
El serbio avanza en el US Open y, si lo gana, será el tenista con más Grand Slam de la historia.
El camino del serbio Novak Djokovic para completar el primer Grand Slam masculino en 52 años llegará a su penúltimo obstáculo hoy en las semifinales de Flushing Meadows (27.200.000 dólares; cemento) frente al tenista que lo superó en los Juegos de Tokio: Alexander Zverev.
El alemán, cuarto del ranking mundial, había frustrado en julio el deseo de Djokovic de sumarle el oro olímpico a una temporada que puede ser histórica derrotándolo en las semifinales de Tokio 2020.
“Tenés que ser perfecto; sino, no ganás” frente a Djokovic, reconoció Zverev tras derrotar en sets corridos al sudafricano Lloyd Harris en los cuartos de final.
“La mayoría de las veces no podés ser perfecto. Por eso la mayoría de las veces se pierde contra él”, dijo.
En su primera final de un Grand Slam, Zverev sufrió una cruel derrota el año pasado en Flushing Meadows ante el austriaco Dominic Thiem tras contar con una ventaja de dos sets.
“Sé que va a ser una batalla”, auguró Djokovic. “Pero estoy preparado para ello. Estos son los obstáculos que tengo que superar para llegar al destino deseado”.
A sus 34 años el número 1 del mundo está a dos victorias de convertirse en el primer dueño del Grand Slam desde Rod Laver en 1969.
Una cuarta corona en el torneo le daría también a Djokovic su 21º título de Grand Slam superando en esa carrera a Roger Federer y Rafael Nadal, que suman 20 y estuvieron ausentes por lesión en esta edición.
El miércoles a la noche, tras eliminar en cuatro sets al italiano Matteo Berrettini, Djokovic reconoció que está saturado de hablar sobre lo que le falta a su deseada gesta.
“Soy consciente de la historia. Por supuesto que me da motivación”, declaró. Pero “si empiezo a pensar demasiado en ello me agobia mentalmente. Quiero volver a lo básico y a lo que realmente me funciona mentalmente”.
“Sé que mucha gente quiere oírme hablar de ello. Pero ya hablaremos de ello, con suerte, el domingo”, pidió.
En su registro de enfrentamientos Djokovic supera por seis victorias en nueve partidos a Zverev pero la derrota olímpica, en un partido al mejor de tres sets, fue dolorosa.
“Fue un final duro para mí emocionalmente”, admitió.
Djokovic tiene una asombrosa racha de 26 triunfos seguidos en partidos de Grand Slam pero Zverev, de 24 años, también se encuentra en un gran momento acumulando victorias en sus 16 últimos choques en el circuito.
Zverev no llegó a una final de un Grand Slam este año pero, tras colgarse el oro, se impuso también en el Masters 1000 de Cincinnati.
“Jugué muy bien últimamente. Cuando nos enfrentamos hay nervios y muchas cosas en juego”, reconoció Djokovic. “El partido podrá ir en ambas direcciones. Me parece que muy pocos puntos determinarán al ganador”, agregó.
Contra Djokovic “tenés que ganar vos el partido”, apuntó Zverev. “Tenés que ser el que domine los puntos. Tenés que hacerlo con muy pocos errores no forzados. Es el mejor jugador del mundo. Es muy difícil de superar”, apuntó.
Berrettini, primer rival top 10 que enfrentó Djokovic en esta ciudad, reconoció la superioridad de su adversario.
“Tiene esa capacidad, y probablemente por eso es el mejor de todos los tiempos, de elevar su juego, su nivel, todo el tiempo”, describió el romano. “Es cuando empieza a devolver mejor, a sacar mejor. No importa lo bien que jugué yo; él, simplemente, juega mejor”.
El vencedor de la batalla entre Djokovic y Zverev enfrentará al ganador de la otra semifinal entre Daniil Medvedev y Felix Auger Aliassime, que a sus 21 años es una de las sopresas del torneo.
Medvedev, que perdió a inicios de año ante Djokovic en la final de Australia, cree que a sus 25 años le llegó el momento de alcanzar su primer Grand Slam.
Para Auger Aliassime, que avanzó en los cuartos de final tras el retiro del joven español Carlos Alcaraz, será su primera semifinal en un torneo de esa categoría.
Clarín/Espectáculos