No siempre el mejor termina festejando. Defensa y Justicia puede dar fe de ello. Palmeiras, último campeón de la Copa Libertadores, no fue más que el Halcón, último ganador de la Sudamericana, pero se quedó con el primer cruce de la Recopa por 2-1 al aprovechar los errores del local. El título se definirá en Brasilia el próximo miércoles. La buena noticia para el conjunto argentino es que esta vez los goles visitantes no valen doble.
El control fue de Defensa, pero el gol lo hizo Palmeiras. A veces el fútbol tiene contradicciones que lo hacen apasionante por su sorpresa. Los de Sebastián Beccacece estaban haciendo muy bien las cosas en Florencio Varela, con dominio, circulación y alguna que otra llegada picante como el remate frontal de Braian Romero, el goleador recuperado, que tapó a quemarropa Weverton.
Sin embargo, una falla en la salida lo dejó abajo en el marcador: Walter Bou hizo un cambio de frente que quedó muy corto, Matías Viña cortó y Willian trasladó y asistió por arriba para que Rony definiera al gol. ¿Inmerecido? La producción hasta ese momento no había sido alentadora, pero ese tanto lo acomodó.
Defensa no se apichonó. Retomó el camino que había elegido desde el inicio, pero le faltó pisar más el área de Weverton, que controló bien los disparos desde afuera.
Si había un indicado para romper con la sequía del local en el encuentro, ese era Romero. Y así lo hizo. La igualdad llegó de su derecha, pero gracias a una efectiva asistencia de primera de Bou, que se reivindicó de su error en el primer tiempo. Romero suma ahora 17 tantos con la camiseta de Defensa y quedó a ocho de entrar entre los diez goleadores históricos del club de Varela.
El Halcón equilibró en el resultado lo que merecía desde el juego. El inconveniente vino después. No sostupor vo el ritmo el dueño de casa, varios de sus futbolistas visibilizaron cansancio y redujo la intensidad.
Palmeiras, ya sin Felipe Melo, bajó la intensidad pero se quedó con la victoria por un tiro libre de zurda del ingresado Gustavo Scarpa, con complicidad de las flojas manos de Luis Unsain. Y también porque a Defensa le anularon de manera polémica el segundo, de Bou, por un offside de Romero, que no pareció intervenir en la jugada.
Nahuel Lanzillotta/Clarín