
No hubo forma de aislarse: los medios bombardearon con información sobre el avance del coronavirus. La normalidad con la que desde el 20 de enero se vivieron los entrenamientos del seleccionado femenino de handball había terminado. Y se transformó en preocupación el jueves cuando la Federación Internacional de Handball (FIH) comunicó que los Preolímpicos se realizarían según lo programado, por lo que el equipo debía viajar a Valencia para jugar el torneo del viernes al 22 si todavía quería luchar por un lugar en Tokio .
Pero las jugadoras y su entrenador, Eduardo Gallardo, respaldados por la Confederación Argentina de Handball (CAH), habían decidido no viajar. Y la resolución que el presidente Alberto Fernández informó el jueves a la noche por cadena nacional, con la cancelación por un mes de los vuelos provenientes de Europa, sirvió para avalar esa decisión. No tuvieron, sin embargo, que ponerla en práctica. Ayer la FIH decidió aplazar los Preolímpicos para junio.
«Me pareció lo más atinado. Hubo mucha presión de la Confederación Argentina, que venía escuchándonos y estaba junto a nosotros en las resoluciones que estábamos tomando con el equipo y presentó algunas notas en la Federación Internacional junto a la Federación Española. Hicieron lo más correcto que era suspender el Preolímpico», le dijo Dady Gallardo a Clarín.
Fue una semana intensa, con reuniones constantes con la dirigencia de la CAH que encabeza Mario Moccia. «El lunes vino el presidente de la Confederación y habló con nosotros. Todavía el equipo estaba bien y no había mayores inconvenientes. Pero esto cambió radicalmente a partir del martes. El miércoles empezaron a hacer las presentaciones que correspondían tanto con la Federación Española como con la Internacional. Y este viernes decidieron postergarlo», explicó sobre ese día a día.
Es que el miércoles el coronavirus fue declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud. Los gobiernos de los países más afectados comenzaron a tomar medidas más fuertes para evitar la propagación del COVID-19 y en el ámbito deportivo empezaron a suspenderse o limitarse las actividades.
Pero el Preolímpico femenino seguía en pie pese a que España es uno de los países con más casos de coronavirus: 4 mil infectados y 120 víctimas fatales.
«Yo estuve hablando con el entrenador de Noruega y estábamos todos los equipos en sintonía. Era ilógico jugar los Preolímpicos como está todo. En nuestro caso, la última notificación de la Confederación era que nosotros no podíamos jugar por la prohibición de viajar. Entre eso y la presión de la Federación Española, creo que fue que decidieron postergarlo para junio», opinó Gallardo.
«Si bien entrenábamos doble turno, el foco estaba en otro lado -reconoció el entrenador que también dirigió al equipo masculino-. Algunas tienen problemas respiratorios y otras son asmáticas, con todo lo que eso genera. Las familias también estaban pidiendo que no fueran las chicas porque era un peligro. ¿Entrenábamos? Sí. Pero la cabeza de todos estaba en otro lado”.
La decisión de posponer el torneo no provocará un cambio en la preparación, algo que sí generará el coronavirus. «Ahora nos tomaremos un tiempito porque creo que la Confederación va a suspender los entrenamientos hasta nuevo aviso. Es un tema de cuidado, de salud. Y cuando esté todo acomodado volveremos a entrenarnos nuevamente como veníamos haciéndolo: siete veces por semana y, a veces, en doble turno», remarcó Gallardo.
En mayo, cuarentena de por medio, se sumarán al seleccionado las jugadoras que se desempeñan en España, Hungría, Francia y Rumania. «Entonces retomaremos definitivamente una preparacion como corresponde para un evento tan importante para nosotros como lo es un Preolímpico. Teníamos un partido programado para este miércoles con un equipo de España y se había suspendido ya hace un tiempito. Claramente no estaban las condiciones dadas ni para que fuera un torneo en serio. Era inviable”, insistió.
Sabrina Faija/Clarín