
Si se hubiese realizado a fines del siglo pasado, podría haber sido en Atlantic City, por entonces el corazón de la actividad. En esta era podría haberse organizado en Las Vegas o en Londres, donde megapeleas llenaron estadios como Wembley o el de Tottenham. Sin embargo, el combate del sábado entre el ucraniano Oleksandr Usyk y el británico Tyson Fury, que consagrará a un campeón pesado indiscutido por primera vez en la era de los cuatro cinturones, será en Arabia Saudita, la nueva Meca del boxeo.
A fuerza de billetes, la tierra saudita se ha convertido en un imán para el deporte de elite. Hubo amistosos entre Paris Saint-Germain y un combinado de estrellas de la liga local en enero de 2023 y de Inter Miami ante Al-Hilal en enero de este año. El Gran Premio de Fórmula 1 se disputa en Jeddah desde 2021. En diciembre hubo una exhibición entre Novak Djokovic y Carlos Alcaraz y el “6 Kings Slam” se anuncia para octubre con la presencia de los mejores tenistas del planeta. El Circuito LIV Golf amenaza la hegemonía del PGA Tour.
En este proyecto, el boxeo ha funcionado como mascarón de proa. Y la responsabilidad principal recae sobre un solo hombre: Turki Alalshikh.
Su currículum dice que es licenciado en Ciencias de la Seguridad, graduado en el King Fahd Security College, y que hizo especializaciones en Criminología, Investigación, Gestión de Riesgos y Dirección General. También que cumplió funciones en distintas áreas del Gobierno saudita, como el Ministerio del Interior o el de Defensa. Y que desde agosto de 2019 es el propietario de Unión Deportiva Almería, último en la Liga de España y que el año próximo jugará en Segunda.
Alalshikh, que tiene 42 años y se presenta en sus cuentas de las redes sociales como poeta y productor, fue nombrado presidente de la Autoridad General de Deportes (GSA) de su país en septiembre de 2017 y desde diciembre de 2018 preside la Autoridad General de Entretenimiento (GEA), el organismo que tiene a su cargo la Riyadh Season, un combo de eventos culturales, deportivos y gastronómicos que la monarquía realiza desde 2019 en su capital con el objetivo de mejorar su imagen internacional.
Desde que se hizo cargo de la GSA, Alalshikh puso su atención en el boxeo. En septiembre de 2018 se llevó a cabo en Jeddah la primera gran velada en ese país, con la victoria del británico Callum Smith ante su compatriota George Groves por los títulos de la división supermediano de la Asociación y del Consejo Mundial de Boxeo.
En suelo saudita se concretó el segundo enfrentamiento entre Anthony Joshua y el mexicano Andy Ruiz, que ganó el inglés, y la revancha entre Joshua y Usyk, ganador de la contienda. Allí el youtuber Jake Paul cedió su invicto ante Tommy Fury y el hermano mayor del triunfador de esa contienda, Tyson Fury, mostró una floja imagen ante el artista marcial Francis Ngannou. Y luego Ngannou fue noqueado por Joshua.
El pleito del sábado entre Fury y Usyk será un eslabón más en esa cadena que Alalshikh está forjando con un objetivo que percibe redentor. “(El boxeo) está roto, pero creo que no necesitamos recomponerlo todo. Necesitamos mejorarlo con algo más. Tenemos una visión estratégica en la que hemos identificado oportunidades sin explotar y estamos comprometidos con la mejora del mercado”, explicó hace algunas semanas en una entrevista publicada en ESPN.
Después del enfrentamiento entre Fury y Usyk, uno de los más esperados de los últimos años, la rueda seguirá girando en Arabia Saudita. Para el 1° de junio estaba previsto otro combate de unificación entre los rusos Artur Beterbiev y Dmitry Bivol por las cuatro fajas de los mediopesados, pero una rotura de meniscos en una de las rodillas del primero obligó a postergarlo para fin de año.
Sin embargo, la cartelera no se canceló: Bivol chocará con el libio Malik Zinad y habrá otras cinco peleas con un título en juego (el pluma de la AMB, que el estadounidense Raymond Ford expondrá ante el británico Nick Ball) y con la presencia de algunos de los pesados que aspiran a una corona, como el excampeón Deontay Wilder, el chino Zhilei Zhang y el croata Filip Hrgovic.
Esa velada tendrá una particularidad: en esos cinco combates complementarios se enfrentarán cinco boxeadores representados por Matchroom Boxing contra cinco de Queensberry Promotions. No es un dato menor, ya que Eddie Hearn y Frank Warren, presidentes de ambas compañías, son los dos promotores más poderosos del Reino Unido (y dos de los más fuertes del planeta), nunca cultivaron una relación cordial y jamás habían trabajado juntos. Hasta que Alalshikh los acercó. La imagen de ambos dándose la mano se convirtió en una postal de ese nuevo tiempo al que aspira el saudita.
“Ahora logramos que todos trabajen juntos”, destacó el presidente de la GEA. Y explicó por qué esos promotores acceden a ello: “Estamos comprometidos con el éxito a largo plazo de esta industria. Colaboraremos con las partes interesadas para hacer crecer al boxeo y optimizar el mercado. Nos lo tomamos muy en serio”.
Esa vocación unionista también se verá en la velada que Alalshikh organizará el 3 de agosto en el BMO Stadium de Los Ángeles, en la que el estadounidense Terence Crawford, uno de los mejores púgiles libra por libra, desafiará al uzbeco Israil Madrimov por la corona superwélter de la AMB y en la que habrá otros tres pleitos con títulos mundiales en juego. La cita reunirá a dos peleadores de Matchroom, a cuatro de Premier Boxing Champions, a uno de Top Rank y a uno de Golden Boy Promotions.
Esa será además la primera cartelera que, como parte de la Riyadh Season, se realizará fuera del territorio saudita. Pero no será la última, ya que el 20 o 21 de septiembre habrá una velada en Wembley que tendrá como principal atracción un combate de Joshua ante un adversario a confirmar, probablemente el ganador del duelo entre Filip Hrgovic y Daniel Dubois del 1° de junio. Y la intención para el primer semestre de 2025 es montar espectáculos también en Shanghai y Berlín.
Antes, Alalshikh planea para diciembre un show con cinco peleas en las que se enfrentarán boxeadores estadounidenses contra colegas británicos. Y para ese mes o para enero de 2025 imagina un pleito entre el púgil más taquillero de estos días, el mexicano Saúl Canelo Álvarez y Terence Crawford, en Estados Unidos.
Clarín/Deportes