Después de 15 meses el fútbol argentino volverá a tener un torneo de liga. No será como aquellos viejos campeonatos de dos ruedas; mucho menos, como los Apertura y Clausura. No obstante será un torneo en el que se enfrentarán todos contra todos y que ya tiene fixture. Ayer, mientras se definía Suecia-Ucrania en Glasgow, los dirigentes presentaban el calendario en el hotel Hilton de Puerto Madero. Y lo primero que se conoció fue el día que se disputará el Superclásico: será el 3 de octubre en el Monumental por la 14ª fecha.
Marcelo Tinelli, presidente de la Liga Profesional y de licencia como titular en San Lorenzo, fue quien encabezó el acto. Habló del “esfuerzo” que hicieron los clubes para evitar los contagios de Covid-19. Después, Cristian Malaspina, vice del organismo y presidente de Argentinos, aclaró que se jugarán cinco fechas entre semana, que habrá actividad en simultáneo con las Eliminatorias y que sólo se parará la pelota en las PASO (12 de septiembre) y en las elecciones legislativas (14 de noviembre). La mayoría de los directivos, en especial los del interior, participaron a través de un Zoom.
Una de las principales novedades será la implementación del VAR.
La primera fecha será: Unión-Boca, Central Córdoba-Banfield, Arsenal-San Lorenzo, Newell’s-Talleres, Independiente-Argentinos, Sarmiento-Estudiantes, Aldosivi-Patronato, Gimnasia-Platense, Vélez-Racing, Godoy Cruz-Central, Huracán-Defensa y Justicia, Lanús-Atlético Tucumán y River-Colón.
Además del mencionado River-Boca, el resto de los clásicos se jugará así: Independiente-Racing (quinta fecha), Newell’s-Central (séptima), Lanús-Banfield (16ª), Huracán-San Lorenzo (18ª), Gimnasia-Estudiantes (24ª) y Colón-Unión (25ª).
La Liga comenzará el 16 de julio y terminará el 12 de diciembre. Las fechas que se disputarán a mitad de semana están previstas para el 28 de julio, 25 de agosto, 15 de septiembre, 20 de octubre y 24 de noviembre. Serán 25 fechas. No habrá descensos, pero los puntos se acumularán en la tabla de promedios junto a las 13 fechas de la fase de clasificación de la Copa de la Liga Profesional que ganó Colón.
Esa misma tabla -38 fechas- servirá para determinar los cupos para las Copas Libertadores (tres) y Sudamericana (cinco). Colón y Banfield -superó el repechaje a Vélez, correspondiente a la Copa Diego Armando Maradonaya tienen los boletos asegurados a uno y otro torneo, respectivamente. Habrá una plaza más para la Libertadores que será para el campeón de la Copa Argentina.
En las redes hubo algunas quejas de los hinchas de Racing, que jugará todos los clásicos de visitante. También, de San Lorenzo porque enfrentará a Boca, Independiente, River y Huracán fuera de su casa. River jugará contra el resto de los grandes en Núñez. Independiente tendrá tres de los cuatro más tradicionales partidos en el Libertadores de América (sólo visitará el Monumental). Y Boca tendrá dos de local en la Bombonera (San Lorenzo y Racing) y dos de visitante (Independiente y River).
“Todo se hizo por sorteo. La única decisión que se tomó fue invertir la localía de los últimos clásicos y por eso algunos equipos grandes tienen muchos partidos importantes de visitante”, aseguró Malaspina.
Una de las principales novedades será la implementación del VAR. El director Nacional de Arbitraje, Federico Beligoy, advirtió que podría estar listo para la tercera o cuarta fechas. Para incorporar la tecnología al fútbol argentino –prometida hace ya dos años y medio- se construye un edificio en el predio de la AFA en Ezeiza. El proyecto es instalar siete salas VOR (Video Operations Room, tal su sigla en inglés) en la obra de 900 metros cuadrados. Y hasta se evalúa la posibilidad de agregar siete más en un piso superior.
Pero todo está demorado y se establecerán entre tres y cinco oficinas provisorias mientras se termina de avanzar con la edificación. Como sucede en la Liga española, que tiene centralizado el VAR en su sede de Las Rozas, Ezeiza será el centro de operaciones. Desde las canchas se harán los envíos instantáneos de las imágenes que serán monitoreadas por los árbitros del VAR que, a su vez, tendrán contacto directo con los referís que están en los campos de juego.
Sospechados y criticados por errores, presionados por la coyuntura política, será clave el aporte tecnológico para colaborar con los árbitros.
Daniel Avellaneda/Clarín