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Sebastián Sosa volvió a salvar a Independiente. Pardas en Santiago y Córdoba

El arquero uruguayo tapó un penal en el final del partido.

Es una fiera y no está enjaulada. Es Sebastián Sosa, el súper arquero de Independiente que por cuarto partido consecutivo fue otra vez la figura del equipo en un final sorprendente. Esta vez se transformó en héroe al contener un penal sobre la hora ante Colón para mantener el 1-1 en un duelo por la zona 2 que el Rojo no jugó bien, pero que tampoco merecía perder.

Casi sin buscarlo, Colón se topó de pronto con un gol en la única aproximación que tuvo en una primera parte en la que costó definir cuál de los dos equipos jugó peor. Una pegada con la rosca perfecta de Tomás Chancalay de un córner casi se le mete olímpico al bueno de Sebastián Sosa, pero pegó en el travesaño. Y de ese rebote, Wilson Morelo puso el 1-0, aunque Lucas Rodríguez haya querido sacarla. La pelota ya había pasado la línea de gol cuando el lateral pudo rechazarla.

Iba un cuarto de hora bajo el cielo gris de Avellaneda cuando la visita dio ese golpe, que no hizo reaccionar a un Independiente todavía desorientado en su línea de juego. Más allá de que los resultados se le habían presentado favorables en sus primeras presentaciones, el Rojo no venía convenciendo.

“Yo ahora necesito un equipo que gane”, había expresado Lucas Pusineri, dándole el valor que se merecen a las victorias. Sin embargo, sin una identidad definida, le resultará complicado a Independiente ser ese equipo que gane siempre, o que al menos esté cerca de ganar en cada presentación.

Porque ese es el principal conflicto de este Diablo que sufrió una gran reestructuración en el receso: aún no encuentra una idea clara de lo que quiere. ¿Ganar? No existe equipo que tenga como objetivo salir a perder. La cuestión se posa en la forma. ¿Ganar cómo?

Con la clasificación a los octavos de final de la Copa Sudamericana en el bolsillo, el entrenador rojo eligió darles continuidad a los mismos nombres, con excepción al lesionado Jonathan Menéndez (jugó Domingo Blanco). Pero pareció ir marcha atrás en el césped si se toma como referencia el primer tiempo en Tucumán, cuando Independiente exhibió síntomas de mejoría.

Al no ver respuestas en el campo, desde el banco Pusineri decidió mover las fichas sobre el paño. Del 4-23-1 inicial, pasó a un 4-3-3, con Andrés Roa como extremo derecho, una posición poco habitual para el enganche colombiano. El desconcierto en algunos futbolistas fue notorio.

Blanco nunca supo cuándo desbordar y cuándo tirarse hacia adentro. Roa, por su condición natural, jamás desbordó por la banda diestra y tampoco generó por el medio, ahí detrás de un Silvio Romero ofuscado porque apenas pudo sentir el perfume del pasto mojado pegado a la pelota cuando bajó para poder tocarle al menos. Pablo Hernández no pesó en ofensiva y pasaba de doble cinco a interior izquierdo…

Leonardo Burián debió preocuparse únicamente cuando el pibe Alan Velasco agachaba la cabeza y empezaba a encarar. El juvenil de 18 años le dio frescura al ataque apático de Independiente.

Por la izquierda hizo lío: tocó con Hernández, quien no pudo cabecear bien; remató a las manos de Burián; mancó un centro por bajo que estuvo a punto de conectar el Chino Romero por el medio. De hecho, esas fueron las únicas situaciones de peligro del local en la primera parte.

Y así como Colón aprovechó la confusión roja para no pasarla mal en su área; si Independiente no sufrió -más allá del gol en una jugada desafortunada-fue por la pobrísima performance del conjunto santafesino: no pateó al arco, al margen de algún disparo desviado de Chancalay desde afuera. Se plantó firme con un 5-3-2 y no se movió de ahí.

Lo que estuvo esperando durante todo el partido, a Romero le llegó en el tramo final desde el pie de Alan Soñora (otro pibe que promete): quedó mano a mano con Burián, quien le tapó el tiro. Ya había tenido antes una más sucia, que encontró el cierre salvador de Bruno Bianchi.

Los cambios le dieron un envión al Rojo. Saltita González, Soñora y Federico Martínez contagiaron empuje, a falta de fútbol. En un centro alto y cruzado de González, Lucas Rodríguez voló de palomita para el empate que le quedaba mejor al encuentro.

