
De los tibios aplausos a los titulares cuando la voz del estadio anunció el equipo y el fuerte aliento para los pibes que estaban en el banco, a una primera ovación tras los primeros 45 minutos en los que River aplastó a Vélez y a una segunda luego del 5-0. Una goleada impensada en la previa, por cómo había jugado el equipo en las dos primeras fechas. Pero una goleada le permitió al público millonario reencontrarse con sus jugadores, con su técnico, con ese fútbol histórico de paladar negro. El 5-0 pareció corto, porque el mejor del rival, perdido y desorientado, fue el arquero Marchiori que evitó una goleada mayor.
La gente esperaba ver y gritar los goles del pibe de 16 años Franco Mastantuono, listo para batir récords en el fútbol argentino. Sin embargo, Micho se la jugó con el regreso de Facundo Colidio para acompañar al colombiano Borja. En los primeros 10 minutos, el ex Tigre tuvo tres situaciones de goles, dos las evitó Tomás Marchiori y la otra definió bárbaro tras un gran muy buena jugada colectiva y un enorme pase de Barco: la acomodó con el pecho entre dos defensores y definió ante un arquero, esta vez, impotente.
Con un Vélez perdido en la cancha, sin juego colectivo, sin orden defensivo, River sacó provecho al máximo de un arranque como hacía tiempo no tenía. Barco manejando todo el juego desde la izquierda, bien asociado con Nacho Fernández, muy activo Colidio tirado sobre la izquierda con Enzo Díaz subiendo todo el tiempo, y Fonseca y Aliendro firmes en el medio. Los goles llegaron por decantación.
Tras otra gran atajada de Marchiori, esta vez ante un cabezazo de Borja, llegó el segundo. Fernández salió desde el córner con Herrera, otra vez para Nacho, centro preciso para la entrada de Borja que, habilitado, marcó de cabeza. Y a los 30, tras un tiro libre de Barco, llegó el segundo cabezazo goleador de Borja.
Hubo una pequeña reacción de Vélez. En realidad, River sacó el pie del acelerador. Y entonces sufrió un poco en su propia área. Pero la visita no aprovechó ninguno de los rebotes que tuvo ni tampoco pudo con Franco Armani. Fue un espejismo de la visita. Pero también un llamado de atención para Martín Demichelis, porque un rival sin ideas, que llegó a los ponchazos, con pelotas paradas, lo complicó bastante. Después, en cuanto tuvo un poco de espacio, llegó al cuarto a puro tiki-tiki.
Aquino tenía la pelota en el medio, presionó Fonseca y la pelota le quedó a Borja. Con el rival mal parado, la respuesta fue letal: el colombiano abrió para Colidio, el delantero alargó para Nacho Fernández, quien tocó hacia el medio para la entrada de Barco, quien le dejó seguir con un taco hacia Colidio, quien convirtió el cuarto, el segundo de su cosecha personal.
River estaba millonario de goles y encima Vélez le dio una mano para llegar al quinto, tras un mal pase de Florentín para Elías Gómez que interceptó Aliendro, quien buscó a Borja, se desvió en Mammana en un intento de despeje, la pelota se elevó por sobre Marchiori y el Colibrí la tocó justo de cabeza antes de traspasar toda la línea. El colombiano festejó señalando con su mano que el gol era propio, que había llegado al hat-trick, ante la felicidad de un estadio colmado.
Tras el quinto, Demichelis se dio el lujo de hacer cuatro cambios al mismo tiempo y mandó a la cancha a los pibes Mastantuono y Ruberto, además de Palavecino y Funes Mori. Más tarde, el juvenil de 17 años Ian Subiabre. De paso, hubo ovación para Paulo Díaz primero y para el colombiano Borja después.
River inició el partido defendiendo el presente y terminó disfrutando de un futuro perfecto con Mastantuono, Ruberto y Subiabre, los tres bien apuntalados por Esequiel Barco, un veterano de 24 años. Eso sí, tuvieron más de media hora como para redondear una goleada histórica -el 5-0 lo fue pero nunca le hizo 6 a Vélez- y los goles no llegaron. Apenas un detalle para un Monumental pletórico, como pocas veces en la era Demichelis.
El presente de Vélez es preocupante. Sacó un punto de nueve, está último en la general y penúltimo en los promedios. El año es largo, es cierto, pero este arranque no ayuda a encontrar una identidad de juego. River, en cambio, es el único puntero de zona A y solo lo pueden alcanzar este lunes Argentinos e Instituto.
Oscar Barnade/Clarín-Deportes
CON BANEGA CONDUCTOR, EL LEPROSO TIENE UN ARRANQUE PERFECTO
Ever Banega intentó poner paños fríos a la ilusión de los hinchas de Newell’s tras los dos éxitos iniciales. «Debemos ser prudentes», analizó en la previa. Pero qué difícil se le hará al público rojinegro moderar sus expectativas luego de un nuevo triunfo y otra exhibición de su número diez y capitán, gestor del gol del 1 a 0 sobre Belgrano en la noche del domingo en el Marcelo Bielsa, para que el equipo lidere la Zona B de la Copa de la Liga.
