Racing tiene la mente puesta en la final de la Copa Sudamericana, pero con un ojo mira la punta del campeonato porque quedó a solo cinco puntos de Vélez que juega hoy cuando restan 15 por disputar y con el otro ojo la tabla anual, que lo tiene en la zona de clasificación directa a la Libertadores 2025. Y este panorama lo logró después de vencer 2-1 a Independiente Rivadavia, con un salvador gol de tiro libre de Juan Fernando Quintero, a cuatro minutos del final. Una victoria que alimenta la ilusión de los hinchas académicos que no dejaron de cantar bajo la lluvia.
Es cierto que Racing tiene la cabeza en la final ante Cruzeiro pero los partidos oficiales le quedan antes del gran objetivo (este con la Lepra y el próximo domingo con San Lorenzo) le tienen que servir al técnico para corregir detalles.
Por eso, salvo Marco Di Césare, quien casi está recuperado de la lesión muscular de grado 2 en el bíceps femoral izquierdo y llegaría a la final, ante Independiente Rivadavia jugaron todos los titulares. Incluso Adrián Maravilla Martínez, recuperado de la molestia que lo tuvo en duda ante Barracas en la fecha anterior pero que desde los 6 minutos, justo antes del gol de la Lepra, jugó con un dolor en la zona lumbar y por eso fue reemplazado en la parte final por Urzi.
Aunque Costas no tiene una libreta en la que anota virtudes y defectos del equipo, seguramente alertará a los jugadores que no se pueden descuidar ni un instante, como le pasó a Agustín Almendra cuando intentó dejar salir el balón por el lateral tras ese despeje de Sequeira y que el colombiano Sebastián Villa lo primereó, le ganó la posición y se fue a pura velocidad hacia el área local y le dio el pase justo a Ramis, quien marcó el 1-0 con un zurdazo cruzado. Por eso, media hora después, el mismo Almendra enseguida sacó la pelota afuera ante la presión de Villa.
También durante el partido trató de ordenar el medio, para no dejar tantos espacios. Por eso, a veces Juanfer Quintero se metía retrasaba y metía más adentro para quedar como un ocho interno y armar un doble cinco con Sosa. A la vez, sabe que por el sector derecho Gastón Martirena es una opción ofensiva siempre. Y fue quien envió el centro pasado perfecto para el cabezazo goleador de Maravilla que estampó el 1-1. Después, en el segundo tiempo, llegó en posición de gol al área pero metió un zurdazo muy desviado.
En un marco con poco público porque el Cilindro quedó reducido a un 50 % por la sanción de la Aprevide tras la pirotecnia en la semifinal de vuelta ante Corinthians, la Academia fue una tromba los quince minutos posteriores al empate. Era el momento para el 2-1 pero no estuvo fino en la puntada final. Después aflojó la intensidad, producto además de un campo de juego pesado por la lluvia.
En la parte final, el equipo mendocino siguió con su idea de sorprender de contra con la velocidad de Villa. Con las subidas constantes de Martirena y Rojas, Colombo y García Basso duplicaron esfuerzos para contener a Ramis pero en especial al colombiano, que tuvo una chance de convertir pero estaba en posición adelantada.
No fue bueno el segundo tiempo de Racing. No tuvo juego asociado, fue más lucha en el medio, zona en la que se destacaron Nardoni y Sosa, pero no tuvo peso en el área mendocina, producto de las salidas de Maravilla Martínez primero y de Almendra después. En la cancha, Quintero tenía apariciones intermitentes. Pero el colombiano es un jugador distinto y con una intervención puede modificar la historia de un partido. Y el colombiano frotó la lámpara y la cambió faltando cuatro minutos, con un impecable tiro libre que superó el esfuerzo del arquero Centurión.
Ganó Racing que quiere tener un año inolvidable, con la mente en una copa internacional pero entre ojos el torneo actual y la Libertadores del año que viene. Un presente que hace feliz a su gente.
Oscar Barnade/Clarín-Deportes
OTROS RESULTADOS
Godoy Cruz 0 – Talleres 1
Central Córdoba 1 – Estudiantes 1