
“Fue un torneo espectacular. En verdad, la competencia fue muy dura, sobre todo porque tuvimos que recuperarnos de lo que fue la final en Toulouse hace una semana. En Toulouse vivimos una montaña rusa de emociones; conseguimos la clasificación para los Juegos Olímpicos 2024, nos aseguramos el segundo puesto en la temporada, jugamos la final… fueron muchas emociones”, dijo.
“Y también convivimos con el del dolor de haber perdido con Nueva Zelanda la final cuando estábamos ganando y jugando mejor; creo que fue una final en que más dominamos a los All Blacks, y nos dolió muchísimo la derrota. Pero lejos de conformarnos con todo lo que te mencionaba antes, este equipo fue por más, siempre va por más y es lo que me enorgullece”, agregó.
Gómez Cora además remarcó: “Estoy orgulloso de verlos dándolo todo. Por todo eso, pudimos cerrar un año mágico, con un título en la Catedral del rugby, también ganándoles dos veces a Fiji y, ¿qué más se puede decir? Las imágenes y el juego hablan mucho más de lo que pueda decir yo. Y con respecto a la serie, terminar segundos creo que ni en los sueños lo pensábamos”.
“El objetivo era poder quedar entre los cuatro mejores para poder acceder directamente a los Juegos de París, y los chicos han sobrepasado esa meta. Así que también fue un año inolvidable; estamos en un sueño del cual no me quiero despertar más”, añadió el entrenador.
“Soy un agradecido a este grupo humano, y de mi equipo de trabajo, porque nunca bajaron los brazos, nunca se rinden. Dejan todo de lado, familia, hogar, amigos, de todo, para darlo todo por esta familia que son Los Pumas 7’s. Es un orgullo y un placer. El mejor año de la historia, lejos”, cerró Gómez Cora lleno de felicidad.