
Rescató un punto Racing, pero de ningún modo tendrá motivos para celebrar. Los problemas recurrentes del ciclo de Juan Antonio Pizzi volvieron a quedar expuestos en un estadio que supo anidar la gloria celeste y blanca. Ahí mismo, en ese Centenario donde el Chango Cárdenas se corporizó en leyenda, la Academia volvió a decepcionar futbolísticamente y, más allá del empate postrero, el entrenador seguirá cuestionado.
No pudo hacer pie en el primer tiempo Racing. Salió con una línea de cinco que soltó a sus laterales, pero nunca fue profundo. Y a pesar de que intentó hacer circular la pelota en el mediocampo, a veces en exceso, sólo rompió líneas cuando partió el pelotazo para Enzo Copetti.
El delantero chaqueño se esfuerza, pone ganas, corre y se faja con los rivales en un cuerpo a cuerpo que suele ganar. Pero es una opción muy pobre para un equipo con pretensiones. Un desborde del propio Copetti y un centro que Tomás Chancalay cabeceó sin potencia, y un pase de Leonel Miranda que Copetti controló pero no pudo resolver, porque cruzó a tiempo Sosa fueron las mejores aproximaciones con el partido 0 a 0 . Ya en desventaja, Copetti recibió otro envío largo, el arquero Rossi salió lejos y tarde y el “9” le erró al arco. Remató de zurda, desviado.
Rentistas era un adversario muy ordenado. Defendía en bloque, cortaba y salía de contra. Franco Pérez había tenido una gran oportunidad antes del primer cuarto de hora, pero Gabriel Arias tapó a puro reflejo.
Hasta que consiguió un gol que desnudó todas las falencias defensivas de Racing. Acosta metió un pase filtrado, Salomón Rodríguez anticipó a Domínguez y cruzó la pelota de zurda, dejando sin chances a Arias.
Ese grito, el primero del Bicho Colorado en su bautismo internacional, obligó a la Academia a cambiar. Entonces, Pizzi desarmó la línea de cinco. Prescindió de Joaquín Novillo y mandó a la cancha a Maximiliano Lovera, un enganche atrevido. Sin embargo, no gravitó. Y Franco Pérez no marcó el segundo porque definió mal cara a cara con Arias.
Como resultaba inofensivo Racing, Pizzi hizo otra variante. Afuera Kevin Gutiérrez, adentro Fabricio Domínguez. Y un ratito después, Iván Maggi reemplazó al desangelado Matías Rojas. Y después entró Héctor Fértoli. Y podía haber seguido haciendo cambios el técnico que el problema no estaba en los intérpretes, sino en el funcionamiento.
Así y todo, Miranda armó una pared con Copetti, pero remató al cuerpo del arquero. Y cuando se quedó con uno menos, por la expulsión de Sigali, Racing apeló a la actitud. Al menos, dejó el corazón. Y en una pelota parada lo igualó -córner de Lovera y cabezazo de Cáceres- y casi lo gana con un tiro de Fértoli que tapó Rossi. No hubiera sido merecido, claro.
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DEFENSA SE TRAJO UN PUNTAZO DE LA ALTURA DE QUITO
En el duelo de los dos últimos campeones de la Copa Sudamericana, Defensa y Justicia se trajo un punto de oro desde la altura de Quito. Por momentos, el equipo de Varela sufrió, pero salió bien parado. Así, prolongó su buena racha en el continente, ya que la semana pasada había ganado la Recopa Sudamericana, luego de vencer a Palmeiras por penales en Brasil.
Beccacece tuvo en cuenta el desgaste que produjo esa consagración en el equipo y los 2.800 metros sobre el nivel del mar en Quito. Es por eso que en el estadio Casablanca puso un equipo alternativo. Y así todo le hizo frente a Independiente del Valle.
Con un plan diferente a lo que muestra habitualmente (un esquema con cinco defensores, cuatro volantes y un delantero), Defensa y Justicia hizo un buen partido, basado en el esfuerzo y un gran despliegue para doblegar las marcas y para atacar al rival cuando podía. O para contraatacar y tomarlo por sorpresa. Como pasó al inicio del partido, en esa jugada en la que Cristian Rotondi, de gran rendimiento, le robó la pelota a Schunke, y metió una corrida memorable en la que aprovechó la caída de Tenorio y luego se fue mano a mano y definió con un zurdazo cruzado.
No le duró mucho la alegría a Defensa, ya que 21 minutos después, el local llegó al empate cuando Ortiz se filtró entre los centrales y metió un cabezazo para igualar el marcador. Después, Independiente contó con chances, pero se topó con Unsain. Tuvo varias atajadas, una de ellas estupenda, arrojándose sobre la ratonera del palo derecho para sacarle un cabezazo a Pedro Vite. Y hubo un remate de Faravelli en el palo.
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