
El sábado no fue un día más para Paulo Londra. Ante 25 mil personas, en el Hipódromo de Palermo, dio el concierto más multitudinario de su carrera. El cordobés, que hasta hace poco menos de tres años hacía rimas en plazas y hoy se codea con artistas internacionales como Ed Sheeran y el neoyorquino Boogie Wit Da Hoodie, hizo vibrar al público de Buenos Aires.
Sobre el escenario no había más que una mesa de DJ, un micrófono y un aro de básquet que se dejaba ver tras bambalinas. Cuatro columnas que marcaron un cuadrado en el centro de la escena y pantallas gigantes detrás y al costado con juegos de luces recrearon un ambiente diferente para cada canción.
Con su estilo relajado, jean, remera ancha, y haciendo la forma de corazón con sus manos, el artista argentino más escuchado del 2018 según números de Spotify, se preparaba para demostrar por qué es el número uno de todas las listas. Sonaron Sigan hablando de mí, Condenado, No puedo, Luna llena, Solo pienso y Maldita abusadora, y entre estrofa y estrofa eran intervenidas con una explosión de fuego y humo en el borde del escenario. Del lado del público, la heterogeneidad era la clave, con familias enteras con nenes alrededor de 5 o 6 años de la mano de sus papás, y grupos de adolescentes que no paraban de alentar al cantante. Fiel a lo que le gusta hacer, el cantante se tomó unos minutos para demostrarle al público su talento para el freestyle. Eligió a una chica de entre la multitud y le pidió que le dijera una palabra. “Cámara”, fue la respuesta. Y mientas Alan Tejeda, su DJ, hacía beatboxing, Londra enloqueció a todos al llevar un poco de la batallas de los gallos al escenario. “Ustedes saben que mi voz no es linda; lo mío son las rimas. Pero la de este loco si es linda. Esta es otra de las canciones que me cambió la vida.” Así introdujo Nothin’ On You, su colaboración con Ed Sheeran.
Activo durante toda su performance, Londra apenas se detuvo y se quedó sin hacer nada mientras se escuchaba la voz del exitoso artista británico. Y como ya lo hizo en Córdoba, Neuquen, España y Perú, Paulo le dedicó varios minutos a probar suerte en el aro de basquet. Y luego, el momento más explosivo de la noche al ritmo de So Fresh, ahora junto a Keo, Lit Killah, entre otros colegas. Entonces, cuando ya parecía que todo Homerun había sonado en Palermo, sus fans le hicieron notar a su ídolo que algo faltaba aún.
Tiempo, entonces, del gran final, para el que Londra eligió Adan y Eva, la canción que ya lleva más de 635 millones de reproducciones en YouTube. Con las pantallas que reflejaban llamas y el escenario que largaba fuego, Paulo hizo saltar, literalmente, a todos. Desde padres, que llegaron como simples acompañantes de sus hijos, hasta a los más fanáticos que ya estaban casi sin voz.
“Nunca imaginé en mi vida que iba a cantar en el Hipódromo, gracias los quiero mucho”, confesó el artista, para cerrar una noche a puro trap.
Catalina Deguer/Clarín