
San Lorenzo cortó una racha de dos caídas consecutivas y se impuso de visitante 1-0 a Banfield. El único gol del encuentro, disputado en el estadio Florencio Sola, fue convertido por Bruno Pittón en el inicio. El equipo de Boedo, que volvió a prenderse en la pelea por el título, jugó todo el complemento con diez hombres por la expulsión de Gerónimo Poblete a los 44 minutos del primer tiempo.
Cuando ambos equipos todavía buscaban acomodarse en el campo de juego, San Lorenzo encontró la ventaja. A los cuatro minutos, y tras un despeje corto de Lollo, Bruno Pittón tomó la pelota y con un remate violento y cruzado a la izquierda de Conde marcó la diferencia.
A partir de allí el partido se hizo emotivo por la intensidad que propuso Banfield, que fue en busca de la igualdad con más dignidad que fútbol; y debido a que los de Juan Antonio Pizzi también encontraron espacios para generar algunos contragolpes.
De los dos, fue Banfield el que más cerca estuvo de modificar el resultado, pero Julián Carranza, que perdió en el pie a mano con Navarro, y Junior Arias, que remató cruzado y la pelota cruzó el arco sin que nadie la tocara, desperdiciaron sus opciones. Antes del descanso, San Lorenzo se quedó con diez jugadores por la expulsión de Poblete, por doble amarilla.
Para el complemento, Pizzi eligió reordenar el mediocampo con el ingreso de Mauro Pittón y resignar creación con la salida de Oscar Romero. Julio Falcioni hizo lo contrario, metió a Moya para buscar decididamente la igualdad, con lo que el partido se hizo de ida y vuelta, con el local yendo hacia el arco de Navarro y San Lorenzo tratando de sacar alguna contra para definir el duelo.
Los dos tuvieron sus chances, pero ambos mostraron la misma carencia: fallas en la definición. El local, además, chocó con la figura del encuentro: Nicolás Navarro. Así San Lorenzo cortó la racha y volvió a prenderse en la pelea por la punta, y Banfield sigue mirando con preocupación la tabla de los promedios para el descenso a la Primera Nacional.
0 BANFIELD: Conde; Arciero, Civelli, Lollo, Bravo; Bertolo, L. Gómez, J. Rodríguez, Urzi; Carranza, J. Arias. DT: Julio Falcioni.
1 SAN LORENZO: Navarro; Herrera, Ferrari, R. Arias, B. Pittón; Poblete, J. Ramírez; O. Romero, Belluschi, A. Romero; Bareiro. DT: Juan Pizzi.
Estadio: Banfield. Arbitro: Facundo Tello. Gol: 4m B. Pittón (SL). Cambios: 46m M. Pittón por O. Romero (SL) y Víttor por Lollo (B), 60m Moya por Arciero (B), 72m Cerutti por Bareiro (SL), 79m Villagra por Gómez (B), 88m Gaich por A. Romero (SL). Incidencia: 44m expulsado Poblete (SL).

En el encuentro que cerró la jornada del domingo, Independiente se hizo fuerte de local, pasó de la angustia al delirio en tiempo de descuento y, finalmente, derrotó a Talleres de Córdoba 3-2. A pesar de la victoria, el partido válido por la octava fecha de la Superliga dejó al descubierto la hostilidad que existe entre el público del Rojo y el entrenador Sebastián Beccacece.
En la primera parte, El Rojo tuvo -tal vez-una de las mejores producciones del ciclo de Beccacece al frente del equipo. Los de Avellaneda, que venían de eliminar en la semana a Defensa y Justicia para clasificar a los cuartos de final de la Copa Argentina, mantuvieron una alta presión y no dejaron jugar a su rival, merodeando siempre el área de enfrente.
Cecilio Domínguez avisó sobre los 19 minutos, con un remate de tiro libre que el arquero Guido Herrera mandó al córner con una gran estirada, pero el paraguayo iba a tener revancha unos minutos más tarde. Sobre los 33, la presión de Independiente sobre la salida de Talleres surtió efecto y Pablo Pérez mandó el centro atrás desde la derecha para que Domínguez marque el 1-0.
Sobre el cierre de la etapa, luego de que Silvio Romero debiera ser reemplazado por una molestia, el equipo de Avellaneda estiró la diferencia con la complicidad del arquero del equipo cordobés. Tras un pelotazo largo, Herrera salió lejos del área y chocó con su compañero que había intentado despejar de cabeza. La pelota le cayó a Juan Sánchez Miño, que definió para decretar el 2-0 a los 46 minutos.
Talleres mostró algo de reacción en el comienzo del complemento, y hasta pudo descontar en una acción en la que Nicolás Figal terminó salvando sobre la línea. Sin embargo, con el correr de los minutos, el local recuperó el control y generó ocasiones claras, pero le faltó contundencia. A los 24, Domingo Blanco estrelló un disparo en el travesaño y luego fue Sebastián Palacios el que no pudo anotar su nombre en el marcador.
La imposibilidad de Independiente para liquidar el encuentro le dio ilusión al conjunto de Alexander Medina y el descuento llegó con un cabezazo de Nahuel Tenaglia a la salida de un córner. A partir de ese momento -ya sin Pablo Pérez en la cancha- los locales se empezaron a resquebrajar. Así, a los 40, Talleres logró un empate que parecía impensado minutos atrás por cómo se había desarrollado el encuentro: tras un centro desde la izquierda, Martín Campaña salió mal con el pie y Leonardo Godoy le ganó a la marca de Cecilio Domínguez para sellar el 2-2.
