
La gimnasia artística de Estados Unidos, en la que brilla Simone Biles , sufrió un cimbronazo en agosto de 2016 por una nota del diario The Indianapolis Star. Allí se contaba cómo el equipo nacional no había denunciado de la manera correspondiente ni a tiempo los actos de abusos a menores. Rachael Denhollander la leyó y se convirtió, poco tiempo después, en ser la primera de las 156 mujeres que en el tribunal de Michigan denunciaron por abuso sexual a Larry Nassar, el médico de la Selección estadounidense durante 30 años.
“Mi formación como abogada me preparó para el proceso y la argumentación, pero nada podría haberme preparado para el dolor de ser la primera en publicar mis acusaciones. Perdí todo resquicio de privacidad. Hoy, más de 200 mujeres han culpado a Larry Nassar de abuso sexual. Pero esa cifra no es tan abrumadora como el hecho de que al menos catorce entrenadores, psicólogos o colegas habían sido notificados sobre sus agresiones”, escribió la ex gimnasta en el New York Times tras la condena, dictada en enero de 2018, que mantendrá a Nassar preso hasta su muerte.
Casi en simultáneo fue que el Comité Olímpico internacional creó una unidad especial contra el abuso sexual, con cuatro centros de recepción de denuncias en los Juegos de Invierno de Pyeongchang, y lanzó un Manual para la protección de los atletas ante el acoso y el abuso en el deporte. Ese documento le sirvió de base al ENARD para armar su propia línea directa de denuncia.
“La difusión de la línea directa es una de las claves para la construcción de un deporte justo y seguro”, explica María Julia Garisoain. Y enumera las acciones que se realizan para conseguir dicho objetivo: “A través de la web, flyers, pósters, charlas, campañas en redes, mails, WhatsApp, la App del ENARD y en las ediciones y soportes impresos del Área de Fortalecimiento del Enard dirigidos al EquipoARG”.
También la temática “cuenta con un espacio en congresos, conferencias, encuentros y en todos los Entrenamientos Extra-cancha”, que comenzaron a hacerse antes de Buenos Aires 2018 para preparar a los atletas en su contacto con la prensa, el uso de sus redes sociales y prepararlos para la alta exposición mediática.
“El canal se recibe con interés y atención, generando consultas sobre el funcionamiento. De inmediato toman nota y registran la herramienta con gran aceptación, integrándola a sus herramientas de carrera”, dice.
Más allá de las diferencias, sustancialmente en apoyo económico, la Línea Confidencial funciona como lo hace en Estados Unidos el US Center for SafeSport, el centro pionero en el tema que se creó en 2017 con la intención de tener una sola agencia con el poder de investigar y deliberar acusaciones de malas conductas, en vez de que la responsabilidad recaiga en las federaciones. Un informe reciente indica que hay un 55% más de reportes sobre abuso sexual y conductas impropias en 2019, en comparación con el año anterior.
Clarín/Deportes