
Que Madrid y Buenos Aires tienen una relación histórica innegable es sabido por cualquiera que haya terminado el primario. Nada que descubrir. Lo que ahora hizo Faustino Oro es aportar su granito de arena para encadenar aún más a esas dos ciudades. Es que si en la capital española había conseguido el martes 22 de septiembre su primera norma de gran maestro, el martes 16 de diciembre, apenas 85 días después, obtuvo la segunda en la capital argentina en su camino al máximo título que existe en el ajedrez.
Oro hizo su primera norma en el Torneo Leyendas & Prodigios a los 11 años, 11 meses y nueve días. Una demencia absoluta. Tanto que fue el segundo ser humano más joven en lograr ese honor. ¿Quién fue el más precoz? Dommaraju Gukesh a los 11 años, 10 meses y 23 días. El indio nacido el 29 de mayo de 2006, pequeño detalle, es el campeón mundial.
Si en Madrid ganó el torneo con 7,5 puntos en nueve rondas, en el Centro Cultural Recoleta el pibe de Oro llegó a los 5,5 que le aseguraron la norma porque el nivel del Magistral Szmetan-Giardelli es alto.
Tanto que justamente ayer Oro, con 12 años, entabló con negras con el gran maestro Diego Flores, óctuple campeón argentino, y así enhebró su séptimo empate consecutivo, seis de ellos contra rivales de un mayor ELO en el ranking mundial incluyendo cuatro grandes maestros extranjeros de más de 2.600 puntos y dos argentinos que supieron superar esa barrera.
Oro ingresó a la sala para analizar la partida de tres horas y 43 minutos y alguien gritó: “Acaban de empatar, eh”. El aplauso fue inmediato, con él parado ante la mesa principal rodeado de expertos.
¿Por qué logró esa norma de gran maestro? Porque cumplió todos los requisitos que marca el reglamento de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE): es un torneo a nueve ruedas, ya enfrentó como mínimo a tres grandes maestros, jugó contra rivales de al menos tres países distintos y su actuación superó los 2.600 puntos de ELO.
Semejante logro de Oro acelera la ansiedad en su camino a convertirse en el gran maestro más joven de la historia. Si bien la expectativa es más del afuera que de su entorno y de él mismo, porque al chico lo que más lo apasiona es el ajedrez por el juego mismo, por ese record irá.
Para ser el gran maestro más joven debería lograr su última norma hasta el 7 de marzo de 2026 con 12 años, cuatro meses y 24 días, un día menos que los que el estadounidense Abhimanyu Mishra tenía en junio de 2021 cuando se hizo gran maestro en Budapest.
La cuenta regresiva comenzó para esa chance histórica que tiene un requisito más complicado. Es que la FIDE cambió el reglamento hace poco y una de las tres normas de gran maestro debe hacerse en un torneo abierto. O sea que habrá que elegir cuál será mejor para Oro porque deberá ser un campeonato con muchos grandes maestros de varios países.
La agenda inmediata marca que entre Navidad y Año Nuevo disputará en Doha los Mundiales a ritmo rápido y a ritmo blitz que no son válidos para la norma. Y en enero volverá a jugar el Tata Steel Chess en Wijk aan Zee, un hermoso torneo pero cerrado para 14 jugadores.
En el Magistral Szmetan-Giardelli, Oro (ELO 2503) tuvo un comienzo acorde a las expectativas porque derrotó con blancas al maestro internacional Ilan Schnaider (14 años; 2402) y con negras al maestro internacional Tomás Darcyl (2360), organizador del torneo. Luego le tocaron dos partidas contra dos grandes maestros: el noruego Aryan Tari (88° del mundo; 2626) y el letón nacionalizado español Alexei Shirov (2610), ex tercero del ranking en la era de Garry Kasparov y Anatoli Karpov. Hizo tablas. Y el mismo resultado tuvo frente a otros cuatro grandes maestros: Sergio Slipak (2374), Sandro Mareco (2555), el búlgaro Ivan Cheparinov (2625) y el peruano Julio Granda (2624).
Aprendió el nene. Y hay que disfrutarlo.
Hernán Sartori/Clarín-Deportes
MG Radio 24 Villa Pueyrredón