El equipo visitante parecía más envalentonado para el triunfo, pero fue el local el que golpeó sobre el final. A los 46 minutos, tras un centro desde la derecha, Nicolás Figal anticipó a toda la defensa en el primer palo y marcó el 3-2 definitivo con un certero cabezazo. Independiente logró su segunda victoria consecutiva y llegó a los 13 puntos en la tabla de posiciones. A Talleres, por el contrario, se le cortó una seguidilla de cuatro victorias en fila y, con 16 unidades, quedó -junto a San Lorenzo– como uno de los escoltas de Boca, que es el único líder del certamen, con 18.
3 INDEPENDIENTE: Campaña; Bustos, Franco, Figal, G. Silva; P. Pérez, L. Romero, S. Miño; Blanco, S. Romero, C. Dominguez. DT: Sebastián Beccacece.
2 TALLERES: G. Herrera; Godoy, Tenaglia, Gandolfi, F. Medina; Fragapane, Navarro, Méndez, Pochettino; Menéndez, N. Bustos. DT: Alexander Medina.
Estadio: Independiente.
Arbitro: Diego Abal.
Goles: 34m C. Domínguez (I); 45m S. Miño (I); 80m Tenaglia (T); 86m Godoy (T); 90m Figal (I).
Cambios: 43m S. Palacios por S. Romero (I), 68m D. Moreno por Fragapane (T), 72m Payero por Pochettino (T), 77m Guzmán por Menéndez (T) y Benavídez por P. Pérez (I).
Incidencias: 90m expulsado Guzmán (T).

En Rosario, Racing hizo uso de la afamada «suerte del campeón» para llevarse un valioso punto de su visita a Central. Claro, la suerte del campeón de la última Superliga, porque lo que mostraron los dirigidos por Eduardo Coudet en el Gigante de Arroyito estuvo lejos de candidatearlos para un posible bicampeonato.
Si Central no pudo pasar del 1-1 final se debe más que nada a tres razones: las deficiencias propias a la hora de definir; la gran actuación del arquero Gabriel Arias en la visita; y el azar, decididamente empecinado en arruinarle la tarde a los locales.
Con la mira desviada
En cuanto a la primera, las cifras son abrumadoras: 22 remates, de los cuales sólo 7 fueron al arco. Aunque invicto en el campeonato, Central viene sufriendo la falta de contundencia ofensiva, algo de lo que da prueba la vigente racha de seis empates consecutivos. El equipo de Diego Cocca no le pudo encontrar la vuelta -por el momento- a la baja por lesión del nueve Fernando Zampedri a pesar de los buenos aportes de Claudio Riaño (3 goles en el torneo), Ciro Rius (2) y Lucas Gamba (1), atancantes más propicios a desnivelar defensas rivales que a materializar tales desajustes.
Gamba fue, justamente, el autor del 1-0 parcial de Rosario este domingo, cuando tras una gran jugada colectiva -y un muy mal retroceso de Racing- le rompió el arco a Arias con un gran remate previa cesión de Nahuel Molina desde la banda derecha.
El azar
El segundo ítem en cuestión fue la suerte. Mala, en el caso del local, y de la otra, para la visita. Una tempranera señal de cómo venía la mano se dio minutos después de la apertura del marcador, cuando en uno de sus pocos ataques (Racing totalizó sólo un tiro al arco), Lisandro López mandó un centro de zurda que se le coló por el segundo palo a Jeremías Ledesma, quien no pudo hacer nada más que maldecir para sus afueras.
Tras la igualdad, se desataría un verdadero vendaval de situaciones desafortunadas para los atacantes locales: resbalón de Riaño mano a mano contra Arias; definición de cara al arco de Rius directo a la publicidad de atrás de un palo; cabezazo al travesaño de Caruzzo, salvada en la línea de Sigali; y remate sólo frente al arco de Zabala al palo. Esta, sería la ocasión más inverosímil de todas.
Arias, la gran figura
Finalmente, el tercer factor fue el arquero de Racing. Arias volvió a mostrar el nivel que lo hizo protagonista del equipo campeón la temporada pasada. Una y otra vez el neuquino nacionalizado chileno voló de lado a lado para ahogar los festejos rosarinos. Además, el «azar» también estuvo de su lado cuando salió a buscar una pelota a la puerta del área y dejó la rodilla levantada, impactando de lleno en la cara de Gamba, algo que no llamaría la la atención del árbitro.
Sin embargo, la mejor acción del uno llegaría sobre el final, en el sexto minuto de descuento, con una doble atajada que sentenció la historia, una que fue de terror para Racing y, de ciencia ficción, para Central.
1 ROSARIO CENTRAL: Ledesma; Molina, Caruzzo, Novaretti, Brítez; Rius, Rinaudo, Pereyra, Gil; Riaño, Gamba. DT: Cocca.
1 RACING CLUB: Arias; Pillud, Sigali, Donatti, Mena; Zaracho, M. Díaz, D. González, Barbona; L. López, Cvitanich. DT: Coudet.
Estadio: Rosario Central. Arbitro: Jorge Baliño. Goles: 13m Gamba (C), 20m L. López (R). Cambios: 52m Rojas por Barbona (R), 58m Zabala por Pereyra (C), 60m Cristaldo por Cvitanich (R), 78m Orban por Donatti (R), 84m Allione por Riaño (C).
Página 12/Deportes