Traslados, para no olvidarnos de Los Vuelos de la Muerte

Las Fuerzas Armadas argentinas, durante el comienzo de la cruenta dictadura militar, inició los llamados vuelos de la muerte, una atrocidad de la que poco se sabía o difundía. Bajo el término Traslados, los secuestrados por razones políticas eran llevados a distintas aeronaves, los drogaban y desde las alturas, los arrojaban al mar.

Eran de uno a dos vuelos por semana desde Campo de Mayo, pero por lo general, sucedían los miércoles. La aparición de cadáveres, tanto en la costa del Uruguay como en Santa Teresita con algunas señas (como tatuajes) permitieron identificar a las víctimas de esa brutalidad con nombre y apellido.

Y Traslados es el título del documental que Nicolás Gil Lavedra llevó adelante, con material de archivo y con recreaciones de escenas y entrevistas en las que varios detenidos que recuperaron su libertad, más familiares, periodistas de investigación y un miembro del Equipo de Antropología Forense, van rearmando un doloroso rompecabezas.

Así, el relato va pivoteando más que nada en los testimonios, y otorgando un espacio central a Alfredo Astiz, que como miembro de la Armada se infiltró entre las organizaciones que pugnaban por saber qué era de la vida de los detenidos desaparecidos. Astiz, bajo el nombre de Gustavo Niño, se hizo pasar por hermano de un desaparecido. Está preso con cadena perpetua por delitos de lesa humanidad.

Están, claro, las primeras rondas de Plaza de Mayo, el caso de las dos monjas francesas asesinadas por Astiz, el Mundial de fútbol de 1978, la Guerra de Malvinas, la famosa solicitada publicada un 10 de diciembre con el título “Por una Navidad en Paz, solo pedimos la verdad”, en el diario La Nación, las detenciones, la desesperación y las palabras.

Dan testimonios la cofundadora de Madres de Plaza de Mayo Nora Cortiñas (fallecida en mayo de este año), Estela de Carlotto (presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo), Maco Somigliana, quien integra el Equipo Argentino de Antropología Forense, dedicado a identificar a las víctimas, Miriam Lewin, periodista de investigación y que había sido detenida, entre tantos otros.

También está el testimonio de Ricardo Gil Lavedra, padre del director, que integró el tribunal que en 1985 realizó el Juicio a las Juntas, instancia de la que se ofrecen varias imágenes con audio de archivo. Traslados es un trabajo hecho con rigor, que quizá no ofrezca nada nuevo, pero que para muchos jóvenes lo que se cuenta sí puede resultar novedoso. Un granito de arena más para que Nunca más pase lo que sucedió.

Pablo O. Scholz/Clarín-Espectáculos