MG Radio 24 Villa Pueyrredón
En la última jugada del partido, Marcos Díaz salió mal a cortar un centro, quedó desairado y enseguida Lucas Janson logró igualar y forzar los penales. Pero el arquero de Talleres se reivindicó desde los doce pasos: atajó dos, el equipo cordobés ganó 3-1 y se clasificó para los octavos de final. Ahora espera por el ganador de Estudiantes de Río Cuarto-Huracán Las Heras de Mendoza.
El 12 de marzo pasado, en Córdoba, Vélez le ganó 1 a 0 a Talleres, que cuando se quedó con un hombre menos por la expulsión Rafael Pérez apenas comenzó el segundo tiempo, estuvo muy cerca de empatarlo. Mucho más que Vélez del segundo. Alexander Medina tomó nota de lo que sucedió en esa etapa: cuando lo atacan, cuando lo presionan, el equipo de Pellegrino sufre.
Entonces, desde el inicio Talleres salió a atacar. Antes del minuto Valoyes llegó hasta el fondo y envió un centro que exigió a Gianetti, quien logró cortar y mandar al córner. Fue todo del equipo cordobés en el primer cuarto de hora, que le permitió conseguir. Mucha movilidad, presión y ataque por las bandas. Estaban incómodos los jugadores de Vélez, que no podían construir juego. A los 13 minutos, se soltó Navarro y sin marcar se animó a pegarle al arco, Hoyos dio rebote (floja respuesta cuando el manual del arquero indica que hay que rechazar hacia un costado) y apareció el uruguayo Michel Santos para marcar.
Cuando Talleres bajó la intensidad, recién ahí pudo crecer Vélez. Se soltó un poco más Almada, intentó juntarse con Orellano y con Galdames, más adelantado que de costumbre porque el doble cinco inicial fue Mulet-Mancuello.
El ex Independiente casi mete un gol olímpico pero reaccionó muy bien Marcos Díaz, que después dio un rebote similar al de Hoyos pero el remate fin al de Galdames se fue apenas desviado. Resultó una ráfaga la mejoría del Fortín. Talleres volvió al plan original.
En el retroceso, dos líneas de cuatro bien marcadas, con Santos y Auzqui bloqueando la salida rival, incomodando. Con poco espacio entre esas dos líneas de cuatro, Almada no podía general juego y Orellano no encontraba recorrido para desequilibrar con su habilidad. Por el contrario, Valoyes empezó a tener más recorrido a espaldas de Ortega. Cada centro que enviaba el era un dolor de cabeza para Hoyos y para los marcadores centrales.
Si la fórmula en el primer tiempo funcionó, para que cambiar. Talleres salió con todo a buscar el segundo y sellar la clasificación. La primera modificación de Pellegrino fue para tener más presencia ofensiva. Lo sacó al pibe Mulet, que estaba amonestado, retrasó a Galdames, Almada jugó más por el medio y el ingresado Janson por la banda izquierda como siempre.
Como un calco de los primeros 45 minutos, otra vez Vélez consiguió equilibrar el juego, con Almada más cómo en esa posición y mucho más activo. Entre los 28 y 30 minutos, Talleres logró mantener el cero en su arco, con dos buenas atajadas de Marcos Díaz, y despejes de los centrales. Y si bien estaba un poco más retrasado por el acoso de Vélez, también tenía más espacios para la contra. Así, se escapaba Parede, lo bajó Ortega, que estaba amonestado, y el Fortín se quedó con 10.
Y como sucedió en Córdoba hace casi un mes, el que quedó en inferioridad numérica se agrandó. Y fue metiendo al rival contra su propio arco. Probó con centros por derecha y por izquierda y en la única que falló Díaz, llegó el empate de Janson y los penales en los que otra vez el ex Huracán se hizo gigante.
Oscar Barnade/Clarín
