La séptima temporada de Black Mirror (reciente estreno de Netflix) llega tras dos años de su última versión y con la Inteligencia Artificial como nuevo regulador del inconsciente colectivo. ¿A quién puede inquietar lo que muestra un programa sobre el lado oscuro de los dispositivos que usamos diariamente? Charlie Brooker, parece muy consciente de ello. “La sexta temporada fue como ‘Red Mirror’ en el sentido de que teníamos más terror y menos énfasis en las historias tecnológicas. Sabía desde el principio que ésta se parecería más al Black Mirror original”, dijo el showrunner. Eso sí, no hay aquí ninguna historia que se asemeje a la chanchada del primegenio “National Anthem”.
Estos seis nuevos episodios incluyen una interconexión a partir de experimentos médicos (“Common People”), expansiones mentales por medio de un aparatito (“Plaything”), recuerdos fotográficos (“Eulogy”), guiños al Hollywood clásico (“Hotel Reverie”), cata de chocolates (“Bête Noire”) y por primera vez, una secuela de otro capítulo (“USS Callister: Into Infinity”). En el elenco se anotan Rashida Jones, Paul Giamatti, Peter Capaldi y Cristin Milioti, entre otros. Menos visionaria que antaño, ésta vez la distopía de Black Mirror también se mira al espejo y entrega su consabido reflejo oscuro.
Federico Lisica/Página 12-Espectáculos