Pero iba a quedar algo más en los 6 minutos de descuento. Una mano de Lucas Romero generó otro regalo para un Colón que no merecía triunfar. Pero apareció el león en el arco de Independiente. Sosa otra vez se puso la pilcha de salvador y atajó el tiro de Emanuel Olivera sobre la hora para salvar el punto y el invicto del Diablo en el semestre.

Nahuel Lanzillotta/Clarín

TALLERES EMPATÓ SOBRE LA HORA CON POLÉMICA

Talleres y Lanús terminaron a mano, en un partido entretenido y de dominio cambiante, que tuvo a los arqueros como las grandes figuras, además del pibe Franco Orozco. En el bien llamado “grupo de la muerte”, lo tenía controlado el Granate pero el final la T logró la igualdad a través de Carlos Auzqui, gracias a un penal torpe y apoyado en la siempre vigente “ley del ex”

Se midieron de entrada, con respeto, tratando de ganar el juego en el medio y sorprender en el área rival. Por eso resultó entretenido el primer tiempo, porque los dos, además, siempre intentaron jugar.

Avisó primero Talleres con un remate de Valoyes que envió al córner Morales, pero después llegó Lanús, con el pibe Franco Orozco, quien se metió en el área por izquierda y sacó un derechazo cruzado que se fue cerca. Fue el primero de los tantos duelos que le ganó a Nahuel Tenaglia.

Más tarde tuvo dos buenas chances Pochettino, que falló. El delantero no fue el alma del equipo como otras veces.

En cambio, la velocidad de Diego Valoyes fue la única opción de peligro del local. Pero en general no tuvo opciones, un poco de juego por el lado de Méndez y Navarro, y nada más. Le faltó explosión y personalidad.

Los pibes que acompañan al veterano Pepe Sand (extrañamente ausente, no tocó la pelota ni pivoteó) ya se habían insinuado peligros y entre los dos construyeron el primer de Lanús. Desbordó por primera vez Pedro de la Vega por derecha, envió un centro pasado y apareció por el otro lado Orozco para definir con un cabezazo.

Talleres salió decidido a buscar el empate en la parte final. Más activo Fragapane, siempre Valoyes, además del ingreso de Mateo Retegui. De poco, el arquero Morales se fue convirtiendo en figura, especialmente por ese remate que le sacó a Juan Cruz Komar. Después, desbordó bien Fragapane, pero no pudo resolver bien Tenaglia.

Lanús ya no era tan punzante como en la primera etapa. El Pepe Sand casi no había participado del juego. Pero nunca hay que descuidar al veterano goleador. A los 24 minutos tuvo su chance, sacó un remate de gol pero Caranta salvó al córner.

Lanús estaba terminando mejor partido, desde los 25 minutos del segundo tiempo lo tenía controlado. Pero el final del encuentro, Nicolás Thaller lo bajó a Alexis Pérez en el área y el árbitro sancionó penal. Pateó Pochettino, rechazó Morales (la gran figura), el rebote lo tomó Carlos Auzqui y empató. Hubo protestas por presunta invasión de Auzqui, el mismo que hace nada jugaba en Lanús y que casi no festejó el gol. Como para demostrar que la “ley del ex” resiste cualquier pandemia.

Ramón Gómez/Clarín

CENTRAL CORDOBA Y DEFENSA EMPATARON EN SANTIAGO

Central Córdoba y Defensa protagonizaron un partido muy entretenido en el que marcaron cuatro goles antes de los 30 minutos. Los dos siguen sin ganar en la Copa.

Empezó a puro ritmo y gol. Defensa y Justicia festejó de entrada, al minuto y medio. Se equivocó Salomón en el fondo, aprovechó Braian Romero, quien sigue de racha y definió con un derechazo desde afuera del área.

Dos minutos después, llegó el empate. Buen taco de Riaño para habilitar a Abel Argañaraz, centro al corazón del área y Juan Ignacio Vieyra metió un zurdazo certero.

Sin descanso, el Halcón aumentó con un impecable tiro libre de Marcelo Benítez. La dinámica no cesó. Y a los 27 minutos llegó el empate. Hubo una buena recuperación en el medio, la pelota le llegó a Cristian Vega, quien armó una buena pared con Riaño, se metió en el área y definió con un derechazo implacable.

En la parte final no hubo goles pero hubo algunas llegadas aisladas, estuvo más cerca Defensa pero respondió siempre bien el Oso Alejandro Sánchez.

Clarín/Deportes

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