Va escribiendo la historia sobre la historia Defensa y Justicia. Va de hito en hito sumando capítulos de gloria. De una página soñada pasa a otra y a otra en poco tiempo. Parece lejano pero no fue hace mucho, en mayo de 2014, cuando ascendió por primera vez a Primera División de la mano de Diego Cocca. Desde entonces crece sin pausa. Y esta noche puede producirse uno de esos momentos de quiebre: desde las 20:30 juega contra Coquimbo de Chile buscando un lugar en la final de la Copa Sudamericana.También viajan de emoción a emoción los hinchas de Defensa, que vieron a su equipo competir por primera vez un torneo de AFA en 1978. Todo lo bueno sucedió en 42 años: pasaron de la D a la C para desembarcar en la Primera B Metropolitana en 1986. Un año más tarde, el Halcón consiguió el boleto para la B Nacional, categoría que abandonó en 2014. De aquel equipo aún persiste el mediocampista Nelson Acevedo, surgido de las Inferiores, que será suplente esta noche.
Defensa está a una victoria de llegar a su primera final internacional en apenas 4 participaciones (3 de Copa Sudamericana y una de Copa Libertadores). La presente semifinal es, claro está, su mejor marca. Pero tiene con qué creer el equipo que dirige Hernán Crespo, que parece transitar sus últimos momentos en el elenco de Florencio Varela. Tendrá un duro rival enfrente: Coquimbo Unido, club que tan solo había competido una vez en el plano internacional (Copa Libertadores de 1992).
Se presume que será picante la semifinal de vuelta en el Tito Tomaghello. La ida (0-0) se jugó el pasado martes pasado en Paraguay porque tres jugadores de Defensa, Rafael Delgado, Washington Camacho y Francisco Pizzini, dieron positivo de Covid-19 en un testeo que hicieron las autoridades chilenas. Los estudios que había realizado la Conmebol habían dado negativo, por lo que el juego se postergó y se pasó de Santiago a Asunción. Desde entonces hubo fuego cruzado entre ambos equipos. Incluso ayer desde Coquimbo denunciaron que un colaborador de Crespo se infiltró en la última práctica en su país del conjunto trasandino.
Jugó mejor Defensa en la ida y acaso su mayor pecado haya sido no haber marcado un gol de visitante. Ahora, cualquier igualdad con goles pondrá al conjunto chileno en la final del Mario Alberto Kempes contra Lanús, el sábado 23 de enero. La igualdad en cero mandará la definición a los penales. “Estoy convencido de que el gol se dará. Los jugadores me demuestran valentía y coraje para disputar esta clase de partidos. En la ida nos faltó concretar, pero no estoy preocupado porque tuvimos situaciones de gol”, dijo Crespo en la previa.
Y es verdad que quedó conforme el entrenador del Halcón porque podría repetir los mismos titulares que empataron en Paraguay, aunque Delgado y Acevedo pujan por meterse entre los once. Los tres goles de Miguel Merentiel contra Aldosivi el jueves, por el torneo local, no fueron suficientes para que se inserte entre los futbolistas que saltarán a la cancha desde el inicio. Así, al goleador Braian Romero (6 gritos, los mismo que Nicolás Orsini de Lanús) lo acompañará el ex Boca Walter Bou.
Tampoco tendrá bajas Coquimbo por lo que se presume que el entrenador Juan José Ribera repetirá el equipo, con los argentinos Matías Cano (arquero), Federico Pereyra (defensor) y Lautaro Palacios (delanteros) desde el inicio y Gaspar Iñiguez (volante) entre los suplentes. “Somos un equipo humilde, por eso apelamos al esfuerzo”, dijo Ribera.
Va Defensa por la gloria, por la victoria que lo haga escribir su página más dorada. Juega también el orgullo futbolero del país: si se impone el Halcón, un equipo nacional será campeón de la Copa Sudamericana.
Clarín/Deportes