MG Radio 24 Villa Pueyrredón
Es lunes, hora pico, pero parece un domingo. El Cilindro revienta. Y Racing levanta el telón. Y brinda su espectáculo, como en tantas funciones bajo la dirección de Gago. Y es protagonista. Con Matías Rojas y Carbonero como figuras estelares en un primer tiempo que sólo tuvo un furcio: el empate de Lanús. Y con un Gonzalo Piovi que se robó los aplausos en el complemento con un golazo de tiro libre, ya en una actuación sin tantas luces, pero con gran compromiso. Los aplausos del final, ya en la hora del prime time, tienen sentido. No sólo por el resultado. Se ganaron tres partidos en cadena: contra Arsenal, San Martín de Formosa (Copa Argentina) y Lanús. Sí, ese granate que llegaba invicto, con puntaje ideal y se fue de Avellaneda de rodillas. ¿Será el despegue de la Academia?
Lamentará, claro, no haber viajado al entretiempo en ventaja. Por ese 1 a 1 inesperado y por el juego que había desplegado. Hasta ese instante, cuando Loaiza venció la resistencia de Arias, el dominio, la posesión, la agresividad y las llegadas habían sido patrimonio de Racing,
La presencia de Nardoni en la mitad de la cancha para ser escolta de Moreno, sumarse al juego interno y pisar el área fue clave. Había funcionado contra Arsenal en Sarandí y estaba siendo decisivo ese tándem en la primera mitad. Pero hubo dos jugadores que marcaron la diferencia en ese lapso: Carbonero y Rojas.
El colombiano, lanzado en velocidad, fue imparable por la izquierda. Un gran problema para Aguirre, que se ganó la amarilla por una infracción contra el atacante y jugó al límite. El paraguayo mostró su nivel superlativo, aquel que se le reclamó durante dos años y terminó de afirmar de la mano del técnico. Al minuto, sacudió con un tiro libre que tuvo un leve desvío y encontró una notable respuesta de Acosta. Después, también desde el balón detenido buscó darle rosca a la pelota, pero su remate terminó siendo una tarea sencilla para el arquero. Finalmente, metió un bombazo en posición de “10” y el rebote en Belmonte provocó una parábola que descolocó al cordobés. Fue un golazo, consecuencia de la superioridad de Racing.
Lanús llegó hasta Avellaneda con la receta que lo había impulsado a ganar en las primeras cuatro fechas. El 4-2-3-1 tuvo dificultades por la presión y la intensidad de su rival. En este contexto, se lucieron Loaiza y Pedro De la Vega. El colombiano articuló ante la asfixiante custodia local y Pepo lastimó hacia adentro, donde sobró Lautaro Acosta, habitualmente extremo.
A Pepo le hicieron la falta que terminó en el tiro libre que ejecutó Matías Esquivel, algo impreciso en los pases pero efectivo en la pelota parada. En esa la bajó Aguirre en el segundo palo, pifió Felipe Aguilar y su compatriota Loaiza no perdonó con un latigazo cruzado.
Y de esos primeros 45 minutos que se jugaron en el campo de Lanús, poco quedó. Hasta terminó con un remate de Pepo de media distancia, de zurda, que Arias manoteó por encima del travesaño.
La lesión de Rojas obligó a Gago a cambiar. No modificó el esquema, pero Hauche es otro tipo de jugador, más potente y con desborde. Lanús apostó por apretar líneas y buscar largo a Leandro Díaz. Pero Racing volvió a golpear. Y si no estaba el paraguayo de la zurda prodigiosa, enhorabuena apareció Piovi. Para conducir hasta tres cuartos y asistir a Gómez, que forzó la infracción de Aguilar. Y para clavar un fierrazo con su pierna izquierda al ángulo de Acosta. Otro golazo.
Lo que siguió fue un show de cambios, mucho ritmo y apuro en las áreas. Jugadas de gol, casi ninguna. Frank Kudelka apostó al doble “9” con el ingreso de Brian Blando. No resultó. Gago reforzó el fondo con un tercer marcador central: Emiliano Insúa. En el final, un córner granate casi paraliza los corazones. Nada pasó. Y Racing ganó. Otra vez. Con buenos pasajes de ese estilo que lo llevó a ser competitivo en 2022 y a ganar dos copas ante Boca. Con ese sello que le permite volver a ilusionarse.
Daniel Avellaneda/Clarín-Deportes
BARRACAS Y CENTRAL CÓRDOBA CONSIGUIERON NECESITADAS VICTORIAS
Barracas Central (7 puntos) consiguió en condición de local otro triunfo en el torneo de la Liga Profesional de fútbol (LPF), al derrotar por 1-0 a Gimnasia y Esgrima La Plata (4), en la continuidad de la quinta fecha. Como ocurrió en el anterior éxito alcanzado en el certamen frente a Sarmiento (5-3) en Junín, el arbitraje tuvo notable incidencia en el resultado definitorio, a partir de una controvertida decisión que tomó Nicolás Lamolina. Cuando transcurría el minuto 39 del segundo período, el ingresado Cristian Tarragona enviaba la pelota a la red y lograba el empate para un elenco platense que, aún con sus limitaciones, lo había buscado durante toda la segunda mitad. Sin embargo, a instancias del VAR, el árbitro Lamolina procedió a anular la maniobra y no convalidar la conquista, luego de que se apreciara una mano en la jugada previa cometida por el delantero del ‘Lobo’, Benjamín Domínguez. Lo cierto es que en esa misma jugada, pero en una instancia anterior se produjo una mano –también casual- del defensor local, Mauro Peinipil. Esa infracción quedó sin sanción.
