Doce minutos fatídicos fueron los que condenaron a Argentinos, que perdió por 2 a 0 ante Vélez en el Diego Maradona. Luego de hacer una aceptable etapa inicial, a los 7 minutos Janson marcó de contra el primero para la visita e instantes más tarde en el rival vieron la roja Vera y Sandoval a los 16 y 19, respectivamente. Y ya no hubo paridad y todo fue de Vélez, que ganó los tres partidos que jugó y es el puntero de la zona 2.
Fue un duelo de entrenadores con bastantes puntos en común. Y es que Gabriel Milito y Mauricio Pellegrino, ambos marcadores centrales zurdos, jugaron varios años en Europa y ahí incorporaron ideas que los emparentan. Milito disputó 249 partidos en Europa (nueve goles) y Pellegrino, 264 (seis). Y los dos tuvieron pasos por Barcelona. Van al frente los equipos del Mariscal y Longaniza, pero insinúan más de lo que concretan. Son generosos con el espectáculo aunque siempre les falta algo para dar el salto de calidad. Por ahora son técnicos interesantes sin demasiado respaldo de los resultados. Y a eso lo evidenciaron en La Paternal, especialmente en la primera parte: tanto Argentinos como Vélez jugaron bien y generaron situaciones de riesgo, pero no salieron del cero.
Argentinos fue mejor y Vélez tuvo las situaciones más claras. A bordo de un intenso 4-1-4-1, el perdedor acorraló al conjunto de Liniers y lo ahogó los primeros 20 minutos. Lucas Hoyos les negó el gol a Cabrera (remate desde adentro del área), Quintana (cabezazo tras un corner) y Romero (disparo de media distancia). La más peligrosa, igual, fue un cabezazo en peinada de Hauche que se fue besando el palo izquierdo del arquero.
No encontraron espacios los creativos de Vélez por la presión y por eso el juego no fluyo. Pero como tiene buen pie de la mitad de la cancha en adelante, no necesitó elaboración para quedar cerca del gol. Incluso convirtió Vélez a los 27 minutos, pero el asistente Andrés Barbieri cobró un offside de VAR de Lucero que había aprovechado un rebote de una gran atajada de Cháves luego de un potente remate de Almada.
La segunda parte arrancó con una pérdida de Florentín con todo el equien po volcado al ataque y Vélez no perdonó: Almada habilitó a Lucero y éste le cedió el gol a Janson. Después llegaron las expulsiones, ambas por doble amonestación. Se quedó sin respuestas entonces Argentinos (que perdió los tres partidos que jugó) y solo procuró no ser goleado. Almada anotó el segundo tras una mala salida de Cháves. Y con eso le alcanzó a Vélez que se ilusiona con pelear.
Maximiliano Uria/Clarín
PRIMER TRIUNFO DE BECCACECE EN SU VUELTA A VARELA
A veces el fútbol es más sencillo de lo que parece y por los caminos tradicionales se simplifica la llegada al objetivo. Fue lo que le pasó a Defensa y Justicia en su choque ante Patronato: supo “estandarizarse” a tiempo y se llevó el primer triunfo de la nueva era de Beccacece por 1 a 0.
La apuesta del ex entrenador de Racing es atractiva desde la idea cuando los jugadores, en el control del balón, empiezan a moverse por todo el ancho del campo sin las posiciones fijas. Mucho de eso se pudo ver en el proceso de Hernán Crespo. Pero ayer particularmente no provocó el desequilibrio esperado y, por el contrario, pareció conspirar contra las triangulaciones ofensivas.
Si a Patronato ya de por sí le caía simpático el punto, Iván Delfino se encargó de dejarlo aun más claro cuando a los 16 minutos del segundo tiempo, pese a que en la primera etapa había ofrecido una resistencia pareja (durante casi el 70 por ciento del tiempo Defensa le manejó la pelota) sacó a Junior Arias, tal vez su único hombre capaz de generar algo por sí mismo. Deberá encontrarle el DT un lugar más adecuado a Neri Bandiera, un gran jugador que llegó de Estudiantes de Caseros ideal para el desequilibrio por afuera en una línea de tres por atrás de un centrodelantero pero no tan desequilibrante por su mayor responsabilidad y menor recorrido.
