No arranca el modelo 2024 de Diego Martínez. Al flaco empate 0-0 en el debut contra Platense se le suma esta igualdad 1-1 ante el humilde Sarmiento. Nada parece haber cambiado en Boca respecto al año
pasado. Sigue Edinson Cavani en una racha tan oscura que sorprende: volvió a fallar cuatro oportunidades nítidas de gol cuando el duelo estaba 1-0. Más: el peruano Luis Advíncula continúa enamorando a los hinchas, todo lo contrario de lo que sucede con Frank Fabra. Lo positivo son los rendimientos de Cristian Lema y de Kevin Zenón, los refuerzos para la temporada. ¿Lo negativo? El juego y el brillo siguen sin aparecer.
Fue una tarde de silbidos la del
Gasómetro. El primero en ser reprobado fue Fabra: cuando lo anunció la voz del estadio se escucharon con fuerza los chiflidos. El segundo que padeció la reprobación fue Pablo Pérez, cuando ingresó en Sarmiento. Se recuerda que el paso del volante por Boca no fue productivo. La última sentencia, tal vez la más fuerte por lo inesperada, fue para cuando Guillermo Fernández abandonó el campo de juego: los silbidos fueron unánimes.
Así como los malos estados de los campos de juego conspiran para que los equipos no jueguen bien, lo mismo se puede decir del calor. La idea de presionar que Diego Martínez le imprime casi siempre a sus dirigidos debió quedar de lado por la altísima temperatura. Solo un físico de privilegio como el de Luis Advíncula puede desarrollarse como si el sol no quemara hasta para respirar.
Y si en el fútbol argentino no hay tiempo, en los equipos grandes directamente no existe. Martínez apostó por el enganche en los amistosos de pretemporada de verano y en el empate sin goles contra Platense. Pagó Ezequiel Bullaude entonces y Boca se paró con un vertical 4-4-2 que se pareció mucho a un 4-2-4, con Luca Langoni y con Kevin Zenón volando por las bandas.
Tuvo claro dos cosas Boca: primero, no iba a presionar la salida del rival para no desgastarse; segundo, iba a atacar a la espalda del veterano Juan Manuel Insaurralde. Avisó Advíncula a poco de iniciado el duelo cuando extendió para Langoni, que falló en el centro atrás. Un rato después, a los 8 minutos, el peruano se vistió de Riquelme para desde 30 metros dejar a Miguel Merentiel cara a cara con Monetti y con la pelota picando. El uruguayo la tiró por arriba y festejó. Todos fueron a abrazar a Advíncula, claro.
Manejó los tiempos con el gol tempranero Boca. El juego se hizo lógicamente pesado y sin ritmo. Sarmiento no inquietó, más allá de alguna corrida del potente Iván Morales, que fue bien controlado por Cristian Lema.
¿Conclusiones ofensivas del nuevo esquema? A Cavani le costó el juego, como era de suponer. Igual, se movió para que sus compañeros lo busquen. A Langoni la banda lo limita. Y Zenón parece haber vestido siempre la camiseta de Boca. El ex Unión casi marca de cabeza el 2-0 tras un centro de Advíncula en la etapa inicial y se cansó de poner a Cavani de cara al gol.
Para el complemento, Rondina metió a Joaquín Gho por un central y armó un 4-4-2. Esa modificación mejoró a Sarmiento, que se acercó al arco de Romero. Igual, los juninenses llegaron con vida al final solo por la mala fortuna de Cavani. El uruguayo tuvo 5 (la que metió estaba offside), 3 de ellas muy claras y tras habilitaciones de Zenón, y las falló a todas por poco. En la mejor, la picó ante Monetti y el travesaño le dijo que no. En la última, le erró a la pelota y se lesionó.
En el empate, Gho le ganó la espalda a Fabra y encontró la definición desde el punto de penal de Juan Mauri.
tar a Mauricio Benítez y al juvenil le ganaron los nervios. También ingresó Jabes Sarelagui por el silbado Pol Fernández. Ya en los últimos 15 minutos, Boca se quedó sin fuerza y sin ideas. Seguramente terminó con la mente clavada en las jugadas de Cavani.
