pude superar a este tipo’”.
Scola llegó además a los 35 partidos mundialistas, para superar por uno a Rubén Wolkowyski, quien disputó cuatro Copas del Mundo, y convertirse en el argentino que más veces jugó en este torneo.
Ya en el debut con un sólido triunfo ante Corea del Sur, el sábado, había conseguido el récord en cantidad de Mundiales para un argentino (5) y había igualado a Fabricio Oberto en cantidad de rebotes (224), cifra que superó para llegar a 234 con los 10 que logró ayer en el duelo contra los africanos.
Inoxidable, Scola parece tener cuerda para rato. Pero eso no quiere decir que el jugador surgido en Ferro y que pasó luego en España, la NBA y China sueñe con mejorar la marca de Oscar Schmidt.
El logro de Scola fue celebrado por el mundo del básquetbol. Uno de los primeros en felicitar al argentino fue Gaze, que está presente en China como comentarista para un sitio web que transmite los partidos en vivo.
“Ha sido un jugador fantástico por muchos años. Es un día triste para mí y grandioso para él. Es un campeón. Se dedicó a la Selección por muchos años y no puedo estar más feliz por él”, comentó el australiano. Y bromeó: “Por cierto, le llevó cinco Mundiales llegar a esta marca; a mí, sólo cuatro».
Las palabras llegaron a oídos de Scola, quien afirmó: “Él no lo sabe, pero cuando en 1990 jugó el Mundial en
Si tuviera la chance de superar a Oscar como máximo goleador en Mundiales, una parte de mí no querría hacerlo porque le gustaría que él siguiera arriba. Es mi gran héroe”. Luis Scola
Argentina, yo estaba ahí viéndolo. Soy un gran fanático suyo. Creo que es uno de los más grandes de todos los tiempos. Es muy importante para mí tener la chance de poner mi nombre junto a Gaze y otros grandes jugadores”.
“Es una bestia el loco éste”, comentó tras el partido Sergio Hernández, entrenador del seleccionado argentino, con la emoción todavía a flor de piel. Más tarde, reflexionó: “Tiene 39 años, pero se levanta cada mañana y trata de mejorar cada día más. Trabaja más que nadie. Antes de la pretemporada, él se entrenó por su cuenta durante 14 semanas en su casa en el campo, donde tiene su propia cancha. Así lidera con el ejemplo, no con las palabras. Todos los equipos necesitan un líder como él”.
Desde las redes sociales, también llegaron saludos y palabras de admiración para el capitán. “¡Segundo goleador histórico en Mundiales! ¡Una bestia! ¡Felicidades y gracias, Capi!”, escribió en Twitter el bahiense Emanuel Ginóbili.
Y Alejandro Montecchia, otro de los integrantes del equipo campeón olímpico en Atenas 2004, comentó: “¡Y Luis Scola la sigue rompiendo! #Eterno”.
Clarín/Deportes