Faltan tres semanas. La cabeza está puesta allí, en el 24 de julio cuando visite Brasil para la ida de los octavos de final de la Libertadores frente a Athletico Paranaense. Mientras espera por algún refuerzo -el venezolano Jan Hurtado se acerca- y convive con la presunta oferta irresistible que llegará desde Europa y se llevará a Darío Benedetto, Boca se puso en marcha. Le ganó 2-1 a América de México en New Jersey. Paul Aguilar abrió la cuenta para las Águilas, pero Mauro Zárate salió del banco y en 8 minutos dio vuelta la historia con dos golazos para mirar una y otra vez.
Gustavo Alfaro probó a buena parte del equipo ideal para la temporada que asoma. En la libreta del entrenador, más allá de los atenuantes lógicos del ensayo en medio de la pretemporada, hay algunas cosas para rescatar: Carlos Tevez fue de mayor a menor pero se lo vio muy activo. También volvió a tener minutos Bebelo Reynoso, que reapareció tras casi dos meses y jugó por izquierda.
Cuando en el segundo tiempo los dos se habían quedado sin nafta y el equipo buscaba respuestas, entraron Zárate y Alexis Mac Allister, quien por ahora es el único refuerzo. Allí está, al menos por ahora, el poderío de Boca, en las individualidades. Porque Mauro en la primera que tocó inventó un golazo y empató el partido de emboquillada. Y enseguida coronó un gran desborde de Villa por derecha con un derechazo seco.
Se repite el escenario: el equipo no precisa de volumen de juego para llegar al gol. Arriba fue Wanchope Ábila quien ocupó el lugar de Benedetto. Entre un golpe en el tobillo y la chance latente de una posible venta, el Pipa jugó apenas ocho minutos.
¿Y qué más deja este primer amistoso? Que, a la espera de Andrada, Marcos Díaz superó las dudas iniciales y aprovechó su chance, que en la pelota parada en contra el equipo sigue sufriendo (así llegó el gol de Aguilar), que Villa alterna buenas y malas, que Lisandro López se consolida en la zaga y que el pibe Capaldo puede ser una interesante rueda de auxilio en el mediocampo.
El amistoso se dio en el marco de la Colossus Cup, certamen del que también participan River y Chivas de Guadalajara. Boca volverá a presentarse el sábado ante Chivas en Seattle -allí en una doble jornada además jugarán River y América-, mientras que el miércoles se las verá con Xolos en Tijuana, para regresar a Buenos Aires el viernes próximo.
Clarín/Deportes