La cosa había estado bastante pareja hasta entonces. Mucha cautela por ambos lados y apenas unas magias de Banega en mitad de cancha, como para sacudir la modorra en la noche rosarina.
Pero se ve que algo sintió o notó el exBoca una vez cruzados los primeros 10 minutos del segundo tiempo, ya que empezó a correr alocadamente y para todos lados en defensa. Y aunque no pudo recuperar la pelota -incluso terminó en el piso y desairado por Quignón- les señaló el camino a sus compañeros.
A partir de allí, Newell’s ajustó tuercas en defensa y, justo cuando el comentarista televisivo (Fernando Niembro) definía al partido como «un horror», el equipo local se inspiró. A los 62, el lateral Martino recuperó muy bien en campo propio, abrió con Aguirre y el pibe hizo lo que todo jugador de este Newell’s tiene que hacer: ubicar a Banega.
Ever se tomó venganza de Quignón y, con un movimiento, lo dejó sentado antes de abrir con el uruguayo «Hulk» Méndez -otro de muy buen partido-, quien avanzó unos metros y terminó cediendo nuevamente con Banega que, a pura sabiduría, la pinchó al área para encontrar la cabeza goleadora del uruguayo Juan Ramírez.
El Colorado, a quien Newell’s trajo a cambio de varios millones en este receso, por ahora no decepciona: segundo gol en tres partidos para esta versión rojinegra repleta de orientales. Ante Belgrano fueron cuatro los uruguayos titulares (Méndez, Ramírez, Rodrigo Fernández y Guillermo May), además del entrenador, claro, Mauricio Larriera.
Banega entregó un lujo más antes de salir reemplazado y ganarse todos los aplausos en su regreso al Coloso, ya que las dos primeras fechas las jugó de visitante (1-0 en Santiago del Estero y 2-0 en Lanús).
De la mano de su capitán y de su nuevo goleador, Newell’s es líder con puntaje perfecto y se ilusiona, aunque sólo vayan tres fechas y sean dos fases. Además, que haya vencido a Belgrano (un punto) no es un dato menor: el Pirata lidera el historial entre ambos y Newell’s no le ganaba desde 2013, aquel Apertura donde fue campeón. Habían pasado nueve partidos (cuatro éxitos cordobeses) y once años.
Página 12/Deportes
PRIMER TRIUNFO DE PLATENSE
Platense, subcampeón de la última Copa de la Liga, venció 1 a 0 a Central Córdoba este domingo en Vicente López, logrando su primer triunfo en la presente edición y el primero bajo las órdenes tácticas de Sebastián Grazzini.
El ingresado Gabriel Hachén marcó el único gol del partido, a los 66 minutos tras una buena jugada colectiva, y dejó una sensación a justicia por lo hecho de uno y otro lado, dado que la figura visitante fue el arquero Andrés Mehring.
El Calamar suma cuatro unidades en la Zona B en tanto que los de Abel Balbo no tienen puntos, siendo el único equipo del torneo en esta condición luego de tres fechas.
Con la ventaja, Platense cometió el error de meterse en campo propio para cuidar el resultado y le cedió la pelota al conjunto de Balbo, que le dio un buen susto a los 77 minutos: un certero cabezazo de Dardo Miloc tras un tiro libre ejecutado por Matías Godoy terminó en el arco de Cozzani, pero todo fue invalidado porque el autor del gol estaba en posición adelantada.
En la próxima fecha, el Calamar visitará a Lanús el domingo a las 19. Mientras que el Ferroviario recibirá a Sarmiento, el sábado a las 21:30.
Página 12/Deportes
BARRACAS LE ARRUINÓ LA FIESTA A RIESTRA
Barracas Central venció este domingo a Deportivo Riestra por 1 a 0 como visitante en el estadio Guillermo Laza, por lo que sumó su primer triunfo en la Copa de la Liga, mientras que el recién ascendido sigue sin ganar -ni hacer goles- en la máxima categoría.
En un encuentro correspondiente a la tercera fecha de la Zona A, Barracas se impuso con un gol de Lucas Brochero a los 48 minutos. El extremo de 25 años, cuyo pase pertenece a Boca y estuvo en Arsenal el último año, ya lleva dos goles en el torneo.
En un duelo con escasas emociones, Barracas se hizo fuerte en el inicio del complemento y supo aprovechar la ventaja, sin pasar grandes sobresaltos, para llevarse los tres puntos.
Riestra, por su parte, no pudo festejar en su debut como local en la máxima categoría, ya que sus dos primeros partidos fueron en domicilio ajeno (0-0 con Instituto en Córdoba y 0-2 con Argentinos en La Paternal.
Así, el pintoresco estadio Guillermo Laza, ubicado en el barrio porteño de Nueva Pompeya, con capacidad para 3 mil espectadores y que lució con un ploteo verdaderamente exagerado de la marca de bebidas energizantes que viste al equipo, tendrá que esperar para su primera alegría local. En la próxima fecha, tendrá de huésped nada menos que a River.
Página 12/Deportes