Los cambios de Beccacece le dieron una mayor previsibilidad a su ataque. Pero de la propia, la necesaria para que los intérpretes sepan dónde están sus compañeros y puedan construir las mejores asociaciones. Enzo Fernández, quedando por delante de la línea defensiva y, delante de él, cuatro volantes con toque, llegada y desborde. Fue lo que, al cabo, lo llevó al gol al ganador con una pelota cruzada de un extremo al otro y un centro bajo que encontró la llegada de Romero.
Sólo por el resultado ajustado fue que Patronato pudo hacer fuerza, inclinar la balanza y poner en duda, aunque levemente, el triunfo de Defensa sobre el final.
Beccacece logró su primera sonrisa en su retorno a Florencio Varela; Delfino ve cómo los suyos se hunden en la tabla y será para tener en cuenta: ya quedó demostrado que la falta de los descensos no impide que los entrenadores salgan eyectados del banco.
Clarín/Deportes
GOLEÓ ALDOSIVI Y LE DIBUJÓ UNA SONRISA A GAGO
Tuvo un desahogo Aldosivi. Fue su primera victoria en la Copa de la Liga. Tras un partido en el que había comenzado incómodo, supo imponerse en el segundo tiempo. En ese tramo fue contundente y sólido.
No hubo encantos en ese primer tiempo. Pero sobre todo, faltaron llegadas profundas y, en consecuencia, emociones de esas que le dan suspenso al desarrollo.
Fue un poco más Arsenal en esa etapa. Le dejó la pelota a Aldosivi y procuró atacar a los espacios. Y así quedó la impresión de que estuvo más cerca. Con poco, apenas con astucia y con prolijidad para defender. Lo del equipo de Fernando Gago fue posesión sin desequilibrio. Le quedó lejos el arco defendido por Nicolás Navarro.
Y así se fueron al descanso. Sin grandes preocupaciones. Y con una certeza compartida: con poco se podía ganar.
Y el equipo de Gago tuvo una virtud y el siempre necesario amparo del azar. Primera llegada del segundo tiempo. Dos minutos. Tiro libre desde la izquierda, cabezazo del ingresado Emanuel Iñíguez y gol. Un asombro de algún modo: Aldosivi sacó esa ventaja en un espacio del juego en el que el Arsenal de Sergio Rondina suele sentirse cómodo, la pelota detenida.
Estaba claro: empezaba otro partido sobre el suelo del José María Minella. Ahora, la obligación era toda de Arsenal. Y le costó, ya no podía jugar a los espacios, tenía que arriesgar más ante un rival que comenzó a priorizar el orden defensivo por encima de la voluntad de posesión. Detalle relevante: el mediocampo del equipo marplatense fue un inconveniente para las intenciones de Arsenal de arribar con peligro. Muchos volantes (cinco), mucha intensidad en nombre de recuperar la pelota y detrás, para colmo esperaba una defensa que en todo momento procuró minimizar riesgos. Y lo logró.
Intentó variantes Rondina para ese rato que le quedaba en nombre de, al menos, rescatar un punto, su primer punto en el torneo. Entraron Nicolás Miracco y Ramiro Luna. No cambió demasiado. Aldosivi, esperando agazapado, siguió luciendo más sólo en un partido que ya había adquirido una monotonía que claramente favorecía a los locales.
Pero esa monotonía la rompió Aldosivi con su goleador, quien liquidó el partido con dos goles. El primero, después de un flipper de rebotes en el área; y el segundo, tras un gran contraataque colectivo. 3 a 0. Y calma frente al mar.
Clarín/Deportes