Yas Nizetich, Julieta Lazcano, Tatiana Rizzo y Lucía Fresco ya saben lo que es disputar un Juego Olímpico. Ellas fueron parte del plantel de las Panteras que hizo historia para el vóleibol argentino al clasificarse por primera vez para una cita olímpica y que vivió en Río de Janeiro 2016 una experiencia inolvidable. Y ahora quieren más. Las cuatro forman parte del equipo que buscará desde este martes un boleto a Tokio 2020 en el Preolímpico Sudamericano que se jugará en Bogotá. Con muchas ilusión de asegurar la plaza, palpitaron el torneo en charla con Clarín tras el último entrenamiento en nuestro país.
El certamen colombiano, en el que jugarán con Perú, Venezuela y Colombia, será la última chance de las argentinas para conseguir un lugar en la próxima cita olímpica y sólo clasificará al campeón. Sin embargo, las «históricas» del grupo no sienten una presión extra por esa circunstancia ni por repetir lo conseguido hace cuatro años.
«Hay presión, como siempre, pero no tiene que ver con haber conseguido ya una vez la plaza para los Juegos. La presión está en el día a día, uno convive con eso, para el deportista es un ingrediente más. Yo particularmente me presiono mucho a mí misma. Y no solo en los torneos, también en cada entrenamiento para que salgan las cosas porque sabés que después vas a jugar como entrenás. Así que lo tomamos con naturalidad. Pero sí, queremos lograr el objetivo de nuevo y lo estamos manejando bastante bien», analizó Fresco, de 28 años, opuesta de Pink Spiders del vóleibol de Corea del Sur.
Lazcano coincidió. «La sensación que sentimos es más que merecemos esta clasificación por todo el trabajo que venimos haciendo y todo lo que viene representando el vóleibol femenino en Argentina. Vivir este proceso de clasificación a Tokio se siente distinto al que vivimos antes de Río. Tenemos más experiencia y muy buenos recuerdos, los mejores de nuestras vidas, al menos para mí”, comentó la central de 30 años.
Como las más experimentadas de un plantel en el que casi todas las otras jugadoras -a excepción de Mariángeles Cossar (29)- no superan los 23 años, sienten una responsabilidad de actuar de guías de las más jóvenes en el camino del sueño olímpico.
«Hablo mucho con las chicas. Sobre todo ahora que se acerca el torneo tuvimos un par de charlitas sobre cómo fue el Preolímpico anterior, cómo lo vivimos, cómo fue lo de Río. Las más jóvenes empiezan a preguntarte y yo, con tantos años en la selección, intento pasarles mis vivencias y prepararlas para lo que se viene, porque será muy duro», contó Nizetich (30), que en 2019 ganó el título de la Liga de Campeones con Novara, su equipo italiano.
«Hace unos días en el entrenamiento, le dije a Vicky ( Mayer, la armadora titular de 18 años) que si no se había empezado a imaginar todavía jugando en un estadio con diez mil personas gritando en contra suyo, que lo hiciera. Porque así va a ser en Colombia. Vamos charlando, tirándoles algunos consejitos, contándoles algunas cosas. Porque aunque cada una vivirá esta experiencia a su modo creo que hablarlo une más al grupo y eso va a hacernos más fuertes», afirmó Rizzo (33), líbero de Boca.
Lazcano -la central que declinó la chance de jugar en la temporada 2019/20 en Leclerc Radomka Radom de Polonia para darle descanso a su cuerpo, en especial a sus rodillas- cerró la idea: «Hay que acompañar a las más chicas y motivarlas desde lo positivo. Me aportan mucha esperanza, les veo muchísimo futuro. Y qué lindo sería que arranquen con todo, clasificando a un Juego Olímpico».
Las Panteras vivieron un 2019 muy positivo bajo la conducción de Hernán Ferraro, que asumió a fines de 2018. El punto más alto del año fueron los Panamericanos de Lima, en los que obtuvieron el bronce, primera medalla para el vóleibol femenino de nuestro país. Ese podio las incentivó aún más para ir a Bogotá.
«Fue un 2019 muy bueno. Y cada una sabe individualmente qué tiene que mejorar para darle un saltito más de calidad a la selección. Ya que muchas jugadoras se hayan ido afuera por primera vez o que se hayan mantenido en ligas europeas, es muy positivo porque sube el nivel del equipo . Este equipo tiene muchísimo para dar, mucho para mejorar y para trabajar, y eso me deja tranquila y muy motivada para lo que se viene», reflexionó Nizetich, una de las mejores puntas de la historia del vóleibol argentino que regresó al seleccionado el año pasado.
Lo que se viene es ese cuadrangular en el que se jugarán la última carta de clasificación a Tokio y en el que debutarán este martes a las 20 de nuestro país ante Perú. Y como ellas mismas aseguraron, en Bogotá protagonizarán tres «guerras».
«El Preolímpico te marca. Es un antes y un después en tu carrera. Para nosotras, el de Bariloche, fue un torneo increíble y fue perfecto en todo sentido. Y apostamos a que en Colombia sea igual, con ese mismo resultado», comentó Rizzo. Y agregó: «Van a ser tres finales y vamos a dejarlo todo en los tres partidos».
En tanto, Fresco analizó: «Creo que Colombia será el rival más difícil y no tuvimos buenos partidos ante ellas en el pasado. Pero cuando hay un Juego Olímpico de por medio, la motivación y las ganas son diferentes. Cada partido y cada torneo es distinto. Y en Bogotá puede pasar cualquier cosa. Pero yo, la fe la tengo al tope».
Luciana Aranguiz/Clarín