
Arrancó la 34° Edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata
El sábado 9 de noviembre dio inicio una vez más a la más celebrada fiesta cinematográfica de Argentina. El 34° Festival ya está en marcha. El Teatro Auditorium fue nuevamente la sede elegida donde se realizó la ceremonia oficial de Apertura, que incluyó un sentido tributo a su eterno presidente, el director José Antonio Martínez Suárez. Esta edición va dedicada a su memoria. Para conmemorar su trayectoria, se proyectó, a continuación de los acostumbrados discursos oficiales de autoridades del INCAA y la Municipalidad de Villa General Pueyrredón,la obra maestra de 1974, Los muchachos de Antes no Usaban Arsénico, protagonizada por Narciso Ibáñez Menta, Mecha Ortiz, Mario Soffici, Bárbara Mujica y Arturo García Buhr.
El domingo 10, empezó la proyección de la Competencia Internacional de Largometrajes con dos obras potentes desde lo emotivo, y contrastantes desde el punto de vista audiovisual.
Por un lado Scattered Night, de Lee Jihyoung y Sol Kim, una ópera prima que exhibe el divorcio de un matrimonio en estado de letargo, distante, frío, desde la mirada de sus dos hijos, una niña de 10 años y un muchacho adolescente.
Es muy interesante el trabajo de cámara del film. El retrato concreta una notable intimidad con la familia, pero también algo de austeridad, casi como si fuera un registro documental (cámara en mano, altura baja a los ojos de la niña). Hay algunos lugares comunes como la violencia que emana cualquier separación familiar, y algunas reiteraciones (la niña no deja de preguntar con cual padre se van a ir), pero también hay momentos de ternura, emociones genuinas e ironía. El trabajo de los intérpretes, especialmente los menores, es soberbio y orgánico. Una notable ópera prima, que por momentos es un poco lenta, pero aún así vale la pena ver para discutir y reflexionar, especialmente por el tono universal que tiene la propuesta.
La segunda película en Competencia Internacional proviene de España, específicamente de la zona más rural, forestal, de Galicia. O que Arde es el nuevo film de Oliver Laxe hablado, en su mayor parte, en catalán. Laxe ya participó del Festival con Todos sois capitán y regresa con este nuevo y premiado largometraje acerca de un hombre, acusado de ser piromaníaco, que sale de la cárcel y vuelve a su aldea con la madre. Amador, hombre de pocas palabras, emprende las tareas que le encomienda su progenitora, una mujer sencilla y conservadora, que mantiene las costumbres rurales de la zona y defiende a su hijo de nuevas acusaciones, ni bien empiezan nuevos focos de incendio en los bosques del pueblo.
Los primeros minutos del film son cinematográficamente increíbles. La deforestación exhibida en primer plano, en medio de la noche, por máquinas que parecen monstruos extraterrestres. La fotografía y el sonido son maravillosos y ayudan a crear una atmósfera impresionante. Luego, el film y Laxe envuelven al espectador entre los silencios y la niebla fría de la región. Es un film que bordea el registro documental también, filmado con precisión y conciencia ecológica. Si bien, el resto del relato no tiene esa contundencia cinematográfica de los primeros minutos, lo que queda es un notable trabajo actoral y un impresionante final que hace arder la pantalla.
Ambos films convergen y dialogan con el tono seco, pero al mismo tiempo lleno de emociones reprimidas. Los desenlaces abiertos, dan la oportunidad al espectador de que complete los relatos y reflexionen sobre lo que han visto. No todo debe ser servido en bandeja.
Rodolfo Weisskirch/Enviado Especial MG Radio