La primera victoria de River en el segundo semestre finalmente llegó. La acumulación de empates (cuatro) no era tan saludable, y la necesidad imperiosa del triunfo se estaba transformando en una urgencia. Pero los tres puntos no llegaron de cualquier manera, sino con la mejor producción futbolística del equipo desde el 2014, cuando River mostró un juego asombroso, y que desembocó en el primer título (Copa Sudamericana) bajo el mando de Marcelo Gallardo.
El equipo, frente a Lanús, se adueñó del control del desarrollo rápidamente, y a partir del gran nivel que atraviesa Enzo Pérez fue teniendo el dominio de la pelota y del terreno. Las subidas de Ignacio Fernández por derecha, y de Carrascal por izquierda, eran los caminos que utilizaba para llegar al área de Rossi.
Lanús no podía encontrar la manera de contrarrestar el aluvión de River, que en seis minutos convirtió dos goles para sentenciar el duelo. El primero a través de un penal convertido por Borré, y el otro con una gran definición de Suárez, después de recibir la pelota de Fernández.
El primer tiempo fue uno de los mejores en el rendimiento de River, e incluso pudo haber aumentado la diferencia, pero no estuvo preciso en la definición. La ausencia de Pratto en el área no se notó, debido a que Suárez y Borré fueron una amenaza permanente para los defensores visitantes. Además, la llegada de los mediocampistas de River al área de Lanús era constante, y el equipo ubicaba mucha gente en esa zona cada vez que atacaba.
Los aplausos despidieron al plantel cuando se retiraron al entretiempo, y la euforia del público en ese instante fue total, por la exhibición que había dado River.
Lanús salió un poco más decidido a jugar la segunda etapa, y adelantó sus líneas hacia el campo de River. Sin embargo, al conjunto de Zubeldía le faltaba profundidad para llegar con peligro. Lo que más aprovechaba eran las acciones detenidas para poder sorprender, y de esa manera encontrar algún acierto que le permitiera descontar.
La intensidad de River no fue la misma que al principio y el juego perdió calidad, ya que Lanús no tenía nada diferente para ofrecer. El tercer gol de River estuvo en los pies del uruguayo De la Cruz, quien tuvo la chance a través de un penal que el árbitro sancionó por una falta que no se vislumbró. El jugador eligió picar la pelota y Rossi la atrapó sin problema. La actitud del volante provocó un gesto de fastidio de Gallardo.
El que no erró nuevamente frente al arco fue Suárez. El ex Belgrano conectó de cabeza un tiro de esquina y pudo vulnerar a Rossi, para cerrar uno noche inolvidable. El ideal de River volvió a pasearse con el estadio Monumental.
3 RIVER: Armani; Montiel, Rojas, M. Quarta, Casco; I. Fernández, Palacios, E. Pérez, Carrascal; Suárez, Borré. DT: Marcelo Gallardo.
0 LANUS: Rossi; Di Plácido, E. Muñoz, Valenti, Pasquini; Belmonte, Quignón, Vera; Moreno, Sand, Auzqui. DT: Luis Zubeldía.
Estadio: River.
Arbitro: Germán Delfino.
Goles: 23m Borré de penal (R); 29 y 86m Suárez (R).
Cambios: 46m De la Cruz (4) por Carrascal (R) y Cáceres (5) por Pasquini (L), 60m (4) Orsini por Auzqui (L), 78m De La Vega por Belmonte (L), 69m Alvarez por Borré (R), 84m Ferreira por Palacios (R).
Incidencias: 65m Rossi le atajó un penal a De la Cruz (R).
Adrián De Benedictis/Página 12