El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este martes que el famoso cuadro de La Gioconda contará con una nueva sala en el Louvre, en el marco de una serie de anuncios para un “nuevo renacimiento” para el museo más visitado del mundo.
Por su historia y sus patrimonio, “el Louvre ocupa un lugar especial (…) para convertirse en un museo único en el mundo, ya el más bello y el más grande, llamado a esta nueva época” de “nuevo renacimiento”, aseguró Macron, con la obra maestra de Leonardo da Vinci de fondo.
La preocupación sobre el museo situado a orillas del Sena en París aumentó desde el 13 de enero, cuando su presidenta-directora Laurence des Cars envió una nota a la ministra de Cultura, Rachida Dati, para alertar de su estado.
Entre los problemas que plantea figura la “multiplicación de desperfectos en espacios a veces muy degradados”, “equipamientos técnicos obsoletos”, “inquietantes oscilaciones de temperatura” que afectan a la conservación, etc.
Macron anunció así “la creación de una nueva entrada” para 2031 “a más tardar”, máxime cuando la pirámide inaugurada en 1988, que sirve de majestuosa entrada al museo, está considerada en la nota como “estructuralmente obsoleta”.
El arquitecto Ieoh Ming Pei la concibió para acoger cuatro millones de visitantes anuales, pero, en 2024, estos fueron nueve millones.
Mudan a La Gioconda
Además, La Gioconda, que más de 20.000 personas visitan cada día, se desplazará a un nuevo espacio para que sea “accesible de manera autónoma”, independiente del resto del museo, “con su propio boleto de acceso”. Esto permitirá visitarla con más comodidad.
Sin embargo, la principal incertidumbre es cómo financiar estos anuncios, cuando el gobierno francés busca reducir los elevados niveles de deuda y déficit públicos, sin contar con mayoría en el Parlamento. Según la dirección del museo, las obras costarían “cientos de millones de euros”. Macron no especificó, en cualquier caso, cuánto costará globalmente el proyecto, aunque medios locales señalaron que supondrá una inversión de entre 700 y 800 millones de euros a ejecutarse en unos 10 años.
“Evidentemente está fuera de lugar añadir una línea de 500 millones como ésa, cuando estamos elaborando un presupuesto (…) para controlar el gasto público”, había advertido el lunes la vocera del gobierno Sophie Primas, en relación a una de las cifras que circuló. “Todas las obras de la nueva entrada se financiarán con los recursos propios del museo, la venta de entradas, el mecenazgo y la licencia del Louvre Abu Dhabi, sin gravar al contribuyente”, aseguró Macron.
Respecto a las entradas, el mandatario abogó porque los turistas de fuera de la UE paguen más por acceder al museo a partir de 2026. Actualmente, la entrada es de 22 euros (unos 23 dólares), pero gratis para todos los menores de 18 años y para los menores de 26 residentes en el Espacio Económico Europeo.
La carta que prendió las alarmas
“Es mi deber alertar en tanto que presidenta sobre estas cuestiones, y ya lo he hecho en varias ocasiones”, había dicho a principio de enero la directora del museo, tras hacerse pública su carta.
Uno de los sectores del museo afectado por la degradación es el ala Sully. Este gran espacio, que se articula en cuatro niveles, alberga obras maestras de los pintores franceses Jean Siméon Chardin y Antoine Watteau.
En noviembre de 2023, una exposición dedicada a los dibujos de Claude Gillot tuvo que ser cerrada y desplazada al cabo de varios días debido a una inundación.
En su nota, Laurence des Cars habla también de la pirámide de vidrio, inaugurada en 1988 y estructuralmente superada.
Otro problema es la falta de espacios para descansar y comer, así como los aseos, por debajo de los estándares internacionales.
Según comentó Christian Galani, de la rama Cultura del sindicato CGT, “no pasa un día sin que se constate la degradación del edificio”. “La pintura que se va, salas, reservas y espacios de trabajo en ocasiones inundados, averías de electricidad, retrasos de pagos a prestatarios por falta de presupuesto”… la lista es larga, según este sindicalista.
“Hay salas que están regularmente cerradas por falta de personal, y las condiciones de trabajo de los agentes se han degradado, con temperaturas que en ocasiones rondan los 10-12 grados en invierno, y superan los 30 grados en verano”, añadió Galani, quien sostiene que en diez años se suprimieron más de 200 empleos.
En 2024, el Louvre recibió 96 millones de euros (unos 100 millones de dólares) en subvenciones del Estado, indicó el Ministerio de Cultura, menos que en 2023 (103 millones de euros) y que en 2022 (111 millones de euros), según cifras del propio museo.
Al igual que muchas instituciones públicas, el Louvre apuesta cada vez más por potenciar sus recursos propios, recurriendo a una privatización creciente de sus espacios, y al mecenazgo.
El 4 de marzo, el museo parisino celebrará la cena anual con sus mecenas, para recaudar fondos, y con la esperanza de que acudan celebridades internacionales y estrellas de casas de alta costura.
Clarín/Espectáculos