
Kevin Ramírez escribió la página más importante de su carrera profesional. El argentino se consagró campeón de los pesados del Grand Prix del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) tras vencer por puntos en fallo unánime al bosnio Ahmed Krnjic en la final disputada ayer en Riad.
El wildense (12-0-2; 4 KO) se impuso con claridad en las tarjetas de los jueces: el mexicano José Manzur, el estadounidense Alan Krebs y el montenegrino Janko Aleksic lo vieron ganar por 77-75 mientras el canadiense Ed Pearson y el checo Pavel Hynek marcaron un 78-74. El triunfo se dio en un contexto de una alta exigencia con 100 mil dólares en juego y una diferencia superior a los 30 kilos entre ambos boxeadores.
El Grand Prix es un torneo de eliminación directa, similar a uno de tenis, destinado a boxeadores de hasta 26 años y con un máximo de 15 combates profesionales. En la edición participaron 128 púgiles de 40 países divididos en cuatro categorías: pluma, superligero, mediano y pesado. Todas las etapas se desarrollaron en Riad, entre abril y octubre.
Seis representantes argentinos formaron parte del torneo aunque cinco (José Albornoz, Alan Dutra, Alan Crenz, Jonathan Vergara y Emiliano Mendoza) quedaron eliminados en las primeras rondas. Ramírez fue la excepción. Encadenó cuatro victorias consecutivas para llegar a la final pese a haber realizado toda su carrera previa entre los cruceros. Aceptó competir entre los pesados tras una propuesta de su promotor Mario Margossian y no desaprovechó la chance.
En la primera ronda noqueó en apenas 27 segundos al neerlandés Brian Zwart, que lo superaba por 17 centímetros y 20 kilos. En los octavos de final fase venció por puntos y en decisión unánime al congoleño Reagan Apanu luego de derribarlo en el cuarto asalto pese a haber llegado al combate con fiebre, vómitos y diarrea. En cuartos protagonizó una pelea muy cerrada ante el polaco Piotr Lacz, que terminó empatada y debió resolverse mechoque diante el panel de supervisores del CMB, que falló a su favor. Y ya en semis enfrentó al estadounidense Dante Stone, quien le llevaba 28 kilos de ventaja; pero Ramírez lo envió a la lona en el primer asalto con un derechazo al mentón y ese derribo fue clave para imponerse por decisión dividida.
Tras ocho presentaciones, Krnjic llegó invicto a la pelea tras noquear en sus dos primeras peleas y ganar luego por puntos en las dos siguientes. Ahora su record es de 7-1-1; 3 KO. El perdedor registró en la balanza un peso de 122,200 kilos mientras su adversario registró 91,500. Además, Krnjic, de 1,94 metros, lo superó por 10 centímetros en la altura.
Tras la consagración, Ramírez expresó su emoción. “Primero que nada le doy las gracias a Dios una vez más. Me siento muy bendecido. Esto es un sueño, es un orgullo. Pasé por muchas cosas que nadie sabe; estuve a punto de colgar los guantes”, destacó. También destacó el apoyo recibido en los momentos más difíciles y afirmó: “Quiero ser campeón mundial en crucero. Ese es mi otro sueño”. En esa categoría fue campeón del mundo su propio hermano: Víctor.
Ramírez trabaja como barrendero en la Ciudad de Buenos Aires para una empresa de higiene urbana. Ocupa el 12° puesto del ranking crucero del CMB y es el campeón latino de la división.
El título obtenido convirtió a Ramírez en el retador obligatorio al cinturón plata del CMB y lo consolidó como una de las grandes apariciones del boxeo nacional. Ternado para los premios Olimpia que se entregarán mañana, su 2025 ya quedó marcado por una consagración histórica.
Clarín-Deportes
MG Radio 24 Villa Pueyrredón