
¿Independiente gana pero no juega bien? Tomó nota el equipo de Julio Falcioni y se despachó con una de las mejores goleadas de sus últimos años: le hizo seis a Sarmiento en el Libertadores de América, sumó su quinto triunfo consecutivo (no sucedía desde 2015) y se trepó a la punta del Grupo B de la Copa de la Liga Profesional. Los de Junín se esforzaron en hacer todo mal y siguen sin poder conocer la victoria.
La defensa de Sarmiento fue el mejor aliado del Rojo en la mojada noche de Avellaneda. Los últimos hombres del conjunto juninense hicieron todo y más para que el dueño de casa se florease. Cada llegada de los delanteros colorados fue prácticamente un gol, aunque en realidad el primer tiempo pudo haber terminado con un resultado más abultado que el 4-0.
Los tres delanteros anotaron sus nombres en el marcador. Primero fue Palacios el que aprovechó el error de cálculo de Garnier y abrió el banquete de goles. Después apareció Silvio Romero con una definición sutil, tras una linda pared con Menéndez.
El ex Talleres se despachó con los dos siguientes, ambos de zurda. El último se inició en otra falla grosera, esta vez de Herrera, quien dudó en la salida y perdió la pelota con un oportuno Palacios.
Sarmiento apenas pudo probar una vez al arco con un remate tímido de Quiroga. Y la fiesta del Diablo siguió en el complemento. Independiente no levantó el pie del acelerador y siguió con la mira en el vapuleado arco del indefenso Vicentini.
Palacios definió después de un gran corte de Lucas Romero, quien lo asistió como ya lo había hecho en el primero. Y el Chino Romero se sumó a sus compañeros de ataque para poner su doblete sentenciando una muy buena jugada que él mismo inició con una pelota que le peinó a Menéndez.
Los de Avellaneda volvieron a meter seis tantos en el torneo local después de casi dos décadas: la última vez había sido el 6-2 a Chacarita en el Apertura 2002 (en 2018 le ganó 8-0 a Central Ballester, pero por Copa Argentina).
Julio César sonríe. Su imperio de a poco empieza a levantarse y se ilusiona en construir algo más grande.
Nahuel Lanzillotta/Clarín
GANÓ CENTRAL Y LE DIO UN RESPIRO AL KILLY
Un partido descartable y un triunfo apretado, sin luces. Suficiente, en estos tiempos de urgencias, para que Central recupere el oxígeno que había perdido con los últimos traspiés y se acomode en la tabla del Grupo A. Arsenal es la contracara. Se fue de Rosario con la amargura de otro traspié y la preocupación creciente por una realidad inquietante: perdió su quinto partido seguido y es el equipo que más goles recibió. Lejos parece haber quedado la solidez, marca registrada en los equipos de Rondina.
El encuentro no dejó mucho para destacar. Imprecisiones, dominio liviano y cambiante. El local ganó 2-1, pero el resultado no se explica por el juego lúcido e incisivo. Central aprovechó un par de distracciones y yerros del rival y se quedó con todo, aunque Arsenal descontó en el cierre.
El primer tiempo parecía un 0 a 0 justo y previsible, pero Central aprovechó una pelota aérea que Arsenal no logró rechazar y Martínez la empujó al gol. En el complemento, a la salida de un córner, Rabuñal apareció solo para anotar el segundo de cabeza. Dos minutos antes, Arsenal había tenido el empate, pero Broun se lo tapó a Soraire. La visita consiguió el descuento demasiado tarde: Albertengo anotó recién a los 45.
Central se apoyó en la solidez de Ferreyra en el fondo, en una intervención salvadora de Broun y en la enjundia de Cucchi para auxiliar a todos en el ataque. Suficiente para ganarle a este Arsenal al que todo parece salirle mal.
Mauro Aguilar/Clarin
EL DECANO FUE CONTUNDE ANTE PATRONATO
Atlético Tucumán consiguió su primer triunfo en el Grupo B, al vencer 4 a 2 a Patronato no sólo por sus tantos sino también por una (gran) ayuda de Diego Martín, el primer asistente del árbitro Andrés Gariano. El visitante ganaba con un gol de cabeza de Dylan Gissi y jugaba mejor. Pero apareció Agustín Lagos desde la derecha y encontró a un Acosta totalmente adelantado para llegar a la igualdad. Error grosero que cambió la historia del partido.
Lucchetti salvaba siempre el arco del Decano, que se encontró con el 2-1 tras una gran jugada de Carrera, que Lotti culminó en gol. Así llegó el complemento, con el local sabiendo aprovechar la diferencia. Arias tuvo una clarísima, pero entre Luchetti y Ortiz evitaron el empate. Y cuando era más la visita, apareció el ingresado Benítez -que la rompió- y puso el tercero. Ruiz Rodríguez liquidó todo, pese al descuento de Gudiño
Clarín/Deportes