MG Radio 24 Villa Pueyrredón
Un 24 de junio de 1990, en el Mundial de Italia, una gran Selección de Brasil que dominó casi todo el partido fue eliminada por Argentina con un gol de Claudio Caniggia tras una mágica asistencia de Diego Maradona. Otro 24 de junio, mientras los argentinos festejaban el cumpleaños de Lionel Messi en Nueva Jersey, la Canarinha no pudo con Costa Rica en el debut en el Grupo D de la Copa América. Dominó todo el partido y no logró hacer un gol: fue 0 a 0.
Brasil le tiró la chapa de candidato a Costa Rica. Fue un monólogo durante el primer tiempo, en especial hasta los 30 minutos, con un pico a los 19, cuando la posesión del balón marcaba 83 % a 17 %. No pudo coronar esa superioridad con un gol. Lo hizo, claro, pero fue anulado por el VAR.
Todas las buenas acciones de presión, recuperación y ataque se diluían cuando ingresaba al área, sea por una buen cierre de la defensa del equipo de Gustavo Alfaro (posicionalmente con 3, pero claramente 5 en retroceso) o por imprecisiones de los futbolistas. El arranque fue similar al de Uruguay el lunes ante Panamá, pero la Celeste lo destrabó con un golazo desde fuera del área, un arma que utilizó poco y nada Brasil.
A los 29 minutos, llegó la jugada polémica. Hubo un tiro libre desde la izquierda ejecutado por Raphinha, la peinó Diego y por detrás de todos apareció Marquinhos para marcar el 1-0. Hubo festejo pero enseguida el VAR llamó al árbitro mexicano. Después de casi 5 minutos, anuló la acción por posición adelantada del autor del gol. Las imágenes mostradas luego ofrecieron una milimétrica parte del cuerpo adelantada de Marquinhos, imperceptible a simple vista.
Después de esa acción, bajó la intensidad del seleccionado brasileño, que en el balance de la primera etapa contó con 9 remates en total (dos al arco) contra ninguno de Costa Rica. Otra diferencia de los rivales que tuvieron Argentina y Uruguay, los otros candidatos al título. Canadá casi convierte cuando estaban 0-0 y casi empata tras el 1-0 de la Selección, y Panamá también estuvo cerca de la igualdad tras el 1-0 de la Celeste. A Brasil, Costa Rica ni cosquillas le hizo.
A los 17 minutos del complemento, por primera vez Brasil probó desde afuera del área y el remate de Paquetá pegó en un palo, dio levemente en la espalda del arquero, pero siguió su camino hacia adentro del campo de juego. Lo más gracioso del encuentro sucedió a los 20, cuando los Ticos lograron hilvanar 10 pases seguidos. El público empezó a corear “Oleeeee, Oleeeee”. Fue el momento de mayor desconcierto de Brasil, que perdió la pelota aunque nunca estuvo en riesgo su propio arco.
Le faltó el gol a Brasil. El mayor pecado es lo que deslumbra del jogo bonito: toque y toque, tanto que querían meter el gol entrando con pelota y todo. Aún así, casi mete uno en contra un tico de cabeza y el arquero salvó ante un remate de Guilherme Arana. Después se encontraron con una muralla que fue extendiendo hasta el final.
Clarín/Deportes