De este modo, el equipo ‘rojiblanco’ se llevó los tres puntos en disputa, a través de un remate de Carlos Arce (Pt. 19m.), quien paró con el pecho el balón y le dio de lleno para colocar la pelota abajo, junto al poste derecho de Tomás Durso. En esa misma primera mitad, Barracas Central, que volvió a la victoria en el estadio de Olavarría y Luna luego de cinco partidos, pudo haber aumentado las cifras, por medio de Maximiliano Puig (32m.), pero segundos antes de que el juvenil mediocampista definiera al gol hubo una mano que cometió el número 79 del equipo local, luego de ir al piso con el arquero rival. En el conjunto del binomio Rodolfo De Paoli-Alejandro Milano supo moverse mejor, administró bien la pelota y contó con las situaciones (no fueron muchas) de peligro.
En el segundo tiempo, Gimnasia (que venía de la dolorosa eliminación en Copa Argentina a manos de Excursionistas, de la Primera C) reaccionó con los ingresos de Tarragona, Muro y Comba. Con el adelantamiento en cancha del pibe Miramón más una actitud más decidida, el ‘Lobo’ merodeó seguido el área rival y convirtió en figura al arquero Andrés Desábato. Los conducidos por el DT Sebastián Romero tuvieron sus oportunidades para empatar con un disparo que falló Alan Sosa; sendas atajadas de Désabato ante tiros de Muro y Benjamín Domínguez y un posterior remate de Miramón en el travesaño, ya en tiempo de descuento. El árbitro Lamolina privó a Gimnasia del empate en la apuntada maniobra de Tarragona y luego también anuló –correctamente- una conquista de Leonardo Morales, por posición adelantada del zaguero central albiazul. Barracas Central visitará este sábado 4 de marzo a Newell’s, en Rosario, desde las 21:30, mientras que Gimnasia será local con Colón, ese mismo día, pero desde las 17.
Central Córdoba venció a Argentinos Juniors por 1 a 0 en Santiago del Estero, para cerrar la quinta fecha del campeonato de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) lo que le permitió salir de la zona de descenso en la que permanecía en los dos frentes posibles por los que se puede perder la categoría este año: la Tabla Anual y la de los promedios.
El gol de Ciro Rius, el rosarino de 34 años que justamente inició su carrera profesional en Argentinos en 2008, tras una buena habilitación luego de un desborde por izquierda de Lucas Besozzi, a los 35 minutos del primer tiempo, cerró prematuramente un partido al que en los 65 minutos posteriores (se descontaron 10) no volvieron a aparecer emociones en el inmenso estadio santiagueño.
Y de esta manera Central Córdoba alcanzó su primera victoria en el certamen, lo que elevó su puntaje a cuatro unidades, dejando a Argentinos Juniors sumergido en el decimosexto lugar con apenas 6, producto de las dos victorias conseguidas en estas cinco fechas de competencia, en la que obviamente perdió los tres juegos restantes.
No jugó lindo ni bien Argentinos Juniors, luego de la polémica por la frase generalizadora de Juan Román Riquelme respecto de lo mal que se jugaba en el fútbol argentino, ya que el ambiente exceptuó a los de Gabriel Milito de esa sentencia.
Y los santiagueños, cuyo objetivo está claramente apuntado a la permanencia, para lo cual la dirigencia trajo a un técnico experimentado como Leonardo Madelón, se dedicaron a “trabajar” el partido de punta a punta, algo que esta noche les resultó efectivo.
Y la justicia estuvo de su lado cuando el VAR desacreditó un penal cobrado por el árbitro Darío Herrera por posición adelantada previa a la infracción que provocó la pena.
Claro que también recibió otra “colaboración” cuando Gonzalo Torres le provocó una violenta falta de expulsión sobre el arquero Federico Lanzillota que para Herrera solo mereció amarilla.
La victoria también “ayudó” a Madelón, que estaba cuestionado por las tres derrotas en cuatro fechas iniciales, y en las últimas horas hasta se había mencionado ya al uruguayo Alexander Medina, despedido el sábado de Vélez Sarsfield, para ocupar su lugar.
En la próxima jornada, la sexta de la LPF, los santiagueños visitarán a un rival directo por la permanencia como Platense, mientras que Argentinos volverá a ser visitante, en este caso frente al complicado Tigre, en Victoria.
infobae.com/Deportes
