
Con la victoria de Rafael Nadal, segundo favorito, ante Diego Schwartzman (20°) quedó claro el escenario para las semifinales de Flushing Meadows (28.619.350 dólares; cemento). El español enfrentará hoy al italiano Matteo Berrettini (24°) mientras el ruso Daniil Medvedev (quinto) chocará con el búlgaro Grigor Dimitrov. Ante ese panorama el segundo del ranking mundial es más favorito que nunca. ¿Podrá alguien evitar que Nadal levante el trofeo del último Grand Slam de la temporada?
La lógica dice que no. El mallorquín les saca una ventaja que parece inalcanzable a sus rivales en los papeles. El ex número 1 y dueño de 18 Grand Slams busca su cuarto título aquí donde ya jugó siete semifinales y ganó cuatro.
Del trío que quiere aguarle la fiesta, sólo Dimitrov estuvo antes entre los cuatro mejores de un torneo de esa categoría. Fue en Wimbledon 2014 y Australia 2017, año en el que además llegó al top 3. Medvedev y Berrettini, ambos de 23 años, son debutantes en la instancia. El primero -la amenaza más grande de Nadal- llegó a octavos en enero en Australia; y el segundo, que juega en Flushing Meadows su octavo Grand Slam, sólo se había metido en octavos en Wimbledon, en julio.
Aunque no sólo por su experiencia y su jerarquía parece muy difícil que Nadal se quede sin el título. El presente de los cuatro también invita a imaginarse un festejo suyo.
Campeón este año en Roma, Roland Garros y Montreal, llegó a semis con su tenis en un altísimo nivel. Y físicamente entero, más allá de los calambres en la mano derecha que lo molestaron durante un pasaje del partido ante el argentino.
Berrettini vive su mejor temporada. Se coronó campeón en Budapest y Stuttgart y llegó por primera vez al top 20 en junio. Pero en la gira norteamericana de canchas rápidas no había tenido buenos resultados. Y viene de un partido de cuatro horas ante Gael Monfils que lo dejó extenuado.
Medvedev brilló en la previa con finales en Washington y Montreal y título en Cincinnati. Desembarcó en esta ciudad como la gran amenaza del Big 3 y, hasta ahora, cumplió. Aunque esa carga de partidos que arrastra podría jugarle en contra en el cierre del torneo. En cuartos, ante Stan Wawrinka, a quien venció en cuatro sets, estuvo cerca de retirarse.
Y Dimitrov luchó en la primera parte de la temporada con una lesión en el hombro derecho y desde Australia -llegó a octavos- no ganaba tres partidos consecutivos en un torneo. En Flushing Meadows protagonizó una resurrección inesperada y dio el batacazo en cuartos ante Federer. Ese triunfo puede darle un envión extra. ¿ Le alcanzará para gritar campeón?
Clarín/Deportes