El español Rafael Nadal había anunciado hace pocos días su vuelta al circuito profesional en el ATP 250 de Brisbane, que se jugará del 31 de diciembre al 7 de enero de 2024. Pero ayer expuso sus temores luego de haber pasado casi una temporada completa fuera de las canchas, ya que no juega desde el último Abierto de Australia.
“Tengo y he tenido miedo de anunciar las cosas porque, al final, es un año sin competir. Es una operación de cadera, pero lo que más me preocupa no es la cadera, sino todo lo demás. La realidad es que es mucho tiempo y uno tiene dudas sobre su cuerpo. Pero creo que estoy preparado y confío y espero que las cosas vayan bien y que se me dé la oportunidad de disfrutar en la pista otra vez”, sostuvo Nadal.
Y siguió: “Espero sentir otra vez esos nervios. Espero de mí no esperar nada, esta es la verdad. Tener la capacidad de no exigirme lo que me he exigido toda mi carrera”.
Este Nadal de carne y hueso expone a los 37 años todos sus miedos. “Al final, creo que estoy en una época diferente, en un terreno inexplorado. Con lo cual, uno tiene interiorizado lo que ha hecho durante toda su vida, que es exigirse al máximo y ahora mismo lo que espero realmente es ser capaz de no hacerlo, de no exigirme al máximo. De aceptar que las cosas van a ser muy difíciles al comienzo y darme el tiempo necesario y perdonarme que las cosas vayan mal, que es una posibilidad muy grande, pero saber que puede haber un futuro no muy lejano en el que las cosas puedan cambiar si mantengo la ilusión, espíritu de trabajo y el físico me responde”, concluyó.
El último partido oficial de Nadla fue el pasado 18 de enero, por la segunda ronda del Australian Open, donde cayó ante el estadounidense Mackenzie McDonald mientras arrastraba su molestia en el psóas izquierdo. Nunca pensó que aquella lesión lo obligaría a pasar por el quirófano, perderse toda la temporada y solo acumular cuatro encuentros disputados en 2023.
Ahora en el torneo de Brisbane apunta a recuperar un poco del ritmo perdido en estos meses, a la vez que lo utilizará para recuperar la confianza en sí mismo. Y todo indica que será su año despedida, con la chance de retirarse en Roland Garros o en los Juegos Olímpicos de París 2024… también en las canchas de Roland Garros.
Clarín/Deportes