
La última pelota, ese anticipo de Héctor Fértoli que Santiago Godoy punteó y encontró un gran achique de Thiago Volpi, fue todo un síntoma del partido. Racing terminó en el área de San Pablo porque buscó el triunfo con convicción. No obstante, a esa altura del encuentro, la producción había mermado. Fue de mayor a menor Racing. Y el gigante paulista, a priori el rival más poderoso del grupo, casi no lo inquietó. El punto, entonces, sabe a poco. Porque Racing no aprovechó el buen momento en el primer tiempo y no tuvo claridad en el complemento para encontrar el camino hacia el arco del equipo brasileño, muy a pesar de jugar los últimos diez minutos con un hombre más.
Con el técnico Juan Antonio Pizzi cuestionado, escuchando a su espalda una serie de nombres para sucederlo. Con la urgencia de ganar para cambiar la cara después de esa derrota ante Central Córdoba que lo dejó al borde del nocaut en la Copa de la Liga Profesional. Con el pibe Iván Maggi ratificado, a pesar de su desangelada actuación en Santiago del Estero y la sombra de Darío Cvitanich.
A bordo de todas esas presiones jugó Racing. Y en el primer tiempo no sólo mostró que no estaba dispuesto a dejarse llevar por delante; también evidenció la mejor versión, algo que se había visto ante Colón hace dos semanas. Con una línea de tres centrales, los laterales lanzados al ataque, buena salida a través de Mauricio Martínez y movilidad en tres cuartos con un Maximiliano Lovera encarador en ese 3-4-1-2 en el que sólo desentonaron dos futbolistas: Ignacio Piatti, impreciso en la función de enganche, y Maggi, que todavía está en una etapa de maduración y no termina de florecer.
San Pablo tiene el sello de Hernán Crespo, que será un entrenador con pocas hojas en su currículum, pero tiene ideas claras. Iniciación limpia desde el fondo con el arquero y los centrales, pases cortos con Dani Alves gravitante en el circuito y pelotazos cruzados para romper por los costados, en especial, con Reinaldo.
De un desborde del lateral llegó la primera situación de riesgo. Martín Benítez arrastró la marca, Luciano remató de primera y Gabriel Arias tuvo una reacción magnífica para tapar el disparo del delantero.
Racing presionó alto, buscando forzar el error. Pero a lo largo del ciclo de Pizzi hay un ítem destacado: la pelota parada. Y a partir de un tiro libre de Lovera estuvo muy cerca del gol. Novillo cabeceó, no pudo darle de lleno Mena y Sigali sacudió el horizontal. Pegó en el caño y en la línea de sentencia.
Hubo unos buenos 20 minutos de Racing con Martínez muy lúcido para marcar el camino desde el medio. Justamente él habilitó a Mena, el chileno metió el centro atrás y Maggi definió mal. Fue una gran posibilidad desperdiciada, como en Santiago.
Lentamente perdió intensidad Racing. Y ya no resultó tan claro. Entonces creció San Pablo, que tuvo un tiro libre a pedir de Dani Alves. Su remate pegó en el travesaño.
El segundo tiempo acentuó esa tendencia del epílogo de la primera etapa. Con el local intentando generar líneas de pases, pero con mucho menos volumen de juego y muy poca profundidad. San Pablo discutió la pelota, pero tampoco logró ser demasiado peligroso.
Y el partido se diluyó. Hasta que, por fin, Pizzi le dio pista a Cvitanich en lugar de Maggi. Y Racing empezó a tener una mayor presencia arriba. De un centro del veterano atacante llegó el gol anulado a Mena. Estaba en posición adelantada.
Demoró demasiado el técnico en prescindir de Piatti, cansado y confuso. Recién lo hizo sobre la media hora cuando entró Aníbal Moreno para fortalecer la mitad de la cancha y sacó a Lovera para introducir a Santiago Godoy, un pibe grandote y potente, con la meta de jugar directo.
San Pablo se quedó con uno menos porque Piero Maza compró una simulación de Cvitanich. Hubo plancha de William, pero exageró. Y el peruano le mostró la tarjeta roja al recién ingresado.
Racing dejó una mejor imagen, es cierto. ¿Alcanzará para sostener a Pizzi más allá del domingo?
Daniel Avellaneda/Clarín
CENTRAL SE TRAJO UN VALIOSO EMPATE DE CHILE
La alegría por la victoria del domingo ante Newell’s había sido enorme, tanto como el riesgo de que la resaca de esa celebración se sintiera al salir a la cancha otra vez apenas 68 horas después de ese triunfo. Sin embargo, Rosario Central no sufrió el temido efecto posclásico: se trajo un valioso punto de Chile al igualar 1 a 1 con Huachipato en un partido complicadísimo y se mantiene expectante en el grupo A de la Copa Sudamericana.
Y eso que para Central, que había viajado a Viña del Mar sin su eje creativo, Emiliano Vecchio (contrajo coronavirus), la cuesta se tornó empinada demasiado rápido, ya que cuando apenas se habían disputado 9 minutos el juvenil Martínez Dupuy, que había marcado un gol en el derbi del domingo, vio dos amarillas en un puñado de segundos por dos infracciones tan fuertes como innecesarias y alteró los planes del Kily González.
Con sus opciones de ataque limitadas a la movilidad y el tesón de Gamba, durante la primera media hora el conjunto rosarino resolvió bien la otra parte de la encrucijada: le quitó vértigo y mantuvo lejos de su arco a un rival que apostaba a un partido abierto y electrizante. Nada llamativo en un equipo dirigido por Juan José Luvera, un rosarino de 38 años, discípulo de la escuela bielsista, que conduce a Huachipato desde enero.
Cuando la visita parecía tener el duelo bajo control, un error de Almada en la marca en un lateral que cayó en el área permitió que Altamirano abriera el marcador. Después del descanso, los rosarinos volvieron revitalizados y tuvieron dos chances claras. Si bien no pudieron capitalizar entonces, mantuvieron la tranquilidad ante un adversario que fue perdiendo el orden con el correr de los minutos. Y esa paciencia les terminó dando réditos: a los 22, el juvenil Marinelli desbordó por la izquierda y el uruguayo Zabala empardó con un cabezazo en el segundo palo.
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AGÓNICO TRIUNFO DE TALLERES EN BRASIL
El gol de cabeza del colombiano Diego Valoyes en el tercer minuto de descuento fue el premio a la búsqueda de Talleres, que venció 1-0 a Brangantino, logró su primera victoria después de tres fechas y se metió en la pelea en el grupo, que por ahora lidera Emelec, que el viernes visita a Tolima.
Talleres hizo los méritos en el primer tiempo como para irse en ventaja. Fue ordenado y superior al débil equipo brasileño. Tuvo la mejor ocasión a los 11 minutos, con una buena asistencia de Auzqui para Valoyes y el remate del colombiano el arquero Cleiton logró enviar al córner.
En el arranque de la parte final, el local sufrió la expulsión de Evangelista por un planchazo a Mac Allister. Con 11 contra 10, recién en el final logró la victoria, tras un córner y varios despejes, que le permite seguir soñando con pasar a la siguiente ronda.
Clarín/Deportes