Maximiliano Uría/Clarín-Deportes
VALIOSO TRIUNFO PINCHA EN SANTA FE
Estudiantes tuvo que luchar para vencer al duro Unión de Santa Fe del Kily González y es uno de los tres punteros de la zona B de la Copa de la Liga Profesional: se impuso 1-0 con gol de Santiago Ascacibar a los 31 minutos del segundo tiempo y se mantiene con puntaje ideal.
El equipo de Eduardo Domínguez, cargado de confianza tras volver a gritar campeón en el cierre de la temporada pasada y potenciado por el salto de calidad que le significó la incorporación de un futbolista de jerarquía como Enzo Pérez, dominó la posesión pero se le hizo muy difícil romper la rocosa estructura defensiva del local. Esa línea de cinco en el fondo, que se transformaba en una de tres cuando los del Kily tenían la pelota y soltaban a sus laterales (Federico Vera y Bruno Pittón), fue, por momentos, un muro inquebrantable.
Apenas una llegada clara tuvo el conjunto platense en el primer tiempo y fue tan clara que terminó en gol de cabeza de Javier Correa tras un tiro libre desde la izquierda de Fernando Zuqui, pero el delantero estaba un cuerpo adelantado y el tanto fue correctamente anulado.
Unión, en tanto, se quedó apenas en algunas aproximaciones al arco de Matías Mansilla y parecía más enfocado en cortar los circuitos de juego de Estudiantes que en pensar en la propia elaboración. Debió haberse ido al entretiempo con uno menos, después de un fuerte planchazo de Vera sobre Santiago Ascacibar, pero tanto el árbitro Pablo Echavarría como Salomé Di Iorio en el VAR consideraron que la amarilla era suficiente castigo.
En el segundo tiempo, el Tatengue se adelantó en el campo de juego, tomó riesgos y se pareció mucho más a aquel equipo que hace cinco días le ganó bien a Racing en Avellaneda. La más clara fue a los 26 minutos del complemento cuando Lucas Gamba estrelló un potente derechazo contra el palo derecho de Mansilla, que voló pero no llegaba.
El público presente en el estadio 15 de abril se levantaba para empujar a su equipo hacia una victoria que parecía al alcance de la mano. Sin embargo, sobre el final Zuqui, el ingresado Eric Meza y Ascacibar se conectaron a pura precisión en una jugada de otro partido.
Clarín/Deportes
EL TOMBA GANÓ EN SANTIAGO Y ES PUNTERO
La noche no pudo ser peor para Central Córdoba. Los hinchas que poblaron el Alfredo Terrera –el Ferroviario esta vez no fue local en el Madre de Ciudades-, despidieron a su equipo con silbidos, incluso antes de que se consumara la derrota ante Godoy Cruz. Tras el cierre del primer tiempo, los futbolistas fueron reprobados en su paso al vestuario.
Fue un partido errático para los dirigidos por Abel Balbo, que mostraron muchas falencias en el fondo, que el Tomba no tardó en aprovechar. A los 16 minutos, Nicolás Fernández metió un pelotazo desde atrás de la mitad de la cancha que encontró a Tomás Conechny cortando la línea de fondo en diagonal para definir cruzado ante el arquero.
El asistente levantó la bandera y tras un suspenso de casi dos minutos, el árbitro Ariel Penel recibió desde el VAR la confirmación de que el atacante no estaba adelantado. Central Córdoba comenzaba a transitar el partido cuesta arriba.
El segundo fue a partir de uno de los tantos errores defensivos del local, una falencia que Balbo no logró corregir. Hernán López atoró la salida de Pablo Minissale, que intentó jugar con su arquero para buscar una salida más limpia, pero el toque atrás no encontró al arquero y la pelota se metió en contra. A la mala fortuna del defensor, se sumó el pobre intento de Luis Ingolotti por subsanar el error.
A juzgar por el rendimiento en la segunda parte, la filípica de Balbo hizo mella. Central Córdoba mostró otra actitud y se acercó al arco rival en reiteradas ocasiones, pero sin resultados. El equipo de Oldrá jugó con la tranquilidad de quien tiene el marcador en su favor. Sin tanto protagonismo, se ocupó de cuidar la diferencia y aprovechar los espacios del local en su intento por dar vuelta el encuentro.
El Ferroviario mejoró pero perdió y con los tres puntos, el Tomba se plantó al tope de la Zona B .
Clarín/Deportes