
Independiente perdió en su debut en la Copa Sudamericana en un partido que se le complicó desde el inicio porque se quedó con 10 jugadores a los 11 minutos. Aún así, se había puesto en ventaja. Después, cuando estaban 1-1 y los dos con 10 hombres, un error de Sosa en la salida posibilitó el segundo de Ceará, que por ahora lidera el grupo G.
La expulsión de Ayrton Costa a los 11 minutos del primer tiempo presagiaba un desarrollo durísimo para Independiente. El defensor había sido amonestado y sumó dos amarillas en once minutos y se fue expulsado. Enseguida, el técnico Eduardo Domínguez resignó a Alan Soñora, que al minuto había tenido un remate al arco desviado, y reforzó la línea defensiva con el pibe Patricio Ostachuk.
Fueron unos minutos de zozobra para el Rojo, hasta que se acomodó en el partido y empezó a desarticular fuera del área los intentos del local de llegar al arco defendido por Sebastián Sosa.
El equipo argentino tenía necesidad de desdoblarse, de dar un plus aparte para poder sobrellevar tranquilo el resto del encuentro. Y lo tuvo a los 32 minutos, cuando el colombiano Andrés Roa robó y ganó una pelota en la salida brasileña, para Leandro Banegas, el delantero asistió rápido a Togni, que definió con un remate cruzado.
En la desesperación, Ceará empezó a llenar de centros el área roja, lo que facilitó la tarea de Joaquín Laso. Un poco más de peligro generaba cuando trataba de profundizar pisando el área en velocidad. Al menos, aguantó hasta el final del primer tiempo.
Tras un buen inicio de Independiente en el segundo tiempo jugando en campo rival, Ceará fue cambiando la historia. Buscó variantes, probó de media distancia, aprovechó los rebotes y así llegó el empate, tras una mano de Lucas Romero en el área. Mendoza, de penal, igualó. La expulsión de Paraiba sugería una buena noticia para el Rojo al quedar los dos con 10 hombres, pero enseguida, tras una mala salida de Sosa en un córner, entre Zé Roberto y Benegas metieron el segundo de Ceará.
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EL TALADRO PERFORÓ AL SANTOS
Entre mayo y junio de 2020, en épocas de cuarentena y aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO), Agustín Urzi se divertía y hacía divertir. El juvenil de Banfield mostraba toda su precisión subiendo en redes sociales videos en donde se lo observaba metiendo una pelota de fútbol, desde distintos ángulos, en un aro de básquet. Era tan sorprendente lo que realizaba que más de uno debe haber dudado de la veracidad de las imágenes. Pies bien, ayer, en el Florencio Sola, el zurdo de 21 años demostró que todo era real: metió un golazo impactando la pelota de aire y metiéndola por arriba del arquero de Santos. Sí, con ese gol de talento en estado puro, el Taladro venció 1-0 a Santos por la primera fecha de la Sudamericana.
No fue un partido sencillo para Banfield porque Santos no lo dejó jugar. Se plantó con un 5-4-1 el conjunto de Brasil y defendió con piernas fuerte. El local se sumó a la lucha y los que sobraron fueron las faltas. Tan solo una situación de gol había tenido la etapa inicial: Maicon la dejó corta intentando pasarla con la cabeza para atrás y el arquero Joao Paulo le ahogó el grito a al atacante Juan Manuel Cruz, que la había impactado de aire y con potencia.
El gol de Urzi fue de otro partido. Galoppo buscó habilitar a Cruz y Maicon se barrió para despejarla cuando el arquero salía para cortar unos metros más afuera del área chica. La pelota se elevó, se fue para el costado izquierdo del ataque del local y ahí apareció Urzi: inclinó el cuerpo y dibujó una volea de ensueño.
En el complemento no sucedió demasiado, aunque Banfield debió sufrir en los minutos finales por la expulsión de Nicolás Domingo. Pero aguantó el local. Y consiguió un valioso triunfo en el debut.
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