Ariel Suárez había avisado: “Si el fútbol vuelve a entrenar, yo también”. Y cumplió. El remero, finalista olímpico en Londres 2012 y bicampeón panamericano en Lima 2019, tiró ayer su bote en el río Luján y realizó su primer entrenamiento al aire libre, tras cinco meses sin tocar el agua por la cuarentena que rige desde marzo en Argentina por la pandemia de coronavirus. Y aunque como no tenía la autorización oficial para volver a remar, y le labraron un acta por incumplimiento de las normas de aislamiento social obligatorio, terminó el día con una sonrisa en el rostro. “Estoy cansado, pero tranquilo. Tuve una sensación de paz y libertad impresionante”, le contó a Clarín.
Para cumplir con el protocolo de su deporte, que ya fue aprobado por las autoridades sanitarias nacionales, Suárez llegó solo con su bote a una bajada pública en Tigre y cuando entró en contacto con el agua por primera vez lo embargó la emoción y se largó a llorar. Pero enseguida se recompuso y pudo disfrutar de una larga sesión de entrenamiento, como hace varios meses no podía.
“Fue una alegría inmensa, la misma que siente el que hace remo cada vez que entra al agua. Al principio estaba muy nervioso, por todo lo que estaba aconteciendo y todo lo que rodeó esta vuelta. Pero una vez que me subí al bote y empecé a remar, empecé a disfrutar todo. Sentí un placer y una tranquilidad terribles. Cuando iba remando por el canal Villanueva sentía una paz enorme. Los metros iban pasando y mi cabeza se iba tranquilizando y desconectando por completo de todo”, relató el atleta.
Claro que tantos meses sin poder remar le pasaron factura. Aunque durante el “encierro”, el nacido en San Fernando continuó entrenando en su casa, el trabajo físico no es lo mismo que el que se realiza en el agua.
“No me había dado cuenta el estado físico que tengo ahora. Una cosa es estar en la casa y entrenar, porque encima con 150 días, uno hace lo que puede, tiene días buenos y días malos… Pero cuando iba remando, llegó un momento que dije ‘Estoy cansado’. (Risas). Y fue por esa falta del agua, por eso se disfrutó un montón”, comentó.
-¿En qué ibas pensando en el camino desde tu casa a la bajada al río? ¿Estabas nervioso por lo que podías encontrarte al llegar?
-Fue muy loco porque veía la gente de Tigre dando vueltas en las camionetas, la gente de Costas dando vueltas, dos helicópteros… Había mucho movimiento, como nunca, y creo que estaban viendo de dónde iba a salir. Sentí nervios. Iba pensando ojalá me dejen tirar el bote al agua, me dejen tocar el agua y no me paren antes. No es que fui escondido, pero sí como esperando que no me vieran hasta que apoyara el bote en el agua. Por suerte lo pude hacer y pude disfrutar algo que amo mucho.
-Compartiste una foto en Twitter con personal de Prefectura. ¿Hubo algún problema con ellos?
-No, todo bien. Ellos hicieron su trabajo, todo con mucho respeto. Después del entrenamiento, cuando estaba acercándome a la costa para salir, apareció la lancha de Prefectura. Nos acercamos a una bajada pública y ahí llamaron a sus superiores, que me pidieron la autorización para salir a remar y me dijeron que me tenían que labrar un acta por incumplimiento, como era de esperar. Les dije que estaba perfecto. Eso fue todo.
-¿Qué va a pasar ahora con el acta? ¿Te preocupa que te genere algún problema a futuro?
-La verdad, no tengo idea. Me dijeron que un juez se iba a comunicar conmigo, es lo que sé. Pero no me preocupa. La sensación de libertad que experimenté arriba del bote es mucho más fuerte que lo que pueda llegar a pasar.
Suárez había avisado ya la semana pasada que si el fútbol argentino volvía a los entrenamientos este lunes como finalmente ocurrió-, él también regresaría al agua, aunque no hubiera recibido la habilitación oficial. ¿La razón? No entendía que se le diera luz verde a una actividad que involucra a muchos jugadores, que sí o sí entran en contacto, y no al remo, en el que la práctica se reanudaría según el protocolo, en botes individuales. “En el agua, no hay posibilidad de contagio”, había dicho.
El domingo se sumó a un grupo de representantes de varios deportes tenis, golf, atletismo, gimnasia, pádel, canotaje y vela- que reclamaron frente a la Quinta de Olivos la apertura de la cuarentena para sus disciplinas, y confirmó que nada lo haría cambiar de opinión.
-¿En algún momento te pidieron desde la Asociación de Remeros que no salieras este lunes a remar para tal vez no causar problemas en el proceso de habilitación?
-Nadie me dijo que no lo hiciera. Yo sí se lo comuniqué a la asociación para que estuvieran al tanto, pero cuando ya había tomado la decisión. Igual, siempre dije ‘No voy a salir de ninguna institución porque no le quiero traer problemas a nadie’. Lo hice por mi cuenta, como una persona más, como Ariel Suárez, sin involucrar a ninguna institución.
-¿Vas a seguís entrenando regularmente o vas a esperar unos días a ver si finalmente llega la autorización ?
-Espero que empiecen a habilitar con consciencia todos lo deportes avalados con protocolo. Pero yo mañana voy a estar entrenando. Lo dije, mientras el fútbol siga, yo voy a seguir. No puedo entender, por qué habilitaron ese deporte y no el remo.
Luciana Aranguiz/Clarín