
Terminó el verano madrileño, pero todavía quedan resabios del calor en las terracitas repletas de gente tomándose una caña (cerveza) o una sangría. El show Únicos fue el gran broche de oro para enfrentar una temporada que empezará a tener días más cortos y noches más largas.
Pero este año, el show bien podría haberse llamado Únicas, porque las mujeres coparon la edición del Festival que se realizó en el Teatro Real de Madrid. Es la tercera temporada de este formato que convoca a artistas populares a hacer sus temas en versión sinfónica (el anterior se realizó el año pasado en el Colón, en Buenos Aires), y las chicas fueron mayoría.
Tini Stoessel, Lali Espósito, Lucía Galán, Soledad Pastorutti, Marcela Morelo, Patricia Sosa, Karina “La Princesita’” Virgina Tola, las argentinas. Y por el lado de las locales, Bebe, Pastora Soler, Vanesa Martin, Marta Sánchez, India Martínez, Niña Pastori. Luciano Pereyra, Axel, Gerónimo Racuh y el chileno Lucho Jara completaron el cupo masculino.
La sala principal del Teatro Real (que cumple 170 años el año que viene), de características palaciegas, es la casa oficial de la temporada de ópera. Se encuentra frente al Palacio Real, sede la monarquía española. En ese espacio, los artistas unieron estilos y geografías para ser una única vibra musical.
La sala estuvo colmada (unas 1.400 personas), y entre el público, la Primera Dama argentina, Juliana Awada y su hija Antonia; además de Luis Brandoni y Eduardo Blanco, que están haciendo la obra Parque Lezama, aquí en Madrid.
El encuentro multicultural se impuso por sobre estilos musicales y hasta por sobre personalidades. Con la orquesta dirigida por el argentino Gerardo Gardelín sonaron algunos de los hits de estos artistas en formato sinfónico entre alfombras, terciopelos y brocatos.
Las conductoras de la gala, también dos argentinas: Julieta Prandi y Luz Cipriota (parte del elenco de Parque Lezama). Primero fue el turno de los Embajadores, quienes hicieron su mini recital en forma individual.
Después largaron los duetos. Sin guerras de egos, los estilos se mezclaron como en una gran fiesta de amigos haciendo karaoke, pero de calidad, eso sí, potenciado por la orquesta en vivo y la acústica de ópera que tiene el teatro.
Pereyra y Jara, con Zamba para olvidarte; Rauch haciendo El sueño imposible, Axel e India Martínez con Aguaribay. Y Karina (aquí no fue “La Princesita”, sino Karina Tejeda) y Marta Sánchez interpretando una versión slow de Desesperada. “Para ustedes será una noche más, pero para mí será inolvidable”, dijo Karina.
La soprano argentina Virginia Tola conmovió con su versión operística del bolero Contigo en la distancia. “Los cantantes de ópera vivimos de viaje y nuestros afectos siempre están lejos”, dijo antes de la ovación.
Siguieron Marcela Morelo y Pastora Soler haciendo, como en todos los dúos, un tema de cada una, La mala costumbre y Esperar por ti. Desde la platea cada tanto soltaban un “¡guapa!”, o “¡maja!” para las artistas.
La temperatura subió cuando aparecieron en escena Lali Espósito (con look rubio) y Bebe. Las chicas demostraron la química que logran juntas y encendieron la noche con Malo, casi un manifiesto feminista adelantado, y Ego. Patricia Sosa y Marta Sánchez se sacaron chispas con Aprender a volar y Vivo por ella, que Sánchez hizo famosa junto a Andrea Bocelli. “Vamos a ver cómo funciona conmigo”, dijo Sosa. Y fue explosivo.
Pero las duplas siguieron subiendo la apuesta. Tini Stoessel e India Martínez con Si tú te vas y Corazón hambriento, y Soledad Pastorutti y Vanesa Martin con Aunque me digas que no y Te has perdido quien soy. Los elogios mutuos y los besos y abrazos estuvieron a la orden del día en todos los duetos. Las competencias quedarán para otro momento. La sororidad implícita fue el lema. También para la dupla que cerró con Lucía Galán y Niña Pastori. “Esta vez Joaquín mira desde la platea”, chicaneó con mucho humor el ala femenina de Pimpinela. La fraternidad argentino-española tuvo su agradecimiento por parte de las visitantes con El día que me quieras, entonado en trío por Lucía Galán, Marcela Morelo y Virginia Tola. Y un final a toda orquesta con Corazón partido, a coro con los diecisiete artistas en el escenario.
Durante una estrofa de la canción, Lali y Tini estuvieron juntas, cantando a la par. Hasta que Bebe, inquieta y arengadora, se metió en el medio. El dueto, otra vez será. Fin de una fiesta impecable.
Sandra Commisso/Enviada especial de Clarín