
José López mide ciento noventa centímetros y también es correntino. El detalle se parece a una herencia: sin los goles de José Sand este pibe de 20 años se convirtió en superhéroe por un rato y en un pretendiente del podio de su coterráneo. Con un gol del número 42, Lanús se impuso con un cabezazo impecable e implacable. Sobre la hora se llevó tres puntos de Venezuela que le sirven para afianzarse como aspirante a la clasificación a octavos de final en este Grupo H de la Copa Sudamericana.
No ofreció demasiado el equipo de Luis Zubeldía. Le alcanzó con detalles y con una tardía jugada de pelota parada. Es poco, claro, en términos del juego; pero es muy relevante en términos de lo que viene. Esa jugada de último momento quizá sea un impulso para una recuperación. O para algo más.
Ese primer tiempo ofreció menos que poco. Lanús hizo su juego. No brindó en el aspecto ofensivo casi nada ante un Aragua que tampoco tenía mucho para ofrecer. El equipo argentino procuró hacerse dueño del mediocampo y por momentos lo consiguió; eso sí, invariablemente, en ese tramo le costó ser profundo, le costó llegar. Casi ni se patearon al arco.
Ni siquiera Sand, goleador e histórico, pudo invitar a la posibilidad de gritar un gol. Se sabe: no es un Lanús en días felices, más allá del fallo vinculado con el clásico con Banfield, que lo dejó golpeado.
Es más equipo Lanús aque Aragua, eso está claro. Pero le costó plasmarlo en la cancha y sobre todo en el resultado, que recién le sonrió en una de las úlrtimas situaciones. Bienvenida sea porque tres puntos de visitante valen más que oro y cotizan en la Bolsa de la Sudamericana, cómo que no.
Hubo un hito en el segundo tiempo. La expulsión del panameño Alfredo Stephens dejó mucho más vulnerable al equipo de Venezuela. A Lanús le costó sacar ventaja de esa situación. Generó poco en términos de fútbol le faltó profundidad, también ideas y llegó bastante poco. Atacó, es cierto, intentó siempre pero esa intención de ir a buscar el triunfo porque veía que oo tenía al alcance de la mano lo hizo sin claridad, apurado. Y chocó con la defensa de los goles que a esa altura solo aspiraba a rescatar el empate en su propia casa.
Pero el fútbol también se resuelve en detalles. Una jugada mínima, los vínculos con el azar, un cabezazo, un instante. Ese instante favorable que a veces se da en contra, esta vez le sonrió al equipo granate, que lo había merecido. Y entonces ganó Lanús. De ese modo y manera. Con el gol del pibe que tiene la mitad de edad que el superhéroe histórico. Uno a cero. Apenas eso. Todo eso.
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TALLERES CAYÓ SORPRESIVAMENTE EN EL KEMPES CON EMELEC
Cayó al reves la taba para Talleres en el debut internacional ante el Emele3c de Ecuador en el Kempes.
Y fue derrota por la falta de experiencia del equipo cordobésen no saber definir el partido cuando ganaba 1 a 0, porque en el arranque del segundo tiempo lo tuvo para ganar concomodidad pero primero chocó contra la figura de la cancha: Pedro Ortiz y segundo los delanteros se perdieron goles increibles. La jerarquía del Emelec lo dio vuelta en un par de aciertos ofensivos.
Aquel aforismo de “los goles que errar en el frente te lo hacen en el tuyo”, tuvo una gran vigencia para Talleres. Fue un partido entretenido, con idas y vueltas. Pero antes de los 25 minutos hubo seis amonestados y no era para tanto porque las acciones eran equilibradas y se jugaba sin mala intención. Talleres debió esperar varios minutos para pasar a dominar. Y por eso no extrañóel gol de Fragapane, luego del centro de Auzqui, Parede la dejó pasar y Fragapane metió el flechazo. Incluso en el arranque del segundo tiempo lo pudo aumentar, pero fallaron los delanteros. Hasta que la mano de Navarro paró la pelota y penal. El uruguayo Rodriguez clavo el empate. Y tampoco extrañó que Barceló metiera el segundo. Incluiso sobre el final Rojas metió un balinazo en el parante. Pudo ser el 3-1. Pero hubiese sido injusto. Talleres se desoriento y empezo a jugar a los pelotazos. Todo lo que hizo anteriormente quedó en el pasado. Nunca más fue el mismo…
Talleres pagó un alto precio a jugar “al perdonar vida” y a su falta deroce intrernacional.
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ARSENAL NO AGUANTÓ EN LA PAZ ANTE BOLÍVAR
Bolívar resolvió el duelo con Arsenal con mucha paciencia. Especialmente en el primer tiempo, etapa en la que consiguió recién el gol sobre el final. Arsenal aguantó todo lo que pudo pero a diferencia de Boca el miércoles, no pudo en los 3.640 metros en los que se encuentra el estadio Hernando Siles.
Fue bueno el esquema defensivo planteado por el Huevo Rondina. Y hasta los 40 minutos, la única acción peligrosa fue un remate de Justiniano desde lejos que Medina envió al córner. Buenos ejecutores de media distancia es una herramienta para contrarrestar los cerrojos.
A los 42 minutos, Bolívar logró penetrar por derecha, Sadikú tocó para Justiniano quien habilitó a Roberto Fernández, este controló, giró y marcó el primer gol del partido.
En el arranque de la parte final, Arsenal tuvo una buena chance para empatar con un tiro libre de Nicolás Castro, a los 9 minutos, que el arquero Cordano logró tocar justo al córner. Sin embargo, a los 16 minutos, una buena pelota en profundidad para Roberto Fernández generó el segundo gol. El autor del primer tanto controló el balón, se metió en el área, metió un centro atrás para la entrada de Saavedrea, quien definió con un fuerte zurdazo. Enseguida, Arsenal tuvo el descuento pero el remate de Candia pegó en el palo. Y recién llegó al después en el final a través de Bottinelli. No es un gran equipo Bolívar pero con poco le alcanzó para quedarse con los tres puntos y lider el grupo con Ceará de Brasil.
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